miércoles, 15 de marzo de 2017

La enseñanza de la sabiduría de la Cabalá y su esencia

La enseñanza de la sabiduría de la Cabalá y su esencia


















La enseñanza de la sabiduría de la Cabalá y su esencia

La enseñanza de la Sabiduría de la Cabalá y su esencia

¿Qué es la sabiduría de la Cabalá? La sabiduría de la Cabalá en su
conjunto, trata acerca de la revelación Su Divinidad, organizada en su
sendero, en todos sus aspectos: aquellos que han surgido en los mundos y
aquellos que se revelarán en el futuro; y de todas las formas que
podrían manifestarse en los mundos, hasta el final de los tiempos.


La finalidad de la creación 


Partiendo de la base que no existe una acción que no tenga un
propósito, es cierto que el Creador tuvo un propósito en la creación que
tenemos frente a nosotros. Y el asunto más importante de toda esta
matizada realidad, es el sentimiento infundido  a los animales, pues
cada uno de ellos siente su propia existencia.  Y la sensación más
importante es la visión intelectual o proceso del conocimiento otorgado
solamente al hombre, gracias al cual siente también a su prójimo, sus
sufrimientos y consuelos. Por lo tanto, es cierto que si el Creador
tiene un propósito en esta creación, el portador de este objetivo es el
hombre, y a él se refiere el dicho: “Toda acción del Señor es para él”.


Y aún hay que comprender: ¿cuál fue el propósito que tenía el Creador
para crear este conjunto?  De hecho, para elevarlo a un grado más alto e
importante, para que sienta a su Dios, como una sensación humana que ya
le ha sido otorgada.  Y así como el hombre conoce y siente los deseos
de su amigo, así aprenderá las palabras del Creador, tal como está
escrito acerca de Moisés, “Y le habló el Señor a Moisés cara a cara,
como cuando habla el hombre a su amigo”.


Y cualquier persona puede ser como Moisés.  Sin ninguna duda, todo
aquel que observe la evolución de la creación que tenemos frente a
nosotros, entenderá el gran placer del Realizador, cuya obra crece y
evoluciona, hasta que adquiere la maravillosa sensación de poder
conversar y tratar con su Señor como quien  habla con su amigo.


De arriba hacia abajo  


Sabemos que el final de una acción comienza por el pensamiento
preliminar, porque el hombre antes de comenzar a pensar la manera en que
se construye una casa, piensa en las habitaciones de la casa, lo cual
es el verdadero propósito y luego consulta los planos del edificio, para
que se ajusten a la tarea.


De la misma forma sucede con nuestro asunto. Una vez que hemos
comprendido el propósito, también nos queda claro que todos los órdenes
de la creación en todos sus puntos y accesos están completamente
organizados de antemano con la finalidad de desarrollar al género
humano, que se elevará en sus cualidades, hasta que esté lo
suficientemente preparado para sentir a la Divinidad, como aquel que
siente a su amigo.


He aquí que estos ascensos son como los peldaños de la escalera,
organizados grado tras grado, hasta que se complete y alcance su
propósito. Y tienes que saber, que la cantidad y la calidad de estos
peldaños, tienen lugar en dos realidades, que son: 1) la existencia de
los objetos materiales, y 2) la existencia de los conceptos
espirituales.


En el lenguaje de la Cabalá se los denomina: de arriba hacia abajo, y
de abajo hacia arriba. Es decir, que las sustancias corporales son una
secuencia  de la revelación de Su Luz de arriba hacia abajo - del primer
origen, de donde fue tallada de Su Esencia una medida de la Luz, y fue
restringida Tzimtzum tras Tzimtzum (restricción tras restricción) hasta que se formó de Él el mundo material con las criaturas corporales en la parte inferior.


De abajo hacia arriba  


Luego comienza el orden de abajo hacia arriba, que son todos los
peldaños de la escalera, mediante los cuales evoluciona el género
humano,  y sube, hasta que llega al propósito de la creación. Estas dos
realidades se aclaran detalladamente en la sabiduría de la Cabalá.


La cuestión acerca de la obligación de estudiar Cabalá 


El oponente puede decir entonces, que toda esta sabiduría es un
asunto para aquellos que ya lograron algún grado de revelación divina y
¿qué obligación y necesidad puede tener la mayoría del pueblo de conocer
esta elevada sabiduría?


Es verdad que existe una idea generalizada, acerca de que lo principal de la Torá y
la religión, es sólo un asunto sobre la purificación de las acciones,
que todo lo que se desea se refiere al cumplimiento de las Mitzvot
(preceptos) prácticas, sin ningún agregado adicional o nada que resulte
de esto. De ser así, tendría razón el que dice que es suficiente con el
estudio de lo que está al descubierto, y a las acciones prácticas.


Pero, esto no es el caso.  Ya lo dijeron los sabios: “Y qué le
importa al Creador el que se descuartice del cuello o descuartice de la
nuca, si las Mitzvot se entregaron sólo para purificar a las
criaturas”. Por ende, existe otro propósito, más allá del cumplimiento
de los actos, y los actos son meras preparaciones para este propósito.
Por lo tanto, está sobrentendido, que si los actos no están ordenados
con un propósito determinado, es como si no existiera nada. Y así
dijeron en el ZoharMitzvá sin intención es como un cuerpo sin alma”, por lo tanto, es necesario que la intención acompañe al acto.


Y se entiende que la intención deberá ser una intención verdadera,
digna del acto, como lo dijeron los maestros acerca del verso, “Y los
diferenciaré de los otros pueblos, para que ustedes sean Míos, para que
su diferenciación sea por Mi Nombre. Que ningún hombre diga que no
quiere carne de cerdo. Más bien diga que es posible, ¿pero qué puedo
hacer si mi Padre en los cielos me ha sentenciado?”.


Porque si nos abstenemos del cerdo porque abominamos lo que hay en
él, o por algún daño corporal, esta intención no beneficia en nada al
ser considerada una Mitzvot, sólo en el caso en que dirija su intención de manera correcta y especial, en que la Torá prohibió. Y así con cada Mitzvá y Mitzvá y sólo así su cuerpo se irá purificando, por cumplir con las Mitzvot, que es el propósito deseado.


Por lo tanto no nos es suficiente estudiar la forma de realizar el
acto, sino que tenemos que estudiar esas cosas que nos llevan a la
intención deseada, cumplir todo por la fe en la Torá y del que nos otorga la Torá, porque hay un juicio y un juez.


