martes, 14 de marzo de 2017

Torá y Masorá

Torá y Masorá




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ES LA TORÁ?
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ENSEÑANZA ESCRITA Y LA ENSEÑANZA ORAL
 
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Transmisión inicial de la Enseñanza Oral
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EPOCA DE LOS HOMBRES DE LA GRAN ASAMBLEA
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ES LA HALAJÁ?
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RAZONES DE LOS PRECEPTOS
 
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a D-os con alegría
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y caridad en la Torá
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de la Torá en la vida del judío
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Torá debe ser escrita a mano
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qué la Tora sigue siendo importante en nuestros
días?
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significa realmente ser el "Pueblo
Elegido"?
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pendiente
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613 MANDAMIENTOS
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DIEZ MANDAMIENTOS
 
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maljut shamayim"
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SIETE PRECEPTOS DE NOAH
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DE LA LEY ORAL
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GUEMARÁ
 
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de los Tratados en la Mishná, Talmud Babli y
Talmud Yerushalmi
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SEBURAI
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Y AJARONIM (Anteriores y Posteriores) - codificadores
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TORA VISTA BAJO LA LUZ DE LA CABALA
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DE LA TORA: LOS TRECE PRINCIPIOS (La Beraitá) DE RABI
ISMAEL
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"MEAM LOEZ" COMO MEDIO PARA CONOCER LA TORA
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BA´AL SHEM TOV Y EL MOVIMIENTO JASÍDICO
QUÉ ES LA TORÁ?: Ninguna interpretación
del judaísmo es judáicamente válida si no ubica a D-os
como la "fuente" de la Torá, ésta es
técnicamente, los Cinco Libros de Moisés - Torá Escrita
(Torá Shevijtav), también conocido como el Pentateuco
(Jumash). El rollo en el que está escrita y que se guarda en
el Arca Sagrada de la Sinagoga es llamado Rollo de la Torá -
Séfer Torá - que es en cierto sentido la Constitución del
pueblo judío. Esta Constitución no fué promulgada por el
hombre sino revelada por D-os. La Tora está dividida en
cinco libros que son: Bereshit (en el comienzo); Shemot
(nombres); Vayyikra (y llamó); Bemidbar (en el desierto); y
Devarim (Deuteronomio). Un año está dividido en 52-54
parashiot, cada parasha se lee semanalmente (lunes, jueves y
sábado). El ciclo de la lectura de la Torá se completa en
"Simjat Tora". Los Niveles de Estudio se dividen
en: PSHAT; interpretación literal; REMEZ: insinuación de
contenido; DRUSH: interpretación y análisis; y SOD:
secreto, místico -esotérico (Kabalah, Zohar, Hassidut).



Con
la Tora comienza la cadena de la Ley Judía. La Torá
Oral (Torá Shebeal Pé) posteriormente adquirida y
debidamente redactada en su forma cabal en la Mishná
y el Talmud es también conocida como la Enseñanza
Oral. Estas dos enseñanzas, tanto la escrita como la
oral, emanan de la misma fuente divina: de la
revelación divina en el Monte Sinaí, e incluyen las
explicaciones de los preceptos, los detalles de los
principios generales contenidos en las Escrituras y
las formas en que estos precep- tos han de ser
cumplidos, cosa que no nos lo dice la Torá Escrita.
Finalmente la Torá Oral fue fijada por escrito
durante el segundo siglo de la Era Común cuando
tomó su forma definitiva: La Mishná, que a su vez
constituye la base de la Guemará, es el monumental
registro de las discusiones y debates legales
conducidos por los Sabios. La Mishná y la Guemará
conjuntamente constituyen el Talmud. La Torá, tanto
la Escrita como la Oral, es la doctrina que dirige la
vida diaria del hombre, aunque primor- dialmente
habla al pueblo de Israel, contiene directivas para
todos los hombres.
Guide to Selected Jewish Online Resources La Torá se refiere a cada uno y a todos
los aspectos de la vida humana. Las leyes rituales,
generalmente consideradas como "observancias
religiosas" ocupan solamente parte del complejo
total de los preceptos. Los mandamientos de la Torá,
sus estatutos y regulaciones, cubren el área total
de la conducta social y humana. La Torá es la
concretización de la fé judía. Comprende los
términos de su Pacto con D-os. Es lo que hace que un
judío sea judío.
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LA ENSEÑANZA
ESCRITA Y
LA ENSEÑANZA ORAL: El enlace orgánico de
la Enseñanza Oral con la Enseñanza Escrita se destaca con
toda claridad en su mutua relación interior. Es imposible
separar una enseñanza de la otra ya que ambas constituyen
una obra única. Relata el Talmud, que un pagano se presentó
ante Shamai, deseoso de convertirse al judaísmo, pero bajo
la condición de aceptar la enseñanza únicamente escrita,
desechando la Enseñanza Oral. Shamai severamente rechazó al
pagano, por ser imposible reconocer la Enseñanza Escrita sin
aceptar la Enseñanza Oral. El mismo pagano acudió ante
Hillel, exponiéndole su deseo, siendo aceptado por este
último, basándose en el supuesto de que si éste ya cree en
la Enseñanza Escrita, indudablemente reconocerá también la
Enseñanza Oral, sin la cual es imposible comprender la
Enseñanza Escrita.



