jueves, 23 de marzo de 2017

Como ovejas sin Pastor

Como ovejas sin Pastor












































sábado, 11 de marzo de 2017






ORACIÓN DE LA RESTAURACIÓN, por el Doctor Plinio Corrêa de Oliveira








   Hay
momentos, Madre mía, en que mi alma se siente, en lo que tiene de más
profundo, tocada por una saudade indecible. Tengo saudades de la época
en que yo os amaba, y Vos me amabais, en la atmósfera primaveral de mi
vida espiritual. Tengo saudades de Vos, Señora, y del paraíso que ponía
en mí la gran comunicación que tenía con Vos.




  ¿No tenéis también Vos, Señora, saudades de ese tiempo? ¿No tenéis saudades de la bondad que había en aquél hijo que fui?

   Venid,
pues, ¡oh la mejor de todas las madres!, y por amor a lo que florecía
en mí, restauradme: recomponed en mí el amor a Vos, y haced de mí la
plena realización de aquel hijo sin mancha que yo habría sido, si no
fuese tanta miseria.


   Dadme,
¡oh Madre!, un corazón arrepentido y humillado, y haced brillar
nuevamente ante mis ojos aquello que, por el esplendor de vuestra
gracia, yo comenzara a amar tanto  y tanto...


   Acordaos, Señora, de este David y de toda la dulzura que en él poníais. Así sea.












viernes, 10 de marzo de 2017






BREVE MEDITACIÓN SOBRE LA PASIÓN DE NUESTRO SEÑOR (I)


   El
Amador de las almas, nuestro adorable Redentor, declaró que había
bajado del Cielo a la tierra para encender en el corazón de los hombres
el fuego de Su Santo Amor. “Fuego vine a traer a la tierra”, dice San Lucas, “¿y qué he de querer sino que arda? 
.¡Ah! ¡y qué incendios de caridad no ha levantado en muchas almas,
especialmente al patentizar por los dolores de Su Pasión y Muerte el
amor inmenso que nos tiene!.


   ¡Cuántos
enamorados corazones ha habido en las Llagas de Cristo, como en
hogueras de amor, se han inflamado de tal suerte, que para
corresponderle con el suyo no titubearon en consagrarle sus bienes, su
vida y todas sus cosas, superando con gran entereza de ánimo todas las
dificultades que les salían al paso para estorbarles el cumplimiento de
la ley divina, guiados por el amor de Jesús, que no obstante ser Dios,
quiso padecer tanto por amor nuestro!.

   Por esto el enamorado San Agustín, contemplando a Jesús Crucificado y cubierto de llagas, exclama: “Graba,
Señor, Tus Llagas en mi corazón, para que me sirvan de libro donde
pueda leer Tu dolor y Tu Amor; Tu dolor, para soportar por Ti toda
suerte de dolores; Tu Amor, para menospreciar por el tuyo todos los
demás amores.”


   Porque
teniendo ante mis ojos el retablo de los muchos trabajos que por mí,
Dios Santo has padecido, sufriré con paz y alegría todas las penas que
me sobrevengan, y en presencia de las pruebas de infinito amor que en la
Cruz me diste, ya nada amaré ni podré amar fuera de Ti. 







   ¿De
dónde, decidme, sacaron los Santos valor y entereza para soportar tanto
género de tormentos, de martirios y de muertes, sino de la Pasión de
Jesús Crucificado?

   Al
ver a San José de Leonisa, religioso capuchino, que querían atarle con
cuerdas, porque el cirujano tenía que hacerle una dolorosa operación, el
Santo, tomando en las manos el Crucifijo, exclamó: “¡Cuerdas!, ¿para
qué las quiero yo? Aquí tengo a mi Señor Jesucristo clavado en la Cruz
por mi amor, estas son las cadenas que me atan y me obligan a soportar
cualquier tormento por Su Amor”. Y tendido en la mesa, sufrió la
operación sin exhalar una queja (1) pensando en Jesús, que como
profetizó Isaías, “guardaba silencio, sin abrir siquiera la boca, como
el corderito que está mudo delante del que le esquila” .

   ¿Quién
podrá decir que padece sin razón al ver a Jesús “despedazado por
nuestras maldades?” . ¿Quién rehusará sujetarse a obediencia, so
pretexto de que le mortifica, al recordar que Jesús fue obediente hasta
morir?.

   ¿Quién se
atreverá a hurtar el cuerpo de la humillación viendo a Jesús tratado
como loco, como rey de burlas y como malhechor; al verle abofeteado,
escupido y clavado en un patíbulo infame?.