Y es ingenuo el que no entiende que la fe en la Torá y en el
premio y el castigo, que tienen el poder de producir algo tan grande,
requieren de un estudio exhaustivo de los libros correctos. De tal
manera que antes del acto, se necesitan estudios que purifiquen el
cuerpo, para que se acostumbre a la fe en el Creador, Su Ley y Su
Providencia. Y acerca de esto dijeron los sabios, “He creado la
inclinación al mal, he creado la Torá como el condimento”, y no dijeron, “He creado la Mitzvá
como el condimento”, porque “Tus avales necesitan un aval”, porque la
inclinación al mal   desea la irresponsabilidad y el ser licencioso y no
le permitirá cumplir con las Mitzvot.


La Torá como condimento 


Sólo la Torá es el condimento especial que anula y vence a la inclinación al mal, como dijeron los sabios, “La Luz en ella los reforma”.


La mayoría de las palabras de la Torá son para el estudio


Con esto se establece la razón por la que la Torá, estudia 
largamente esas partes que no corresponden a la parte práctica, sino
sólo al estudio; es decir, la introducción al acto de la Creación. Y
esto es todo el libro de Bereshit (Génesis), Shemot (Éxodo), la mayor parte de Devarim (Deuteronomio) y ni hay que decir de Agadot y Midrashim. Al ser el objeto donde la Luz está atada, se purificará su cuerpo y vencerá a la inclinación al mal y llegará la fe en la Torá y el premio y castigo, el cual es el primer grado en el cumplimiento del trabajo.


La vela es el precepto y la Torá, la Luz


Y como está dicho, “La vela es el mandamiento y la Torá es
la Luz”, porque así como el que tiene velas y no tiene luz para
encenderlas, se encuentra sentado en la oscuridad, el que tiene en sus
manos los preceptos y no tiene la Torá, entonces está sentado en la oscuridad, porque la Torá es luz, con la que se enciende e ilumina la oscuridad del cuerpo.


No todas las porciones de la Torá son iguales en la medida de la Luz


De acuerdo al poder de la Torá antes mencionado, es decir, teniendo en cuenta la medida de la Luz que lleva dentro, es seguro que debemos dividir a la Torá
en grados; es decir, de acuerdo a la cantidad de Luz que el hombre es
capaz de recibir al estudiarla y está claro que cuando el hombre
reflexiona y contempla las palabras de la Torá en lo que se
refiere a la revelación de Dios a nuestros antepasados, éstas traen a
quien las examina más luz, que al consultar asuntos prácticos.


Aunque ellas son más importantes con respecto a las acciones, en lo
que se refiere a la Luz, la revelación del Creador a nuestros
antepasados es ciertamente más importante. Y esto lo confesará toda
persona honesta que haya intentado pedir y recibir la luz de la Torá.





El deber y el camino de la difusión de la sabiduría


Teniendo en cuenta que toda la sabiduría de la Cabalá habla acerca
del secreto de la revelación del Creador, queda sobreentendido, que no
existe otra sabiduría más eficiente para la tarea de la enseñanza. Y a
esto aspiraban los cabalistas, al organizarla para que sea apropiada
para estudiarla.


Y así es que se sentaron y se ocuparon de ella, hasta el momento de
ocultarla (y por motivos conocidos se acordó en ocultarla). De todas
maneras sólo fue por un tiempo convenido y no para siempre, como dice el
Zohar: “El futuro de esta sabiduría es ser revelada al final de los días e incluso a los niños”.


Por lo dicho se entiende, que lo tratado por esta sabiduría, no está
limitado por el lenguaje de la sabiduría de la Cabalá, porque su esencia
es una Luz espiritual que surge de Su Esencia, tal como está escrito, 
“Puedes enviar relámpagos que irán y te dirán, henos aquí”; refiriéndose
a los dos caminos citados: De arriba hacia abajo y de abajo hacia arriba.


Y estos asuntos y grados se expanden de acuerdo a un lenguaje acorde a
ellos, y son realmente todas las creaciones y sus directivas en este
mundo que son sus ramas. Porque, “No hay hierba abajo, que no tenga un
ángel arriba, que la golpee y le diga, crece” y es la cuestión que los
mundos aparecen unos de otros  y quedan impresos unos de otros, como
sello y su impresión y todo lo que hay en uno existe en el otro hasta el
mundo material, que es su última rama, pero incluye el mundo superior a
él, como la impresión de un sello.


Esto nos facilita entender, que es posible hablar de mundos
superiores, sólo de acuerdo a sus ramas materiales inferiores, las
cuales se desprenden de ellos o de su directiva, que es el lenguaje de
la Biblia, o según una ciencia secular, o según las personas, que es el
lenguaje de los cabalistas, o según nombres acordados. Y esa fue la
costumbre de los Geonim en la época del ocultamiento del Zohar.


Y es así que se esclarece que la cuestión de la revelación del
Creador, no es algo que se descubre de una sola vez, sino que es un
asunto que se va descubriendo a lo largo del tiempo suficiente para
descubrir todos los elevados grados que se revelan de arriba hacia abajo
y de abajo hacia arriba. En lo alto y al término de ellos, aparece el
Creador.


Parecido al hombre versado en todos los países y las creaciones del
mundo, que no puede decir que descubrió todo el mundo, sin antes haber
terminado de observar a la última de las criaturas (creaciones) y de los
países. Y hasta no llegar a ello, entonces no alcanzó todo el mundo.


Porque el alcanzar al Creador, se despliega por caminos preparados de
antemano.  El que los busca, debe de alcanzar todos estos caminos, en
un plano tanto superior como inferior. Por supuesto, los mundos
superiores es la cuestión principal, pero sin embargo, estos se pueden
alcanzar sólo juntos, porque no tienen diferencia de forma, sino de
materia. El material del mundo más elevado, es el material mas puro,
pero las formas han sido impresas unas en las otras y lo que se
encuentra en el mundo superior, se encuentra obligatoriamente en los
mundos que existen debajo de él, porque el inferior se encuentra impreso
por él. Y sabe que esta es la realidad y la forma de dirigirlo, que
consigue el que pretende a Dios y son llamados grados ya que su alcance
ha sido dispuesto para hallarse uno sobre otro, como los peldaños de una
escalera.