La Enseñanza
Oral puede ser subdividida en la parte "revelada"
de la Torá, que es en principio el Talmud, y la parte
"secreta" compuesta de la sabiduría mística, la
Cabalá. La Torá comanda un método, por ejemplo, la faena
de un animal, y el Talmud explica la práctica. El Talmud
tiene como fin en sí mismo la discusión de las leyes
religiosas que comprenden todo aspecto de las acciones
humanas. Este aspecto del Talmud está caracterizado por el
análisis de textos y discursos lógicos, y se denomina a su
vez "Halajá" (Ley). Otro aspecto del Talmud es
denominado "Agadá" (narración), que comprende
enseñanzas éticas que frecuentemente tocan lo místico.



De la
incompleta exposición de los códigos en la Enseñanza
Escrita, se aclara que ésta descansa en la amplia ley oral
para una aclaración exacta. La expresión Torá o
"Enseñanza" en singular, debe ser entendida como
término técnico, el cual comprende la totalidad de la
enseñanza con todos sus mandamientos, prohibiciones y
preceptos. Pero al hablar el Pentateuco de
"enseñanzas" en plural, se reconoce la existencia
de otra enseñanza al lado de la Enseñanza Escrita, y ésta
es precisamente la Enseñanza Oral que fué transmitida de
Moisés a Josué y de aquél a los ancianos quienes la
continuaron transmitiendo.



Torah Net Existe un principio en la tradición que
la Enseñanza Escrita no puede ser enseñada de
memoria, ni debe ser transmitida oralmente. Y a la
inversa, está prohibido registrar por escrito la
Enseñanza Oral. La idea tras esta regla consiste en
que la Enseñanza Escrita siempre deberá quedar en
su forma original inalterada: su texto no debe sufrir
ninguna alteración, porque la palabra escrita en el
monte de Sinaí debe ser conservada para las futuras
generaciones en su forma prístina.
Si fuese admisible transmitir la
Enseñanza Escrita oralmente, podían aparecer
alteraciones en su contenido sagrado. Por otra parte
no es compatible con el carácter de la Enseñanza
Oral, de la cual la mayor parte consiste en
deducciones e interpretaciones de nuestros sabios,
idea ésta contraria a la de formar un código
cerrado que no esté sujeto a un constante
desarrollo. Desde luego la Enseñanza Oral representa
algo jamás concluido. La tradición respecto a no
escribir la Enseñanza Oral de hecho subsistió casi
1.500 años desde la entrega de la Torá en el monte
Sinaí. Todo el cúmulo de estatutos y leyes
transmitido por tradición, vivía ya en las
academias y sanhederías como material exclusivamente
oral; no se tenían registros de las Enseñanzas
Orales, sino que eran elaboradamente memorizadas,
según era usual en la antiguedad.
Pero fué Rabí
Yehuda Hanasí quien se mostró temeroso de que las
generaciones futuras no fueran capaces de retener en
la memoria todo el acervo de la Enseñanza Oral,
debido al difícil destino del Pueblo de Israel que
ya vivía entonces en su mayor parte en la Diáspora.
Reunió Rabí Yehuda Hanasí un compendio de los
decretos y estatutos de la Mishná creados hasta
aquella fecha y los registró, con el único
propósito de conservarlos para las generaciones
venideras. Otros Tanaítas posteriormente continuaron
la labor de Rabí Yehuda Nahasí. Y así, fué
escrita posteriormente la BERAITHA, o sea el material
descartado por el propio Rabí Hanasí. Después
fueron registradas las polémicas sobre la Mishná,
bajo el nombre de GUEMARA. Existen dos recopilaciones
de estas polémicas, una que reúne las que
corresponden a las academias de la Tierra Santa, bajo
el nombre de Talmud Jerusalemita, y otra que reúne
las de las academias de Babilonia, conocido como el
Talmud Babilonio, el cual recibió mayor
reconocimiento por las generaciones posteriores.
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La
Transmisión inicial de
la
Enseñanza Oral:


De acuerdo con el propio texto del Pentateuco (Deut.
1: 5), Moisés había de explicar y de enseñar la
Torá al Pueblo de Israel.
Torah Programs, Project Genesis
En el Talmud se mencionan detalles
relativos a personajes conocidos, que ayudaban a
Moisés en esa labor. Setenta de entre los ancianos
eran los que asistieron a Moisés, cifra expresamente
referida en el propio Pentateuco, y eran ellos los
que al lado de Moisés enseñanban y explicaban la
Torá al pueblo. Josué, Hijo de Nun y discípulo de
Moisés, posteriormente el caudillo del pueblo, y
Pinjas, nieto y sucesor del Sacerdote Aarón,
recibieron la Enseñanza Oral de manos de Moisés y
la propagaron después. Josué y Pinjas transmitieron
la Enseñanza Oral a los Jueces. Entre aquellos
según las noticias del Talmud, se distinguía el
juez Osniel, hijo de Quenaz. Otros famosos jueces que
fueron los pilares de la Enseñanza oral son: el
Sacerdote Eli y el Profeta Samuel. Con Samuel se
inicia una cadena de profetas y él mismo fué el
fundador de una academia de profetas. Entre la
pléyade de los posteriores propagadores de la
Enseñanza Oral brillan los nombre del profeta que
ungió al rey David, Ajia Hasiloni, el profeta Elias
y su discípulo Elishá, quienes fueron los
depositarios de la Enseñanza Oral en su generación.
El
Sumo Sacerdote Yeioda, famoso por salvar al último
descendiente de la casa de David, transmitió la tradición
sagrada al Profeta Zacarías, después se encargaron de
propagar la Enseñanza Oral, los profetas Oseas, Amos e
Isaias. Del profeta Isaias recibió la Enseñanza el Profeta
Mica, después la Enseñanza fué recibida por los profetas:
Joel, Nahum, Habacuc y Jeremias, éste último vivió durante
y después de la destrucción del primer Templo (580 años
antes de la Era Común), Se exilió en Babilonia, y así fué
llevada la Enseñanza por Baruj hijo de Neria, el escribano y
fiel amigo del Profeta Jeremias. Además de las escrituras
Sagradas, se llevó a Babilonia los escritos del Profeta
Jeremías. El mismo Baruj hijo de Neria fué el maestro de
Esdras y de Nehemias. quienes iniciaron una nueva era en el
desarrollo de la Enseñanza Oral, la tan significativa época
de los "Hombres de la Gran Asamblea". Esta época
se concluye con Simón El Justo.
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LA EPOCA DE LOS HOMBRES DE LA GRAN
ASAMBLEA:


Cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, destruyó el reino de
Judá y quemó el Santuario de Jerusalem, se había cumplido
la terrible profecía de los Profetas Isaías, Jeremias y
Ezequiel. Esta profecía anunciaba que de todo el pueblo
judío quedaría sólo un pequeño resto. Asombrosamente
pequeño era en efecto el resto que había quedado. Según la
estadística de los historiadores sumaba la población de las
doce tribus en los tiempos del rey David, cerca de cuatro
millones de almas. De este número les tocaba a las tribus de
Judá y Benjamin, aproximadamente un millón de almas. En el
transcurso de cuatro siglos había de aumentarse
considerablemente la población. No obstante, des- pués de
la destrucción quedó en Judá un resto de apenas unos
cientos de miles de almas. La espada del enemigo, el hambre y
la plaga, aniquilaron millones de la población de Judá. La
mayor parte del núcleo restante fue arrastrado por
Nabucodonosor a Babilonia. Y aquél resto desdichado se
había convertido en la salvación del pueblo.



D-os no había
abandonado al pequeño resto y en el cautiverio los había
abrigado la Divina Providencia. Aquel resto del pueblo llevó
consigo al cautiverio todo el tesoro divino de la Torá como
antaño en el desierto los acompaño el Arca del Pacto. El
escribano y fiel amigo de Jeremías, quien peregrinó de
Egipto hacía sus hermanos en Babilonia, les trajo como
guardián abnegado todo el tesoro de la Enseñanza Divina. En
tal tarea también tuvieron sus grandes méritos los
sacerdotes, hijos de Sadok. Además, se encontraba entre los
refugiados en Babilonia el Profeta Ezequiel, quien los
enseñaba, animaba y consolaba. La actividad de aquellos
guías espirituales dió frutos. Los cautivos empezaron a
dedicarse al estudio intenso de la Torá y con la Torá
adaptarse así a la nueva vida. Reconocieron con
arrepentimiento que las grandes calamidades que los
alcanzaron eran castigo de D-os por haber carecido de fe en
el Todopoderoso, adorando ídolos y abandonando los senderos
de la justicia y la moral. Se acordaron que todas esas
desgracias fueron anunciadas por Moisés y posteriormente por
los profetas. Lamentaron así sus pecados del pasado.



Los días en
que fue conquistada Jerusalem por Nabucodonosor y fué
quemado el Santuario y asesi- nado Gedaliahu Ben Ajicam
fueron proclamados por los judíos como días de ayuno y
luto. Fueron estos los primeros días de luto nacional en el
cautiverio. El Profeta Ezequiel antes que nada, trajo a los
desdichados refugiados su maravillosa visión del Retorno a
Sión y de la reconstrucción del Santuario en Jerusalem. La
situación material de los refugiados en Babilonia llegó con
el tiempo a ser buena.



B'Or Ha Torah El
heredero de Nabucodonosor, Evil Merodac, les trataba
bien y libertó de la prisión al capturado rey de
Judea, Joaquin, de 37 años de edad, tratándolo con
benevolencia. Pero ésta condición fue transitoria
solamente. Los
cautivos de Judea fueron perseguidos
durante el reinado de Nabón, rey de Babilonia, quien
por fin fue obligado a abdicar de su trono. Su
vencedor Ciro (539 antes de la Era Común), fué el
que conquistó el imperio babilónico. La caida de
Babilonia fue anticipada por nuestros profetas.
Entonces fue que aún los más incrédulos, esperaron
entonces el cumplimiento de la útlima parte de la
profecía que decía que en pos de la caída de
Babilonia, vendrá el Retorno a Sión.
El derrumbe de
Babilonia conmovió el alma del pueblo, despertando
en sus corazones alegría y esperanza. Ciro permitió
a los judíos retornar a su patria, reconstruir
Jerusalem y el Santuario y ordenó que les sean
devueltos los utensilios y vajillas de oro, saqueados
por Nabucodonosor del Templo y llevados como botín a
Babilonia. Los retornantes a Sión, en número de
40.000, fueron encabezados por Zerubabel, nieto del
rey Joaquin, a quien Ciro le concedió el título de
Gobernador de Judá y Josué, nieto del último Sumo
Sacerdote.