   ¿Y
quién podrá amar a las criaturas y olvidarse del amor de Jesús al verle
morir sumergido en el piélago de dolores y desprecios para ganar
nuestro amor?










jueves, 9 de marzo de 2017






LA SANTIDAD DEL SACERDOTE CATÓLICO




     Dice
Santo Tomás que de los sacerdotes se exige mayor santidad de los
simples religiosos por razón de las sublimes funciones que ejercen,
especialmente en la celebración del Sacrificio de la Misa: “Porque,
al recibir las ordenes sagradas, el hombre se eleva al ministerio
elevadísimo en que ha de servir a Cristo en el sacramento del altar,
cosa que se requiere mayor santidad que la del religioso que no está
elevado a la dignidad del sacerdocio. Por lo que añade, en igualdad de
circunstancia el sacerdote peca más gravemente que el religioso que no
lo es
” 












     Célebre la sentencia de San Agustín “No por ser buen monje es uno buen clérigo” (...); de lo que sigue que ningún clérigo puede ser tenido por bueno si no sobrepuja en virtud al monje bueno.



     Escribe San Ambrosio que “el verdadero ministro del altar ha nacido para Dios y no para sí". Es decir, que el sacerdote ha de olvidarse de sus comodidades, ventajas y pasatiempos,
para pensar en el día en que recibió el sacerdocio, recordando desde
entonces ya no es suyo, sino de Dios, por lo que no debe ocuparse más
que en los intereses de Dios.




     El Señor tiene sumo empeño en que los sacerdotes sean santos y puros, para que puedan presentarse ante Él libres de toda mancha cuando se le acerquen a ofrecerle sacrificios:
"Se sentarán para fundir y purificar la plata y purificará a los hijos
de Leví, los acrisolará como el oro y la plata y luego podrán ofrecer a
Yahveh oblaciones con justicia"
(Mal. 3, 3). Y en el Levítico se lee: "Permanecerán
santos para su Dios y no profanarán el nombre de su divinidad, pues son
ellos quienes ha de ofrecerlos sacrificios ígneos a Yahveh, alimento de
su Dios; por eso han de ser santos"
 (Lev 21, 6).
 







(San Alfonso María de Ligorio)



miércoles, 8 de marzo de 2017






NUESTRO PADRE Y SEÑOR SAN JOSÉ, MODELO DE LOS CARMELITAS




   Nos
cuenta Ana de Jesús, compañera de Santa Teresa, en los procesos de
beatificación, cómo se le apareció San José cuando iban de camino a Beas
de Segura, para fundar en aquella villa un nuevo convento: “Perdidos en
los riscos de Guadalinfierno, y abocados a unos precipicios horrorosos
de corte vertical de unos trescientos metros de profundidad, la Santa
recomienda a las ocho monjas que pidan a Dios, a nuestro Padre San José
que nos encaminen, porque íbamos perdidos, y en esto oyen una voz que
sale desde la abismal hondanada que les dice: 
“Tenéos, tenéos, que vais perdidos y os despeñaréis si pasáis por ahí”. 



   Con
las indicaciones del misterioso personaje, surgido de improviso, se
encuentran en camino franco; algunos quieren ir a buscar al hombre para
agradecerle el haberles salvado la vida. Mientras ellos buscan al
hombre, la Santa dice a sus monjas con mucha devoción y lágrimas: “No sé para qué le dejamos ir, que era mi Padre San José y no le han de hallar”. Realmente San José iba al lado de la Santa para protegerla.






   "Y tomé por abogado y señor al Glorioso San José y me encomendé mucho a Él. Vi claro
que, tanto de esta necesidad como de otras mayores, de perder la fama y
el alma, este Padre y Señor mío me libró mejor de lo que yo lo sabía
pedir. No me acuerdo hasta hoy de haberle suplicado nada que no me lo
haya concedido."


   "Parece que Jesucristo quiere demostrar que así como San José lo trató tan sumamente bien a El en esta tierra, El le concede ahora en el cielo todo lo que le pida para nosotros. Pido a todos que hagan la prueba y se darán cuenta de cuán ventajoso es ser devotos de este Santo Patriarca".
   "Quien
no hallare maestro que le enseñe a orar, tome a este Glorioso Santo por
maestro y no errará el camino. No quiera el Señor que haya yo errado
atreviéndome a hablar de Él; porque aunque publico que soy devota suya,
en servirle y en imitarle siempre he fallado. Pues Él hizo, como quien
es, que yo pudiera levantarme y no estar tullida; y yo, como quien soy,
usando mal de esta merced
."