Expresiones espirituales


Lo espiritual no se puede imaginar y es por eso que no
tiene letras para ser pronunciado y aun generalizando, si decimos que
Él es simplemente la Luz que desciende y llega al que la pide, hasta que
no se revista y se alcance, en la cantidad suficiente para Su
revelación, esto también, es un lenguaje metafórico. Pues como todo lo
llamado en el mundo espiritual con el nombre de Luz, no se parece a la luz del sol o a la luz de la vela


Lo que llamamos en el mundo espiritual con el nombre de luz, lo
tomamos prestado de la mente humana, que por su naturaleza, en el
momento en que se despeja una duda en el hombre, descubre una especie de
abundancia de luz y de placer por todo su cuerpo, y es por esto, que a
veces nosotros decimos Luz De La Mente,
aun sin ser verdad. Porque la luz que ilumina a esas partes de la
materia del cuerpo, que no es merecedora de recibir escrutinios
resueltos, es por supuesto a la mente y por lo tanto tampoco esos
órganos inferiores y bajos, pueden recibirlo y alcanzarlo.


A pesar de lo cual, para poder darle un nombre a la mente, nosotros la denominamos con el nombre de Luz De La Mente. De la misma manera, nosotros denominamos los detalles de la realidad de los mundos superiores, con el nombre de Luces, ya
que les traen al que las alcanza, abundancia de luz y placer, en toda
su altura, desde la cabeza hasta los pies. Y es por eso que tenemos el
derecho de llamar al que la alcanza, con el nombre de vestimenta, ya que
se ha vestido con esa luz.


Podríamos plantear la pregunta, “¿No sería más adecuado llamarlas con
nombres que utilizamos para el intelecto, que son: consulta,
comprensión, etc. ¿O expresarse con expresiones que destaquen los
fenómenos de la mente intelectual? Y la cuestión es, que no se parece en
nada a la manera de los fenómenos intelectuales, porque la mente es una
rama particular y especial, que se encuentra entre todas las partes de
la realidad y es por eso que utiliza caminos especiales para
manifestarse.


Esto no es así con la cuestión de los grados, por ser un conjunto
completo que incluye todas las partes existentes en el mundo. Cada una
de las partes tiene diferentes caminos. Generalmente la percepción del
asunto de los grados, se parece a la percepción del cuerpo animado. Es
decir, en el momento de alcanzar la esencia, es que alcanza la totalidad
de la cabeza hasta su final.


Y si juzgamos de acuerdo a las leyes de la mente investigadora,
debemos decir, que alcanzó todo lo que puede alcanzar, con respecto a
esa esencia y aún si medita acerca de esto mil años, no le añadiría ni
una iota.


Y a pesar de todo, en el principio se parece a…es decir, que ve todo y
no entiende nada de lo que ve, pero al paso del tiempo se verá obligado
a alcanzar más asuntos, parecido a Ibur (gestación), Yenika (lactancia), Mojin (edad adulta) y el segundo Ibur. Es entonces cuando comienza a sentir y a utilizar sus alcances en  todo lo que desea.


Y realmente no agregará nada a sus alcances que no haya conseguido en
un principio. Es más bien como la maduración, que anteriormente no
había madurado, por lo tanto no lo podía entender y su maduración ha
concluido.


Y así puedes apreciar la gran diferencia que existe con las conductas
de los fenómenos intelectuales. Por lo tanto no nos son suficientes las
definiciones que acostumbramos a utilizar, con respecto a las formas de
expresión intelectuales. Nosotros
debemos utilizar, sólo aquellas maneras que acostumbramos utilizar en
los asuntos materiales, porque en su forma son completamente similares,
aunque en su sustancia se encuentren lejanas en extremo.


Son cuatro los lenguajes utilizados por la sabiduría de la verdad


Cuatro son los lenguajes que son utilizados por la sabiduría (ciencia) de la verdad y ellos son:


1-     El lenguaje de la Biblia (Tan Haj), sus nombres y apelaciones.


2- El lenguaje de la Halajá (Leyes), este lenguaje es muy similar al lenguaje de la Biblia (Tan Haj)


3-     El lenguaje de las leyendas, que está muy lejos de la Biblia,
porque no tiene para nada en cuenta a la realidad. A este lenguaje se le
atribuyen extraños nombres y apelaciones y tampoco tiene en cuenta lo
que se sabe de la relación raíz-rama.


4-     Es el lenguaje de las Sefirot y los Partzufim.
En general existía una tendencia, entre los dueños de esta sabiduría,
de ocultarla a los ojos de los ignorantes, porque según entendían, la
sabiduría y la ética iban juntas y es por eso que los primeros maestros
ocultaron la sabiduría escrita, en líneas y puntos, techo y pie, de
donde nació el alfabeto formado por veintidos letras que tenemos frente a
nosotros.


El lenguaje de la Biblia


El lenguaje de la Biblia, es el arraigado y principal lenguaje, el
más apropiado para su función, porque generalmente comprende la relación
raíz- rama y es el lenguaje más fácil de entender. Esta lengua es la
más antigua y esta es la santa lengua atribuida a Adam ha Rishon


Este lenguaje tiene dos cualidades y una falta. La primera cualidad
es que es fácil de entender, aún para el principiante en conseguir
alcances, de inmediato comprenden lo que necesitan. La segunda cualidad
es que los asuntos son esclarecidos por el (lenguaje) en amplitud y
profundidad, más que cualquier otro lenguaje.


La falta es que no puede ser utilizada en cuestiones particulares o
cuestiones de causa y consecuencia. Porque acerca de todo tema, se debe
realizar una aclaración en toda su extensión, ya que no se puede probar
acerca de qué detalle se habla, sino se tiene en cuenta la exposición
del tema en su totalidad. Por lo tanto, para destacar el detalle más
pequeño, se debe exponer la totalidad del capítulo.  Y es por esto no se
acomoda a pequeños detalles, o a relaciones de causa y consecuencia.


El lenguaje de las plegarias y las bendiciones son también tomados de la Biblia.


El lenguaje de la Halajá (Leyes)


El lenguaje de la Halajá: no es el de la realidad, sólo de
la existencia de la realidad. Este lenguaje está tomado por completo del
lenguaje de la Biblia, de acuerdo a las raíces de la Halajá que se han tenido en cuenta allí y tiene una ventaja con respecto al Tan Haj, al ser más amplio, acerca de cada tema y es por esto que muestra las raíces superiores con más precisión.