Durante
el cautiverio de Babilonia, Judea fué ocupada
principalmente en el norte por los Samaritanos o
Cúteos, y en el sur, por los Amonitas y Edomitas.
Ciro obligó a esas tribus a que abandonaran las
partes conquistadas del país y se las devolvieran a
los retornantes a Sión. Los Samaritanos eran una
mezcla de diferentes tribus. Reconocían y aceptaban
la Enseñanza Escrita o sea el Pentateuco, pero no la
Enseñanza Oral que ignoraban. Además, no estaba la
fe de aquel pueblo totalmente libre de elementos
paganos. La situación interior de Judea era entonces
triste. Durante varios años la cosecha en los campos
fue muy escasa, había hambre en el país. En aquella
época que fue de decadencia espiritual, surgieron
dos profetas: Hagui y Zacarias, quienes detuvieron la
decadencia y animaron a los judíos a que
reconstruyesen el Santuario.
Nusion:  Tora Technology Merced a la actividad de esos dos
profetas y a la ayuda material de sus hermanos de
Babilonia, y también a la actitud amistosa del rey
persa Dario, fue terminada la reconstrucción del
Templo de Jerusalem en el año 516 a.e.c. El estreno
solemne del Santuario influenció poderosamente el
estado de ánimo religioso y moral de todo el pueblo
y tuvo como efecto que regresara una gran parte de
los judíos dispersos hacia su revivida patria.
En
las relaciones políticas internas de Jerusalem, surgió un
antagonismo entre el poder civil represen- tado por el
gobernador Zerurabel, descendiente de la casa del rey David,
y el poder espiritual repre- sentado por el Sumo Sacerdote
Josué. El primero tenía a su favor el prestigio de
pertenecer al linaje de David y el recuerdo de los días del
suntuoso Templo del rey Salomon, una epoca que todos
anhelaron a que retornase. Sin embargo, en aquellas
circunstancias su presencia inspiraba temor de poder favo-
recer las intrigas de los enemigos, que señalaban con los
dedos al descendiente de la casa de David como el futuro Rey
de Judea, lo cual podría acarrear peligrosas consecuencias
para la pequeña comunidad por parte del palacio real persa.



Ya con
anterioridad en el cautiverio de Babilonia, fué el Profeta
Ezequiel, quien se pronunció en contra de la restauración
de la monarquía. El consejo de los jefes de las familias,
que tenía entonces una influencia decisiva en todos los
asuntos públicos, miraba con desagrado a Zerubabel como
preten- diente al poder real. Muy grande fue la influencia
del Profeta Zacarias, quien había declarado que el Sumo
Sacerdote Josué iba a gobernar sobre Judá. El ambiente
general se inclinaba cada vez más en favor del Sumo
Sacerdote, porque así lo requerían las circunstancias.
Entonces fué cuando Zerubabel tuvo que retroceder. Abandonó
Jerusalem y retornó a Babilonia.



Los gobiernos
del Sacerdote Josué y posteriormente de su hijo, resultadon
ineficaces por las limitaciones constantemente impuestas por
los sátrapas persas. Los poderosos persas bajo el gobierno
de Xerxes exprimían cada vez mayores contribuciones,
mientras que los vecinos enemigos del norte, los Cúteos y
los Samaritanos, hacían constantes esfuerzos para dañar a
Judea a cada paso y en cada oportunidad. Esas circunstancias
adversas despertaron nuevamente entre los judíos y
especialmente entre las familias importantes y acomodades la
tendencia a acercarse a los Amonitas y Moabitas, entrando con
ellos en nupcias. Aún la propia familia del Sumo Sacerdote,
no pudo evitar semejantes matrimonios. De esta manera se
logró el mantenimiento de relaciones amistosas con los
vecinos y se favorecía el bienestar material.



Los
matrimonios mixtos con los semi-paganos Cúteos y Samaritanos
y con los Amonitas y Moabitas, prohibidos estos últimos
estrictamente por el Pentateuco, amenazaban la existencia
religiosa así como la integridad nacional del Pueblo de
Israel; representaban peligro de desaparecer entre los
paganos e idólatras. En el momento crítico cuando peligraba
la mera existencia física del Pueblo de Israel, apareció un
hombre de singular valía y dotación moral quien logró no
solo alejar el peligro amargante, sino también fortificar al
enseñanza de Moisés en los corazones de todo el pueblo no
sólo de su tiempo, sino de las generaciones posteriores,
siendo él quien inició una nueva y gran era en el
desarrollo espiritual del pueblo. Aquel hombre fué Esdras,
descendiente del famoso Sumo Sacerdote Jilquias y nieto del
Sumo Sacerdote Zeruyá, cuyos hijos alcanzaron grandes
méritos en la divulgación de la Enseñanza de Moises. En
Babilonia, después de las desgracias vividas, empezaron los
cautivos a cultivar la hasta entonces abandonada Enseñanza
Sagrada. Esdras se convirtió en el maestro de sus hermanos y
como tal alcanzó una autoridad indiscutible.