 
                                                                       
                                               (Vida de Santa Teresa de
Jesús, Capítulo 6 )


martes, 7 de marzo de 2017






DE LOS ÁNGELES Y DE NUESTRO ÁNGEL DE LA GUARDA


    1. ¿Qué son los ángeles?
Son
espíritus puros e inteligentes que Dios ha creado para adorarle y
alabarle en el cielo y para cuidar a los hombres y ayudarlos a salvar
eternamente su alma.

   2. ¿Podemos ver a los ángeles?
No podemos verlos porque son espíritus puros que no tienen cuerpo como nosotros.

   3. ¿Los ángeles son criaturas muy nobles y muy perfectas?
Sí,
los ángeles son criaturas muy nobles y muy perfectas, pues son las
criaturas más nobles y más perfectas de todas las criaturas que Dios ha
hecho.

    4. ¿Todos los ángeles son iguales en poder y perfección?
Hay
nueve clases o coros de ángeles en el cielo, todos diferentes en
perfección y poder unos de otros. Los más perfectos y más nobles son los
Querubines y Serafines y los menos perfectos son los que se llaman
ángeles o meros ángeles.

   5. ¿Cuántos ángeles hay en el cielo?
Los
ángeles que hay en el cielo son muchísimos o innumerables. Dice la
Sagrada Escritura que millares de millares de ángeles sirven a Dios.

   6. ¿Todos los ángeles permanecieron buenos como Dios los crió?
No,
Dios tuvo que arrojar un cierto número de ellos al infierno, por haber
ellos pecado contra Dios, volviéndose así de ángeles, demonios o ángeles
rebeldes. Dice la Escritura: ‘Dios no perdonó a los ángeles
delincuentes sino que los precipitó al infierno en donde son
atormentados’ San Pedro II, 4.

    7. ¿Por cuál pecado echó Dios un cierto número de ángeles del cielo al infierno?
Por el pecado de soberbia (orgullo), queriendo asemejarse en poder y grandeza a Dios mismo.

    8. ¿Cuántos ángeles se revelaron contra Dios?
Eso
no se sabe, pero la opinión común de los teólogos es que fueron
muchísimos, pero menos que los que permanecieron humildes y fieles a
Dios.





    9. ¿Cómo premió Dios a los ángeles buenos, por haber permanecido humildes y obedientes a Dios?
Dios les dio para siempre la gloria del cielo, confirmándolos en gracia para la eternidad (siempre).

   10. ¿Qué hacen los ángeles en el cielo?
Los ángeles en el cielo adoran y alaban a Dios, los cuales también pueden bajar a la tierra.

   11. ¿Qué hacen los ángeles en nuestra tierra?
Los
ángeles en este mundo cumplen con lo que les manda hacer Dios para con
los hombres, siendo como son los ángeles los mensajeros o enviados de
Dios para con los hombres.

    12. ¿Quién es nuestro ángel de la guarda?
Es
un ángel que cada uno de nosotros tiene para que lo cuide en cuanto a
su cuerpo y salud y en cuanto al bien y salvación eterna de su alma.

   13. ¿Todos los hombres tienen un ángel de la guarda que los cuida?
Sí,
Dios en su gran bondad y misericordia manda a cada uno de los hombres
un ángel que lo cuide durante toda su vida en esta tierra, desde que se
concibe y nace hasta que se muere o baja al sepulcro.

   14. ¿En dónde está nuestro ángel de la guarda?
Nuestro ángel de la guarda está cerca de nosotros.

   15. ¿Cómo nos cuida nuestro Ángel de la guarda?
1º Nos cuida en cuanto a nuestro cuerpo y en cuanto a nuestra alma.
2º Apartándonos del peligro de muerte o desgracia.
3º Inspirándonos buenos pensamientos.
4º Apartándonos de las ocasiones y peligros.
5º Ofreciendo a Dios nuestras oraciones corroborándolas con las oraciones de él mismo.

   16. ¿Cuáles son nuestros principales deberes para con nuestro Ángel de la guarda?
1º Respetar siempre su presencia, no hacer cosas malas o vergonzosas por estar solos o fuera de la vista de los hombres.
2º Siempre hacerles caso o atender sus inspiraciones y buenos pensamientos para hacer el bien y evitar el mal. 
 
 3º Debemos rezarle diariamente alguna oración al acostarnos para
pedirle que nos cuide siempre bien en cuanto a cuerpo y para que nos
sugiera siempre buenos pensamientos para obrar el bien y evitar el mal.