A pesar de esto tiene una gran carencia con respecto al lenguaje de
la Biblia, por ser muy difícil de entender. Es el más difícil de los
lenguajes y sólo un sabio íntegro, de quien se dice, “que entra y sale
sin daño”, lo alcanza. Y por supuesto que la principal falta es, el
haber sido tomada de la Biblia.


El lenguaje de las leyendas


El lenguaje de las leyendas es fácil de entender, por las alegorías
que se adaptan perfectamente al significado que se desea transmitir.  De
manera superficial, es aún más fácil de entender que el lenguaje de la
Biblia. Pero para entenderlo por completo, es un idioma muy difícil,
porque no guarda el orden de rama- raíz, sino sólo utiliza las alegorías
del lenguaje, con una maravillosa sagacidad. Sin embargo, es rico en
dar solución a conceptos de orden oscuro y extraño que se relacionan a
la esencia del grado, a su propio valor, lo que es imposible de
esclarecer en el lenguaje del Tan Haj (la Biblia) y de la Halajá (las Leyes)


El lenguaje de los cabalistas


El lenguaje de los cabalistas es un lenguaje en todos los aspectos,
muy preciso, tanto en la relación raíz-rama como con respecto al tema de
la causa y la consecuencia. Además tiene una cualidad especial, que es
el poder expresar en detalle las cosas mínimas, sin límites. También se
puede tratar directamente acerca del detalle que se desee, sin necesidad
de relacionarlo con lo previo, o lo posterior.


A pesar de todas las grandes cualidades que ves en ella, tienes aquí
una gran falta, el ser difícil de alcanzar y casi se encuentra uno
impedido de alcanzar, a excepción de un maestro cabalista y de un sabio
que entiende su mente; es decir, que aún el que entiende con su
inteligencia la continuidad de los grados de abajo hacia arriba y de
arriba hacia abajo, a pesar de todo esto, no entenderá nada de este
lenguaje, hasta que lo reciba de un maestro, que ya recibió este idioma
de su maestro, cara a cara.


El lenguaje de la Cabalá está incluido en todos los lenguajes


Sabe que los nombres, apelaciones y la Gematria le
corresponden por completo a la sabiduría de la Cabalá y el motivo por el
cual también se encuentran en el resto de los lenguajes, es, que todos
los lenguajes están contenidos en la sabiduría de la Cabalá. Porque
todos estos actúan como explicaciones particulares que el resto de los
lenguajes necesitan para ayudarse con ellos.


Y ni siquiera se nos puede ocurrir, que estos cuatro lenguajes, que
se utilizan para explicar la sabiduría de la revelación Divina, se
desarrollaron uno después de otro, de acuerdo a la época, sino que los
cuatro fueron descubiertos por los sabios de la verdad, juntos.


Y en realidad cada uno está incluido en el otro, porque en la Biblia (Tan Haj) también está el lenguaje de la Cabalá, como por ejemplo ponerse de pié (Amidat Ha Tzur) en la roca y las trece formas de misericordia que hay en la Torá, a modo de que se sientan en cada párrafo.  También están las carrozas (Merkavot) que figuran en el libro de Ishaiahu (Isaías) y de Yejezkel (Ezequiel) y por sobre todos ellos, El cantar de los cantares, que en su totalidad está en el lenguaje de la Cabalá. Y de la misma manera la Halajá (Leyes)
y el lenguaje de las leyendas y no hace falta decir, el tema de los
nombres sagrados que no se borran y que tienen en todos los idiomas un
solo significado.


El orden evolutivo de los lenguajes


Todo tiene una evolución progresiva y el lenguaje más fácil de
utilizar, es el que su evolución concluyó tiempo antes que los demás.
Por lo tanto, al principio era el lenguaje de la Biblia (Tanaji T), por ser la más fácil de las lenguas y su uso era muy común.


Después de ella viene la lengua de las Leyes (Halajá), por estar embebida por completo del idioma de la Biblia (Tanaji T), además, porque tenían que utilizarla para enseñarle al pueblo las Leyes (Halajá) de manera práctica.


La tercera, es la lengua de las leyendas. Y aunque también la encontramos en no pocos pasajes de la Biblia (Tan Haj),
pero sólo como una lengua auxiliar, porque su agudeza apresura la
percepción del tema, sin embargo, es imposible de utilizar como lengua
base, por faltarle la precisión de la relación raíz- rama que hemos
explicado anteriormente. Es por esto que su uso no era común y por lo
tanto, no evolucionó.


Aunque la lengua de las leyendas tenía mucho uso en la época de los sabios del Talmud, era sólo utilizada de apoyo al idioma de la Biblia (Tan Haj), como apertura común a lo dicho por los grandes maestros. Rabí… comenzó, etc.(
y otras conclusiones) y realmente toda esa amplitud de uso, en la época
de los grandes maestros, dio comienzo después del ocultamiento de la
lengua de la Cabalá; es decir, también en la época del Rav Yojanan Ben Zacai
y aun un poco de tiempo antes; es decir, setenta años antes de la
destrucción del templo, por lo dicho anteriormente y es suficiente para
el que entiende.


El último en desarrollarse es el lenguaje de la Cabalá y esto, por la
dificultad de entenderlo, porque además del alcance, se necesita
recibir las explicaciones de las palabras y aún los entendidos, no la
podían utilizar, porque en su mayoría eran únicos en su generación y no
tenían con quien utilizarlo. Los maestros denominaron a este lenguaje,
hechos de la Merkavá (Maase Merkavá), por ser un idioma especial, con el que se puede hablar en detalle de Herkev, la forma de armar los grados uno en el otro, sin incluir, de ninguna manera, cualquier otro.


El idioma de la Cabalá es similar a cualquiera de los idiomas hablados


Y su preferencia, está en su significado oculto !en una sola palabra!


Superficialmente pareciera que el lenguaje de la Cabalá, fuera una
mezcla de de las tres lenguas mencionadas anteriormente. No obstante, el
que sabe hacer uso de él, se dará cuenta que es un lenguaje especial,
desde el principio al fin y no nos referimos a las cualidades de las
palabras, sino a sus significados. Esta es la diferencia entre ellas.


En lo que se refiere a las tres lenguas anteriores, casi no hay
significado de ninguna palabra, es decir, que permita al estudioso,
comprender que es lo que la palabra sugiere y sólo con la combinación de
todas las palabras y algunas veces también temas, se puede entender su
contenido y su significado. La ventaja del lenguaje de la Cabalá es, que
cada una de sus palabras, revela al estudioso, su contenido y sus
significados, con una precisión exacta, no menos que cualquiera de las
lenguas de los hombres, donde cada una de las palabras tiene un
significado exacto que no se puede cambiar por otro.