Merced a la
actividad de Esdras, floreció grandemente el estudio de la
Torá en Babilonia. Con anterioridad a las demás labores,
explicó los preceptos de la Enseñanza de Moisés exigiendo
su exacto cumplimiento. Fué él quien revivió la tendencia
religioso-legal en el judaísmo. Y así vemos que había
renacido la Enseñanza de Moisés en la propia Babilonia.
Entre los judíos en el país y sus hermanos en Babilonia se
mantuvo vivo un contacto constante. Esdras, por su parte, al
recibir noticias de la situación que prevalecía en Judá,
decidió trasladarse allá con el propósito de ayudar a sus
hermanos en desgracia. El monarca persa Ortoxerses le
autorizó su viaje y aún le obsequió valiosas dádivas para
el Templo de Jerusalem. Junto con Esdras retornaron de
Babilonia a Judá más de 1.600 judíos. El renombre y
autoridad de Esdras como guía y maestro del pueblo
anticiparon su llegada a Jerusalem. Desde luego, al llegar a
Jerusalem se encargó de la dirección espiritual de Judá.
Al saber de los matrimonios mixtos con los Samaritanos y con
los Amonitas y Moabitas, desgarró su ropa en señal de luto.
El público reunido en el atrio del Templo, profundamente
impresionado por las doctas palabras de Esdras, se
comprometió bajo juramento y sanción a separarse de sus
mujeres samaritanas y a devolverlas junto con sus hijos a sus
casas paternas. Esta decisión fue realizada totalmente por
una gran mayoría.



Los amargados
samaritanos construyeron entonces detrás de la ciudad Siquem
(Nablus), en el monte Gerisim su propio Santuario y altar de
acuerdo con los preceptos del Pentateuco, pero en compe-
tencia con el Templo de Jerusalem. Allí tenían también
sacerdotes de entre los hijos de Aaron, de aquellos que se
negaron a separarse de sus mujeres samaritanas y que por tal
motivo se trasladaron al campamento de esos últimos. Esta
noticia dió lugar a que Nejemías, quien fuera entonces el
encar- gado de las bedidas reales en el palacio persa, se
trasladara a Jerusalem. Nejemías siguió el camino de Esdras
y fué divulgador celoso de la Enseñanza de Moisés. Bajo la
poderosa influencia de ambos caudillos se estableció la vida
pública de Judea en plena consonancia con los preceptos de
la Ense- ñanza de Moisés. Acorde con los espíritus de
Esdras y Nejemías, fué establecido según los principios de
las leyes del Pentateuco un Tribunal constituído por las
personalidades más doctas e importantes del país, cuya
función era la de enseñar la ley de Moisés al pueblo y la
de impartir justicia de acuerdo con la Mishná. Ya en la
primera generación después de Nejemías, cobró plena forma
este meritorio tribunal el cual todo el pueblo reconoció
como el "Supremo Tribunal" con sede en Jerusalem.
De esta institución que existió hasta la nueva caída de
Judea, emanaron las leyes y los preceptos para todo el pueblo
de Israel, para todos sus hijos, en doquier que ellos
radicaran, sea en el país o en el extranjero.



Las leyes del
Supremo Tribunal llevan el nombre de "Palabras de los
Escribas". La tendencia de aquella época fué la de
realizar la más amplia divulgación entre el pueblo de los
conocimientos de las Escrituras Sagradas. En aquel entonces
ya fué poco conocida la antigua escritura hebraica, que fué
cambiada por la escritura asiria, desde entonces la Torá
fué escrita en la escritura asiria. Esta época histórica
que duró doscientos años y que es señalada bajo el nombre
de "Hombres de la Gran Asamblea y de los Escribas"
fué concluida por la ilustrísima personalidad del Sumo
Sacerdote, Simón el Justo. El fué precisamente el último
de los hombres de la Gran Asamblea, quien apareció cuando
Alejandro de Macedonia derribó el reinado persa en una
época de grandes acontecimientos a nivel mundial que
influenciarion poderosamente al Estado de Judea (325 a.e.c.).



Como
instituciones de la Enseñanza Oral establecidas antes de la
época de los Hombres de la Gran Asamblea existen un número
considerable de Decretos Pre- ventivos y de Estatutos que
proceden de los tiempos remotos de Moisés y Josué. Se hace
notar que los Decretos Preventivos (o Cerco a la Torá) y
estatutos que Moisés implantó no tienen el carácter
profético, lo que quiere decir, que Moisés no los había
otorgado en su carácter de profeta. Tampoco los oyó de D-os
en el Monte de Sinaí tal como había sucedido con la
Enseñanza Oral y Escrita, sino que fueron legislados por él
en base al poder que confiere el Pentateuco a los
depositarios de la autoridad rabínica de cada generación.
Los Hombres de la Gran Asamblea expresaban su actividad con
la siguiente Mishná: acostumbraban decir tres máximas:
"Seáis diligentes en el juicio, preparéis muchos
discípulos y hagáis un cerco en torno de la Torá".