"El católico ilustrado"
del Padre Padre Julio Gheldof, año 1913.



lunes, 6 de marzo de 2017






EL CUSTODIO DEL PURGATORIO




"Ordenamos
también, lo que es provechoso y muy laudable, y que ya en algunas
partes se ha establecido, que se consagre en honor del Santo Patriarca,
con algún ejercicio cotidiano de piedad, el mes de Marzo..."

(Papa León XIII, Quamquam pluries, 1889)



     Hoy lunes, siguiendo LA SEMANA DEL BUEN CRISTIANO,
consagremos nuestras oraciones, buenas obras y sacrificios por el
alivio y liberación de nuestras Hermanas las Almas retenidas en el
Bendito Purgatorio. Como estamos en el mes de Marzo, dedicado al
Patriarca San José, encomendemos a tan gran Santo las Almas que le
fueron devotas en vida y ahora sufren en el Purgatorio, para que Aquél
que es Custodio del Purgatorio, las consuele y lleve pronto al Paraíso.




     La
Santa Iglesia busca en Nuestros Padre San José el mismo apoyo, la
fortaleza, la defensa y la paz que supo proporcionar a la Sagrada
Familia de Nazaret, que fue como el germen en que ya se encontraba
contenida toda la Iglesia.




     El
Patrocinio de San José se extiende a la Iglesia Universal: la
Triunfante, en el Paraíso, donde piadosamente se cree que San José se
encuentra en cuerpo y alma; también es Patrón de la Iglesia Militante
-aquí en este mundo- como lo reconociera el Papa Pío IX en 1870,
alcanzando por último su protección sobre las Benditas Ánimas del
Purgatorio.




     San
José es realmente Padre y Señor, que protege y acompaña en su camino
terreno a quienes le veneran, como protegió y acompañó a Nuestro Señor
mientras crecía y se hacía hombre, hasta su entrada en el Cielo.




     Haz apostolado, conquista almas para Cristo y comparte esta publicación.





     





sábado, 4 de marzo de 2017






"VENDRÉ A PEDIR LA COMUNIÓN REPARADORA DE LOS PRIMEROS SÁBADOS"



En la tercera aparición en Fátima, el 13 de julio de 1917, Nuestra Señora había dicho:
"Vendré a pedir la consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la comunión reparadora de los primeros sábados".
El mensaje de Fátima no estaba, pues, definitivamente concluido con el ciclo de las apariciones de Cova de Iría en 1917.





Así,
en el día 10 de diciembre de 1925, la Santísima Virgen, teniendo a su
lado al Niño Jesús sobre una nube luminosa, se apareció a la Hna. Lucía
en su celda, en la Casa de las Doroteas de Pontevedra. Poniéndole la
mano en el hombro, le mostró un corazón rodeado de espinas, que tenía en
la otra mano. El Niño Jesús, señalándolo, exhortó a la vidente con las
siguientes palabras: "Ten pena del Corazón de tu Santísima Madre, que
está rodeado con las espinas que los hombres ingratos constantemente le
clavan, sin haber quién haga un acto de reparación para quitárselas
".
Más adelante, la Virgen añadió:
"Mira,
hija mía, mi Corazón rodeado de espinas que los hombres ingratos, a
cada momento,me clavan con blasfemias e ingratitudes. Tú, al menos, haz
algo por consolarme y di que a todos aquellos que durante cinco meses,
en el primer sábado, se confiesen, reciban la Sagrada Comunión, recen el
Rosario y me acompañen quince minutos meditando sus misterios con el
fin de desagraviarme, yo prometo asistirlos en la hora de la muerte con
todas las gracias necesarias para su salvación
".
El
día 15 de febrero de 1926, la Hna. Lucía expone al Niño Jesús, en una
nueva aparición que tuvo en Pontevedra, las dificultades que tenían
algunas personas de confesarse el sábado, y pidió que fuese válida la
confesión dentro de los ocho días. Jesús respondió:
"Sí,
puede ser, y hasta de muchos días más, con tal de que cuando me reciban
estén en gracia y tengan la intención de desagraviar al Inmaculado
Corazón de María
".
La
Hna. Lucía incluso levantó la hipótesis de que alguien se olvide de
poner la intención al confesarse, a lo que Nuestro Señor respondió: "Pueden ponerla en la confesión siguiente, aprovechando la primera ocasión que tengan para confesarse".
En
la vigilia del 29 al 30 de mayo de 1930, Nuestro Señor, hablando
interiormente a la Hna. Lucía, resolvió también otra dificultad: "Será
igualmente aceptable la práctica de esta devoción el domingo siguiente
al primer sábado, cuando mis sacerdotes, por justos motivos, así lo
determinen
".