El olvido de la sabiduría


Desde el ocultamiento del Zohar, lentamente se fue olvidando
este importante lenguaje, porque eran cada vez menos los que se
ocupaban de él y se hizo una pausa de una generación, en la cual el
cabalista, no lo entregó a otro cabalista que entendiera. Desde entonces
se creó una increíble carencia.


Y vean, que el cabalista Rabí Moshe De Leon, que fue el último que lo
tuvo y por él fue develado al mundo, nos damos cuenta que no entendió
ni una sola palabra, porque en los libros en los que menciona párrafos
del libro del Zohar , se puede ver que no entendió en absoluto esta lengua, porque le dio el significado de acuerdo a la lengua de la Biblia (Tan Haj) y entorpeció mucho el entendimiento, a pesar de haber conseguido grandes alcances, como atestiguan sus escritos.


Así fue durante generaciones, en donde los grandes cabalistas ocuparon todos sus días, en entender la lengua del Zohar, y no sabían por dónde empezar, porque empujaron con grandes presiones, la lengua de la Biblia (Tan Haj) y es por esto que  el libro fue sellado, lo mismo que con Rabí Moshe De Leon.


La Cabalá según el ARI


Hasta que apareció el único cabalista, el ARI, que su alcance espiritual era ilimitado y nos abrió la lengua del Zohar
y nos enseñó a conducirnos en él. Si no hubiera fallecido tan joven, no
nos podemos imaginar la luz que hubiera podido obtener del Zohar
y con lo poco que pudimos recibir de él, se nos preparó el camino y la
entrada, con fiel esperanza, de que a continuación alguna generación nos
abra el entendimiento, para poder comprender por completo.


Y con esto entenderás, por qué los más grandes del mundo, que aparecieron después del ARI, dejaron de lado todos los libros que se escribieron con respecto a esta sabiduría y a las explicaciones del Zohar y se prohibieron, casi con temor, y lo mejor de sus vidas lo invirtieron en las palabras del ARI.


Y sabe, que no es por no creer en la grandeza de los cabalistas que existieron antes del ARI,
Dios no permita dudarlo, porque todo el que se ocupe de esta sabiduría,
verá que no tienen límite los alcances de estos grandes sabios, en la
sabiduría de la verdad. Y sólo un ingenuo puede ponerlo en duda, sólo
que el orden lógico de esta sabiduría de ellos era de acuerdo a las tres
lenguas anteriores.


Como cada una de las lenguas, es real y se acomoda a su lugar, pero
no se adapta por completo y también errónea en entender el orden de la
sabiduría de la Cabalá atesorada en el Zohar, por ser una
lengua diferente de punta a punta, por haber sido olvidada y es por eso
que no utilizamos sus explicaciones, tanto las explicaciones del mismo Rav Moshe De Leon, como las que nos llegaron después. Porque estas no son verdaderas en cuanto al significado del Zohar y hasta el día de hoy, tenemos un solo esclarecedor y él es el ARI y nadie más.


Por lo dicho anteriormente, se deduce que el interior de la sabiduría
de la Cabalá, no es otra cosa que el interior de la Biblia (Tan Haj), el Talmud y las leyendas, y la única diferencia entre ellas es sus explicaciones.


Es parecido a una sabiduría que ha sido traducida a cuatro lenguajes.
Porque la esencia de esta sabiduría no cambió en nada por cambiar de
lenguaje y todo lo que tenemos que pensar es cuál es la traducción más
cómoda que se adapte mejor para ser entregada al estudiante.


El tema al que nos enfrentamos, con respecto a la sabiduría de la
verdad, es decir, la sabiduría de la revelación Divina, en Su camino a
sus criaturas, al igual que otras ciencias, tiene que ser entregada de
generación en generación y cada generación agrega un eslabón al anterior
y así va evolucionando la ciencia y al mismo tiempo se va preparando
para difundirse más ampliamente entre las masas.


Es por esto que, cada maestro debe transmitir a sus estudiantes todo
lo que heredó de esta sabiduría, de las generaciones pasadas y agregar
lo que él mismo haya alcanzado para las posteriores generaciones. Porque
claramente el alcance espiritual, de la manera en que la persona lo
alcanza, es imposible transmitirla a otro, ni mucho menos escribirlo en
un libro. Porque los objetos espirituales no vendrán de ninguna forma,
en letras de la imaginación (aunque se haya dicho, “Y por la intercesión
de los profetas he empleado las similitudes”, literalmente no es así de
simple.)


El orden en que se transmite esta ciencia


Si es así, ¿cómo puede el hombre que haya alcanzado la espiritualidad
transmitir sus logros, a las generaciones venideras y a sus alumnos? Y
tienes que saber, que sólo hay un camino y éste es a través de rama-raíz
y esto es porque todos los mundos salieron del Creador con todo su
contenido, hasta el mínimo detalle, como si se tratara de un único y
especial pensamiento, donde el pensamiento mismo se desarrolló e hizo
todo el desarrollo de los mundos, de sus criaturas y comportamiento,
como está aclarado en el Etz Ha Jaim (El Árbol de la Vida) y en las correcciones del Zohar.


Por lo tanto todos quedan igualados, como sello e impresión, donde el
primer sello deja su marca en todos los demás y es por eso que a los
mundos que se encuentran más cerca del propósito del pensamiento
(creación), los denominamos raíces y a los mundos que se encuentran más
alejados del propósito, los denominamos ramas, y esto es porque el fin
de la acción comienza en el pensamiento.


Por esto entenderemos cuál es el dicho en las leyendas de los
maestros: “Y observa desde el fin del mundo hasta su fin”; ¿tenían que
decir desde el principio del mundo hasta su final? Lo que sucede, es que
hay dos finales, el fin como consecuencia de su alejamiento al propósito; es decir, las últimas ramas de este mundo, dos, el fin, denominado el propósito general, porque el propósito se devela al final.


Sin embargo, por lo aclarado en, “El fin de la acción comienza en el
pensamiento”,  nosotros encontramos el propósito encabezando a los
mundos y a esto lo denominamos, primer mundo, o, primer sello,
desde donde el resto de los mundos, aparecen y son sellados por él, y
esta es la razón por la cual, todas las creaciones, el reino inanimado,
el vegetativo, el animal y el humano, se encuentran en todos sus
aspectos, inmediatamente en el primer mundo y lo que no hay allí, no es
posible que sea descubierto nunca, porque no se da lo que no se tiene.