Así también
volvieron a introducir en la vida todos los preceptos de la
Torá de Moisés, tanto en la vida familiar como en asuntos
privados y en cuestiones sociales. A la cabeza del pueblo se
encontraba el Supremo Tribunal con sus Decretos y Normas para
fortalecer la fe entre el pueblo. Los senderos de Esdras eran
seguidos por varios de los Hombres de la Gran Asamblea y los
Escribanos y el apodo Escribano (escritor) fué de acuerdo
con el Talmud, transmitido a ellos porque esos últimos
contaban los códigos creados en la Enseñanza Oral
sistematizándolos de acuerdo con sus números y cantidades.
Estos códigos cubrían todos los aspectos de la vida de la
comunidad, como son las leyes de derecho civil , comerciales
y las leyes penales, preceptos rituales sociales y derecho
familiar.



Los judíos
siempre consideraban la Enseñanza Escrita y la Enseñanza
Oral por inseparables. En el siglo VIII de la era común
surgió la secta de los caraítas, quienes negaban la
existencia de cualquiera Enseñanza Oral y concibieron el
punto de vista de que les compromete sólo la Enseñanza
Escrita, que puede ser libremente interpretada por cada
judío. Los resultados de su actitud se manifestaron en su
decadencia. De los caraítas quedaron sólo grupos reducidos.



La Enseñanza
Oral no representa algo ya terminado, eso lo expresó el
Ba´al Shem Tov, el padre del Jasidismo. El dedujo una idea
de los salmos: "La enseñanza de D-os es perfecta"
resulta que la Enseñanza Escrita es perfecta o sea completa,
casi no tocada, en el sentido de que todo el volumen de la
Enseñanza Oral hasta hoy constituye una parte mínima del
contenido de la Enseñanza Escrita. Uno de los comentaristas,
el autor del libro "Yereim" menciona como una de
las causas de la prohibicion de copiar la Enseñanza Oral, la
intención de que se destacara la mayor santidad de la
Enseñanza Escrita sobre la Enseñanza Oral. Pero Rabí
Yehuda Hanasí, descendiente de Rabí Hillel, quien vivió
alrededor del año 220 e.c. y era el último Principe de
Israel y el útlimo Tanaíta, decidió registrar la
Enseñanza Oral haciéndolo a través de un versículo de los
salmos: "Es el tiempo de hacer por D-os, alterando sus
preceptos", o sea de alterar la prohibición de
registrar la Enseñanza Oral. Todo lo omitido por Rabí
Yehuda Hanasí conscientemente en su academia, lo recopilaron
sus discípulos y se lo editaron como colección separada,
bajo el nombre de "Suplemento" -Tosefta- o sea
también "Compendio exterior" -Beraita- por no ser
insertado por el Rabí en la Mishná. Del estudio profundo de
los relatos del Pentateuco nuestros sabios han deducido que
en tiempos de Moisés tenían los Hijos de Israel la
oportunidad de escuchar por cuatro veces la Enseñanza Oral.
En sus enseñanzas le ayudaron a Moisés, su hermano Aarón
el Sacerdote con sus hijos y los setenta ancianos.
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QUÉ ES LA HALAJÁ? Significa básicamente
el "Camino Judío". El Judaísmo se desarrolló con
la creación de un conjunto de prácticas, un código de
actos religio- sos que pudieran establecer un modo de vida
religioso sin preocuparse demasiado de doctrinas lógicas.
Estos actos y prácticas emanan de conceptos básicos
teológi- cos y morales, pero tiene gran significado el hecho
de que esas teorías teológicas del judaísmo permanezcan
siempre invisibles y que puedan aprenderse sólamente por
medio de las prácticas religiosas que las originan. En el
judaísmo los artículos de fe y las teorías religiosas no
pueden divorciarse de las prácticas particulares. La
teología del judaísmo está contenida en gran parte en la
Halajá, el sistema jurídico judío que no se ocupa de la
teoría sino principalmente de la práctica que reposa sobre
dos principios gemelos: la soberanía de D-os y el carácter
sagrado del individuo. Esta filosofía se refleja claramente
en la Halajá.



Halajá en
sí, significa "el camino por el cual uno marcha".
Es el término general para la ley judía, tam- bién se
refiere a la decisión definitiva y autorizada sobre
cualquier tema específico. Está basada pri- mordialmente en
las ordenanzas bíblicas y en los mandamientos de la Torá
escrita y oral, como tam- bién en toda la legislación y
disposiciones rabínicas, incluyendo las decisiones
jurídico-religiosas transmitidas a través de las épocas en
forma de respuestas y comentarios de grandes e importantes
sabios rabínicos. Todo este conjunto sirve de base
autorizada y proporciona los antecedentes legales para el
proceso ininterrumpido de la adopción de decisiones
legales-religiosas hasta nuestros mismos días. La Halajá es
práctica y no teórica, legalista y no filosófica. Aunque
la fe es la base a partir de la cual la Halajá se
desarrolla, coloca su mayor énfasis en los actos. La Halajá
se ocupa de la aplicación adecuada de los preceptos -
Mitzvot - en toda situación y circunstancia de la vida
humana, destacando al Judaísmo como una "forma de
vida" que es acción y no solamente un "culto"
donde el énfasis es puesto sobre los actos. La Halajá exige
un compromiso en la conducta. Ella trata con
"obligaciones" éticas y "deberes"
religiosos. La Halajá es el concepto por el cual los
conceptos y los valores se aplican a la vida cotidiana al
señalar los métodos para la "concretización" de
la teoría, de los principios, del credo.
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LAS RAZONES DE LOS PRECEPTOS: El porqué de las
Mitzvot (Taamei Hamitzvot) ocupó la atención de todos los
ilustres sabios y rabinos de Israel. Cuanto más importante
fué el rabino o el sabio, mayor peso se atribuyó a sus
explicaciones y razonamientos pero en ningún momento se les
dió el papel de una doctrina impuesta. Sabios que vivieron
en épocas distintas y bajo otras condiciones consideraron
diversos objetivos y diferentes razones para la observancia
de una u otra observancia en particular. Esta variedad de
explicaciones, más que derogar la validez de determinado
precepto, pro- porciona un testimonio adicional de que la
Torá es, en efeto, una ley para todas las épocas: "a
través de vuestras generaciones, un estatuto eterno".