viernes, 3 de marzo de 2017






PRIMER VIERNES DE MES, DESAGRAVIO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS


PROPONEMOS A NUESTROS LECTORES Y AMIGOS
OFRECER LAS ORACIONES Y SACRIFICIOS DE HOY
COMO REPARACIÓN POR SEMEJANTE ULTRAJE
a la Gloria de Dios y de la Purísima Virgen María, Nuestra Señora




Condiciones para ganar esta gracia:

      1. Recibir
la Sagrada Comunión durante nueve primeros viernes de mes de forma
consecutiva y sin ninguna interrupción (obviamente, sin estar en pecado
mortal, por ejemplo, por faltar a la Misa dominical). Se sugiere
confesión con intención de reparar las ofensas al Sagrado Corazón.




      2. Tener la intención de honrar al Sagrado Corazón de Jesús y de alcanzar la perseverancia final.



      3. Ofrecer cada Sagrada Comunión como un acto de expiación por las ofensas cometidas contra el Santísimo Sacramento.









jueves, 2 de marzo de 2017






LA OTRA MEJILLA



     Lo
disfrazan de libertad de expresión, de "loco y divertido" según el PP
de Las Palmas...los eufemismos son el mejor recurso de los liberales,
que abusan del maquillaje y del barniz, cuando les interesa, claro.
     En
estos momentos, todas esas "señoras" tan modernas que han aplaudido
enfervorizadas al tipo que se se mofó de Nuestro Señor y de la Virgen,
preparan sus trajes de luto y mantillas y no olvidan lustrar el rosario
de plata que sólo usan -porque ni
lo rezan- para salir en primera fila de las procesiones que se
avecinan...no faltarán nuestros honrados políticos, aquellos mismos que
han felicitado al "ganador Drag": el que más o el que menos, "católicos"
de primer banco, muchos de ellos divorciados o de cuestionable moral,
por no hablar de los varios imputados y condenados por el séptimo
Mandamiento.
     Ciertamente
se acercan a Dios, a sus pasos de Semana Santa, los más pecadores, que
siempre serán los mejor recibidos por Nuestro Señor.



miércoles, 1 de marzo de 2017






NUESTRO PADRE Y SEÑOR SAN JOSÉ, FIEL CUSTODIO DE CRISTO Y DE SU SANTA IGLESIA


     El
ilustre Patriarca, el Bienaventurado José, fue escogido por Dios
prefiriéndolo a cualquier otro Santo para que fuera en la tierra el
castísimo y verdadero esposo de la Inmaculada Virgen María, y el padre
putativo de Su Hijo único. Con el fin de permitir a José que cumpliera a
la perfección un encargo tan sublime, Dios lo colmó de favores
absolutamente singulares, y los multiplicó abundantemente. Por eso, es
justo que la Iglesia Católica, ahora que José está coronado de gloria y
de honor en el cielo, lo rodee de magníficas manifestaciones de culto, y
que lo venere con una íntima y afectuosa devoción
».

(Papa Pío IX Inclytum Patriarcham 7 de julio de 1871)


 

   La
Virgen Santísima, por ser la Madre de Jesucristo, es la madre de todos
los cristianos, a los que engendró en el Calvario entre los tormentos
del Redentor, y también porque Jesucristo es el Primogénito de los
cristianos, que son sus hermanos por adopción y redención. 



   De
aquí que el Bienaventurado Patriarca San José, tenga confiada así, por
una razón singular, toda la multitud de los cristianos de que la Iglesia
consta, a saber, esta familia innumerable extendida por toda la Tierra
sobre la cual goza como de una autoridad paterna, en cuanto Esposo de
María y Padre de Jesucristo.


   Conviene,
por consiguiente, que el Bienaventurado José, que en otro tiempo cuidó
santamente de la Familia de Nazaret en sus necesidades, así ahora
defienda y proteja con su celeste patrocinio a la Iglesia de Cristo.








(León XIII, Encíclica “Quamquam pluries, 15 de Agosto de 1889)





LETANÍAS AL GLORIOSO SAN JOSÉ








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ORACIÓN AL DAR LA HORA. Recuerda que Dios siempre te mira...








La siguiente oración fue indulgenciada con 100 días, por el Papa San Pío X

La siguiente oración fue indulgenciada con 100 días, por el Papa San Pío X






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