La raíz y la rama en los mundos


De acuerdo a lo dicho, es fácil entender, la cuestión de raíz-rama en
los mundos, porque el crecimiento en el inanimado, el vegetativo, el
animado, el humano, de este mundo, tiene su equivalente, con todo
detalle, en el mundo superior, sin ninguna diferencia en su forma, pero
sólo en su materia, porque el animal o la piedra de este mundo, está
formado por material físico y el animal y la piedra que se encuentra en
el mundo superior, está formado por materia espiritual, que no ocupa
lugar ni tiempo, sin embargo, su cualidad, es una sola.


A esto, por supuesto hay que agregar, la cuestión de la relación de
la materia con la forma, la cual depende, por supuesto de la calidad de
la forma. Esta es la causa por la cual la mayoría de los niveles
inanimado, vegetativo, animado y humano del mundo superior, se
encuentran como ellos y realmente iguales, en el mundo superior. Esto
continúa hasta el primer mundo, allí, donde ya están todos los elementos
al final de su labor, en el secreto escrito “Y vio Elokim todo lo que hizo y he aquí que estaba muy bien”.


Y es por eso que los cabalistas escribieron, que el mundo está en el centro de todo, para indicar lo de arriba, en donde el fin de la acción, es el primer mundo; es decir, el propósito
y el alejamiento del propósito, se le denomina, el descenso de los
mundos, desde el Creador hasta este mundo material, que es el más
alejado del propósito.


Pero el fin de todo lo corporal, es desarrollarse lentamente y llegar
hasta el propósito, que el Creador pensó; es decir, al primer mundo,
donde el mundo en el que nos encontramos, es el último; es decir, el
epílogo y de toda la materia. Pareciera que el mundo del propósito, es
el último mundo y nosotros, los hijos de este mundo, nos encontramos en
el medio entre ellos.


La esencia de la sabiduría de la verdad


Y con esto, queda entendido, que así como la revelación del género
animal en este mundo y su conducción de existencia, es una maravillosa
sabiduría, también la revelación de la abundancia Divina en el mundo,
los grados y también la manera en que actúan, se unen para crear juntos
una sabiduría maravillosa, prodigiosamente, mucho más que la ciencia de
la física. Porque la ciencia de la física, es sólo el conocimiento de la
organización del ente, existente en el mundo particular. Y es especial,
sólo en lo que se refiere a su tema y ninguna otra ciencia está
comprendida en ella.


Eso no sucede con la ciencia de la verdad, por ser un conocimiento
general de todos los niveles inanimado, vegetativo, animado y humano del
que se encuentran en todos los mundos y en todas sus instancias y
conductas, que han sido incluidos en el pensamiento del Creador; es
decir, en el propósito, por lo cual, todas las ciencias del mundo, de
las menores a las mayores, están incluidas en ella, de manera
prodigiosa, ya que uniforma a todo tipo de ciencias diferentes unas de
otras y alejadas unas de otras, como del este al oeste. Se uniforman en
un  mismo orden, es decir, el orden de toda ciencia se ve obligado a
utilizar sus mismos caminos.


Por ejemplo, la ciencia de la física está organizada de acuerdo al orden de los mundos y de las Sefirot
y la ciencia de la astronomía, está organizada de acuerdo al mismo
orden, lo mismo la ciencia de la música, etc. etc. De tal manera, que
nosotros encontramos que todas las ciencias se organizan y se presentan
según un vínculo y una relación y todas se parecen a ella, como la
relación entre un hijo y su progenitor, por lo cual, se condicionan unas
a otras; es decir, que la ciencia de la verdad, está condicionada por
las otras ciencias, así como todas las ciencias están condicionadas a
ella. Es por ello, que no encontraremos un verdadero cabalista, que no
tenga un conocimiento global de todas las ciencias del mundo, al ser
adquiridas por la ciencia de la verdad en sí misma ya que el por qué
está incluido en ella.


La unión


Y la principal maravilla de esta sabiduría, es la integración que hay
en ella; es decir, que cada detalle de la inmensa realidad, va junto a
ella, se integra, se anexa y se une, hasta que se convierten en un ente,
el Todopoderoso y todos ellos juntos.


Porque desde un principio, encontramos en ella, a todas las ciencias
del universo, reflejadas en ella, ordenadas en ella, según su orden.
Después de lo cual, nosotros encontramos, que todos los mundos y el
orden que se encuentra en la sabiduría de la verdad misma, que es
inconmensurable, se unen bajo diez realidades solamente, llamadas diez Sefirot.


Luego esas diez Sefirot se organizan y aparecen en cuatro
cuestiones, las cuales son, el Nombre de cuatro letras. Y luego todas
estas cuatro cuestiones, se organizan y se integran a la punta de la
letra Yud, que insinúa el Ein Sof.


De tal manera, que aquel que comience con esta sabiduría, está obligado a comenzar por la punta de la Yud y de allí a las diez Sefirot del primer mundo, denominadas el mundo del Adam Kadmon y de allí ve como la inmensidad de los detalles que se encuentran en el mundo de Adam Kadmon,
se extienden de acuerdo a un orden obligatorio, de causa y
consecuencia, con las mismas leyes que encontramos en astronomía y
física; es decir, leyes fijas, inquebrantables que por supuesto se
orignan una de otra, que se desprenden una de otra, desde el extremo de
la Yud hasta toda la extensión del mundo del Adam Kadmon
y de allí se impresionan y salen unas de otras, de cuatro mundos, como
sello e impresión, hasta que llegamos a toda la extensión de este mundo y
luego volvemos otra vez y nos integramos cada uno en su amigo, hasta
que todos llegan al mundo de Adam Kadmon, luego a las diez Sefirot y más tarde al Nombre de cuatro letras hasta el extremo de la Yud.


Y no hay que preguntar, ¿si el material es desconocido, como se lo
puede tratar por los caminos de la lógica? Sin embargo, encontrarás esto
en todas las ciencias, por ejemplo, cuando nos ocupamos de anatomía, de
miembros separados y de la actuación de unos con otros, vemos que esos
miembros no tienen ningún parecido con el tema general, que es el hombre
vivo  en su totalidad, sino, que a medida que el tiempo pasa, cuando
conocemos esta sabiduría al dedillo, podemos relacionar en su
generalidad todas las partes, porque el cuerpo entero depende de ellos.