La única
razón que un judío devoto necesita para la observancia de
cualquier precepto - sea cual fuere la forma en que éstos
puedan ser clasificados - es que reflejan la voluntad de
D-os. Como obediente servidor del Señor, su deber es
cumplirlos. Sin embargo, este hecho jamás ha impedido al
judío tratar de comprender las razones de las múltiples
leyes y mandamientos. Al buscar tales razones sentía que se
acercaba al espíritu de la Divinidad y que de esa manera se
elevaba espiritualmente. Sólo cuando se enfrentaba a una
regla cuya razón se escapaba totalmente de su comprensión
(esas reglas se denominan "Jukim" en la Torá)
apelaba entonces al argumento más definitivo: esto es lo que
D-os exige de nosotros.



La razón
general que tiene la Torá para exigir del judío la
observancia de todas sus leyes y regula- ciones es porque de
esa única manera Israel puede llegar a ser santo y
santificado. Este llamado a la santificación de Israel como
la razón de ser para la observancia de los mandamientos, se
repite cons- tantemente a lo largo de la Torá, a veces como
introducción, a veces como conclusióin de secciones enteras
de leyes, y otras en relación con ordenanzas específicas.
La santidad como objetivo impregna toda la ley religiosa
judía y envuelve cada uno de los aspectos que son de la
incumbencia y experien- cia humana. Encontramos que el
judaísmo se preocupa por la santidad del invididuo, la
santidad del tiempo y la santidad del lugar. Todas las leyes
religiosas judías pueden definirse en términos de una u
otra de estas categorías.



La concepción
judía de la santidad puede formularse en los siguientes
términos: la Santidad no reside en una separación ascética
de la vida, o en el excesivo negarse a uno mismo los placeres
humanos, o en la represión de los deseos del hombre. Por el
contrario, debe formularse en la plena participación de los
vaivenes de la vida comunitaria y social, compartiendo tanto
las experiencias gratas como las penosas que surgen en la
vida, sin negarse a sí mismo ningún placer legítimo; pero
al mismo tiempo desarrollando el sentido del propio
discernimiento para poder distinguir y elegir entre el bien y
el mal, lo verdadero de lo falso, lo justo de lo injusto, lo
sagrado de lo profano, lo puro de lo impuro, lo limpio de lo
sucio. Cuanto mayor sea el sentido de discernimiento
ético-moral-religioso, mayor será la santidad del
individuo. Lo que se puede entender como
"separación" (vosotros os separaréis) no debe
interpretarse como "separarse de la vida", para el
judío esta sentencia significó alejarse de la idolatría,
separarse de lo secular, apartarse de lo vulgar y lo profano.
El objetivo de la observancia de las leyes de la Torá es
ayudar a la santidad personal para contribuir así a crear
una sociedad más santificada.



Un problema
real que enfrentan incluso las personas mejor intencionadas
que viven en un medio no religioso, fue planteado por
Maimónides en el siglo XII como: "la tendenia natural
del hombre a pensar y actuar como sus amigos y colegas y a
seguir las costumbres de sus conciudadanos". Su consejo,
tan útil en la actualidad como lo fue entonces, fue el de
acentuar la importancia particular que tiene el
"asociarse con hombres buenos y sabios... y apartarse de
los malvados para que sus actos no influyan sobre
nosotros".



Si es verdad
que la persona aspira a un ideal cuando interioriza los
preceptos y asocia sus sentimien- tos en su práctica, pero
un valor primordial es atribuido al acto en sí y esto se
basa en tres razones fundamentales:



1) El dominio
del mundo material al cual estamos sometidos, influye sobre
nuestro comportamiento y sobre el estado de nuestra alma. El
gesto exterior despierta el gesto interior. Por consiguiente,
depen- de de nosotros poner en acción la realización del
precepto que está bajo nuestro control, para adquirir así
el sentimiento del por qué se realiza el mismo. El acto
exterior realizado con diligencia despierta el empuje
interior. El hombre se impresiona de sus propios actos, su
corazón y su espíritu se atan a él. Por lo cual la
perseverancia escrupulosa en la costumbre de una práctica,
aún observada sin asociar a ella el corazón, acaba por
impregnar el sentimiento y por romper el hielo interior.