La cuestión es la siguiente: el tema general, es la revelación de la
Divinidad a sus criaturas, en el secreto del propósito, como dicen:
“Porque toda la tierra estará llena del conocimiento del Señor”.


Es verdad que el que comienza, queda sobreentendido que no tiene
ningún conocimiento sobre el tema general, de que depende de la
integración de todos.  Y por lo tanto, tiene que adquirir todos los
detalles y la manera en que actúan unos en otros y afectan a través de
causa y consecuencia, hasta que concluye toda esa sabiduría y cuando la
conoce al dedillo, si tiene un espíritu puro, por supuesto que será
merecedor de lograr el tema en su totalidad.


Y aún, si no lo consigue, es finalmente un gran premio, el adquirir
cualquier percepción de una sabiduría tan grande, que supera al resto de
las sabidurías, por los valores de los temas tratados, así como
valoramos la ventaja del Creador sobre sus criaturas, también la
sabiduría que trata sobre Él es importante y sobrepasa a la sabiduría
que trata sobre sus criaturas.


Y no porque sea inalcanzable, es que el mundo se abstiene de
contemplarla, ya que el astrónomo no tiene ninguna percepción de las
estrellas y planetas, sino de los movimientos que ellos realizan, en una
sabiduría maravillosa, que está predeterminada con una providencia
maravillosa. De tal manera, los conocimientos en la sabiduría de la
verdad no están más ocultos que eso, porque los movimientos se aclaran
muy bien, aún para los principiantes, ya que toda la prevención era,
porque los cabalistas la hicieron desaparecer del mundo con gran
astucia.


Dar permiso


Estoy contento de haber sido creado en esta generación, donde ya se
puede publicar la sabiduría de la verdad. Y si me preguntan, ¿cómo sé
que ya es permitido? Les contestaré, porque se me dio el permiso de
revelarlo; es decir, que hasta ahora no se le ha revelado a ningún
maestro, los caminos mediante los cuales le es permitido tratar en
público, frente a cualquier pueblo y colectividad y explicar cada una de
las palabra. Porque yo también le juré a mi maestro, no revelarla, como
los alumnos que me antecedieron. Pero este juramento y esta prohibición
consideran esos caminos comunicados de boca en boca, de generación en
generación, hasta los profetas y más, porque si esos caminos hubieran
sido descubiertos por las masas, hubieran acarreado un gran daño, por
motivos conocidos sólo por nosotros.


Es verdad que ese camino, del cual yo trato en mis libros, es un
camino permitido, aún más, mi maestro me ordenó ampliarlo en todo lo que
pudiera y nosotros la denominamos, la forma de revestir las cosas. Y
consulta los escritos de RaShBi, que a este camino se lo denomina dar permiso.
Y esto es lo que me otorgó el Creador en toda su extensión. Ya que es
costumbre nuestra, que esto no depende de la grandeza del maestro mismo,
sino de la situación de la generación, por lo dicho,  “Era merecedor el
pequeño Shmuel, etc. sólo que su generación no era digna de
eso”, es por eso que dije que logré el poder revelar la sabiduría, a
causa de mi generación.


Nombres abstractos


Es un gran error pensar, que la lengua de la Cabalá utiliza nombres
abstractos, sino que al contrario, ella sólo toca temas reales. Es
verdad que hay cosas en este mundo, que son reales, aunque no las
percibamos, como por ejemplo: el magneto, la luz y similares. De todas
maneras, ¿quién es el ingenuo que dirá que estos son nombres abstractos?
Si nosotros conocemos muy bien su acción, qué nos importa el no conocer
su esencia. Al final nos referimos a ellos como un tema
certero, acerca de los hechos que se relacionan con estos. Y su nombre
es muy real. Aun el bebé que comienza a hablar, los puede llamar por su
nombre, cuando puede sentir sus acciones. Y esta es nuestra ley, lo que no alcanzamos, no lo definiremos con un nombre.


En lo corporal no se percibe la esencia


Aun las cosas que nos parecen que alcanzamos en su esencia, como la
piedra y el árbol, después de un confiable examen, nos quedamos sin
captar su esencia, porque no conseguimos sino su acción, que funciona en
la medida en que nuestros sentidos los tocan.


Alma


Por ejemplo, cuando la Cabalá dice que las tres fuerzas son: 1) el
cuerpo. 2) el alma animada. 3) el alma sagrada. No se refiere a la
esencia del alma, porque la esencia del alma es fluida y es a lo que los
psicólogos llaman “El yo” y el materialismo “Eléctrico”.


Y el hablar de su esencia, es una pérdida de tiempo, por no estar
organizada para causar una impresión a través de nuestros sentidos, como
todos los objetos materiales. Pero al observar en la esencia de este
fluido, los tres tipos de acciones de los mundos espirituales, los
distinguimos bien, de acuerdo a los diferentes nombres y de acuerdo a
sus acciones reales en los mundos superiores. Por lo tanto, no hay aquí
nombres abstractos, sino reales en toda la extensión de la palabra.


La ventaja de mi explicación, sobre las explicaciones anteriores


Se puede ayudar a explicar las cuestiones de la sabiduría de la
Cabalá, utilizando las ciencias exteriores, por ser la sabiduría de la
Cabalá, la raíz de todo y todo está incluido en ella. Hay quien se ayudó
de lo escrito en la anatomía,  “Entonces ya sin la carne veré a Dios”, y
hay quien se ayudó de la sabiduría de la filosofía y los últimos
utilizaron a la psicología en mayor grado.  Pero todos estos no examinan
el verdadero significado, porque no aclaran el cuerpo de la sabiduría
de la Cabalá, sino que nos muestran, cómo el resto de las otras
sabidurías están incluidas en ella, por lo que los estudiosos no se
pueden ayudar de una fuente u otra, aún cuando la sabiduría del servicio
a Dios, es la más próxima a la sabiduría de la Cabalá, que cualquier
otra ciencia.


Y no es necesario decir, que es imposible asistirse de la sabiduría
de la anatomía, o de la filosofía, por lo cual dije, que soy el primero
en interpretar según raíz-rama y causa y consecuencia. Por lo que, si
alguna persona entiende algo, gracias a mi interpretación, él puede
estar seguro, que en todo lugar que encuentre ese mismo tema, en el Zohar o en las Tikkunim, lo puede asistir, como las interpretaciones acerca de lo literal, que le permite ayudarse en un lugar al igual que en todos.


La clase de explicaciones de acuerdo a las ciencias exteriores, es
una pérdida de tiempo, ya que no dice más, que el testimonio de
verdades, de una a la otra y he aquí, que una ciencia exterior no
necesita de testimonios, porque la providencia preparó cinco sentidos
para atestiguarlo y aceptarlo. Y en la Cabalá (de todas maneras) hay que
comprender el argumento del entendido, aún antes de traer testigos a su
demanda.


El estilo de los comentarios según la ciencia


Y esta es la causa de la equivocación del Rav Shem Tov, que interpretó el Moré Nebujim (trabajo
filosófico de Maimonides) según la sabiduría de la Cabalá y no sabía, o
se hizo el que no sabía, que también se puede interpretar la ciencia de
la medicina, o cualquier otra ciencia, según la sabiduría de la Cabalá,
no menos que la sabiduría de la filosofía. Al estar todas las ciencias
incluidas en ella y con su sello, impresas.


Aunque con seguridad que el Moré Nebujim no se refería a lo que le adjudicó el Shem Tov y él no vio la manera en que… En el libro Yetzirá
interpretó la Cabalá, según la filosofía. Y ya demostré, que este tipo
de interpretaciones, son una pérdida de tiempo, porque las ciencias
exteriores no necesitan testimonios y a la sabiduría de la Cabalá, aún
antes de interpretarla, no tiene sentido traerle testigos, acerca de su
veracidad.


Es como el fiscal, que antes de aclarar su demanda, trae testigos
para verificarla (fuera de los libros que tratan acerca de la tarea
Divina, porque la sabiduría de la tarea Divina, realmente necesita
testimonios de verdades y logros y hay que asistirse de la sabiduría de
la verdad).


Aunque todas las combinaciones que se encuentran en este estilo, no
son para despreciar.  Porque después de entender bien el esclarecimiento
de esta sabiduría, basada en sí misma, podremos recibir la asistencia
de las analogías con respecto a cómo todas las ciencias están incluidas
en ella y también la forma de investigarlas.


El secreto para alcanzar esta sabiduría


Tres son las categorías que tiene esta sabiduría y estas son:


1: El tema de la autenticidad de la sabiduría y ella no necesita
ninguna ayuda humana, porque toda ella es un regalo Divino y ningún
extraño intervendrá en ella.


2: El entendimiento de esas fuentes que alcanzó en las alturas. Como
el hombre que tiene frente a él a todo el mundo, a pesar de lo cual debe
persistir en entender a este mundo. Aún cuando ve todo con sus propios
ojos, hay ingenuos y hay sabios. Este entendimiento se llama, la
sabiduría de la verdad, y Adam ha Rishon, fue el primero en
recibir una serie de ideas suficientes para entender, lograr y
aprovechar al máximo, de todo cuanto viera y alcanzara con sus ojos.


Y esta serie de conocimientos, sólo se entregan de boca en boca.
Además los rigen una evolución determinada, donde cada uno puede
incrementar a su compañero, o retroceder (lo que no ocurre en el primer
paso, todos reciben lo mismo, sin agregar y sin quitar, como Adam,
en su comprensión de la realidad de este mundo. Al contemplarlo son
todos iguales,  pero no es lo que ocurre con el entendimiento, pues hay
quien evoluciona de generación en generación y hay quien retrocede). Y
el orden de la entrega, es a veces llamado, la entrega del Nombre
Explicito y este se entrega bajo muchas condiciones, pero sólo de boca
en boca y no por escrito.


3: Es acerca del orden en que está escrito y esto es algo
completamente nuevo. Porque además de encontrar en él, una amplia
explicación de la evolución de la sabiduría, donde cada uno lega sus
alcances a las generaciones venideras, también encontramos una
característica esplendorosa, donde cada uno que se ocupa de ella, aún
sin entender lo que está escrito, se purifica y las luces superiores se
acercan a él y este orden de sucesos, tiene cuatro lenguajes, por lo
explicado anteriormente y el lenguaje de la Cabalá, los supera a todos.


Orden de entrega de la sabiduría


El mejor camino para el que anhela estudiar esta sabiduría, es buscar
un verdadero cabalista y obedecerlo en todo lo que diga, hasta que sea
merecedor entender esta sabiduría por sí mismo; es decir, su primer
discernimiento; y luego será merecedor que se la entreguen de boca a
boca, que es el segundo discernimiento; y luego el entender lo escrito,
que es el tercer discernimiento. Es entonces, cuando heredará toda esa
sabiduría y sus elementos, con facilidad de su Rav y tendrá tiempo de agregar amplitud y a evolucionar.


Pero, en la realidad, existe un segundo camino, cuando por un anhelo
muy profundo, se le abre la visión del cielo y alcance por sí mismo
todas de las fuentes, que es el primer discernimiento. Luego está
obligado a esforzarse y a trabajar mucho, hasta que encuentre un Rav
para estar bajo su tutela, inclinarse y obedecer, escucharlo y recibir
la sabiduría cara a cara, que es el segundo discernimiento y luego el
tercero.


Pero como no estaba respaldado desde un principio, por un cabalista,
entonces sus alcances le llegan con un gran esfuerzo y le toman mucho
tiempo y así le queda poco tiempo para evolucionar en ella, o a veces
ocurre, que el entendimiento llega después de un tiempo, como se dice “Y
se morirán, pero no de sabiduría” y ellos son el noventa y nueve por ciento, y los que nosotros llamamos “Aili Ve Lo Nafqui”,
“que entran pero que no salen”, que son parecidos a los ignorantes e
ingenuos de este mundo, que ven un mundo dispuesto frente sus ojos y no
lo entienden en absoluto, excepto el pan en sus bocas.


Aunque es verdad, que no todos lo logran por el primer camino, porque
la mayoría, después de alcanzar lo espiritual, se tornan complacientes y
no pueden someterse a la disciplina de su Rav, porque no son
dignos de merecer esa sabiduría. En este caso, debe el maestro esconder
la esencia de esta sabiduría de ellos,  “Y se morirán, pero no de
sabiduría”,”Aili Ve Lo Nafqui”, entran pero no salen.


Y todo esto, porque al entregar la sabiduría, existen grandes y
enormes condiciones, que provienen de razones necesarias. Es por esto
que son muy pocos los que consiguen agradar a su Rav, hasta el punto de ser encontrados merecedores de algo así. Dichosos serán los recompensados.


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