2) Las ideas,
aún las más elevadas, si no toman cuerpo en actos bien
determinados, acaban por corromperse y por corromper a sus
adeptos. A la imagen del hombre hecho de espíritu y de
carne, la idea debe encarnarse en la práctica para poder
implantarse en nosotros. Por esto la Torá expone un código
de leyes prácticas muy precisas y detalladas. En el cuadro
de esas obligaciones hay que entender el celo del judaísmo
en la multiplicación de la acción a fin de acceder al grado
de perfección máxima posible. Efectivamente, si ese ardor
no es inmediatamente fijado por una acción, corre el riesgo
de permanecer como un sentimiento estéril. Más aún, puede
ser nociva la sabiduría que no está acompañada de actos
suficientes que la inscriban en el corazón: "Aquel cuya
sabiduría es superior a los actos es comparable al árbol
con follaje pesado y espeso pero con raíces débiles, que el
viento puede arrancar" (Pirké Avot).



3) Del mismo
modo en que la cáscara protege al fruto, la acción
salvaguarda la puerza del sentimiento, mantiene el grado de
conocimiento y preserva la claridad de la visión interior.
Es la multiplicidad de las prescripciones subordinadas a la
práctica de cada Mitzvá la que salvaguarda nuestro apego a
la Torá en su integridad.



"Tengo a
D-os constantemente presente ante mí" (Salmo 16,8).
Este es un principio fundamental del Judaísmo que nos
procura el impulso para observar las Mitzvot con perfección,
pues existe una Providencia individual en todo lugar en que
uno se encuentra, y a cualquier momento. Los sabios dijeron:
"En todos tus caminos, conoce a D-os" (Proverbios
3,6) lo que significa que aún cuando el individuo satisface
sus necesidades materiales debe conocer a D-os y conducirse
con la conciencia de que D-os está sobre todas las cosas. En
regla general, la persona debe pesar sus actos y sus palabras
a fin que toda su conducta se amolde directa o indirectametne
a los Mandamientos.



El Creador del
hombre, con todo su amor, nos ofreció la Torá cuyos
múltiples preceptos constituyen una prescripción
indispensable, perfectamente adaptada a los requerimientos de
la naturaleza humana. Cada mandamiento, en sus mínimos
detalles, tiene por objetivo nuestro bien permanente. El
Eterno, Creador de todo lo que existe, nos indicó en
detalles las disposiciones que hay que tomar para hacer
frente a cada estado de cosas, el remedio que hay que
utilizar para contrarrestar cada fuerza que actúa en
nosotros, quienes no podemos entender todos los secretos de
la Creación y sus consecuencias, tan complejas e
inalcanzables a la comprensión humana limitada.
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Servir a D-os con
alegría:


Dos versículos de la Torá mencionan lo siguiente:
1) Te alegrarás de todo el bien que D-os te ha
dado". (Deut. 26:11) y 2) "He colocado
delante de tí la vida y la muerte, y tu escogerás
la vida" (Deut. 30:
Road Map to Jewish Learning
15-19).
Estos dos versículos dejan entrever que la alegría
de vivir, el optimismo y el bienestar pudieran ser
escogidos libremente como si un sentimiento afectivo
pudiera ser erigido artificialmente al nivel de un
mandamiento o de una obligación. Esto puede ser
sentido como una provocación, al momento que uno
pasa por pruebas, dificultades y dramas, no es fácil
simplemente ser feliz. Sin embargo, el segundo
versículo sugiere: exige la vida, a fin de que tú y
tu posteridad puedan vivir. Viene a la mente la
pregunta: Es que el hombre es libre de escoger entre
la vida y la muerte? De hecho, elegir la vida
significa optar por la libertad, la verdad, el amor,
lo que significa igualmente crecer, ser sensible,
condiciones estas indispensables para la expresión
de nuestro amor por D-os porque "no son los
muertos los que loan al Señor", como dice el
salmista. La vida judía, el ritual, consagran los
senti- mientos y la belleza de la vida. El tiempo no
es una marcha inexorable hacia la muerte, hacia la
nada. Tampoco es la constante del carácter triste y
angustiante de la vida en la que la absurdidad
aparente puede conducir al abandono. Es más bien el
bienestar que el hombre religioso judío vive, en la
exaltación de la celebración religiosa ligada al
tiempo, porque así le permite saber transformar lo
efímero en eternidad.
El
tiempo del pasado, el del presente y el del futuro forman una
única realidad. Esta doble dimensión, a la vez de alegría
experimentada y de la escogencia de la vida, nos permite
vivir el instante e insertarnos en la trama del futuro. Así
el judío se inscribe en la Historia, a fin de aportar a la
humanidad este suple- mento del alma, que nos permite
transcender la banalidad, y sublimar el profano cotidiano. En
efecto, la vía de la Torá, la alegría en el judaísmo es
el sentimiento interno del deber cumplido, de la conformi-
dad a la voluntad divina. Esta alegría encuentra su
traducción y finalidad en los actos concretos que tienen
como finalidad en nuestra vida, hacernos sensibles a la
presencia de D-os. Las delicias del Shabbat (oneg Shabbat),
la realización de la fiesta (en el cual la alegría es la
recompensa), las celebra- ciones religiosas, son las
ocasiones propicias para realizar la vocación judía. A fin
de introducir en el mundo más justicia, más fraternidad,
más amor, lo que nos da la conciencia vaga de participar en
la obra creadora de D-os, recreando a nuestro nivel el mundo
a fin que se convierta en la residencia de D-os. Todo esto
imprime al tiempo efímero de nuestra vida, una inscripción
en la eternidad así como una duración cualitativa
particular que nos permite trascender de nuestra condición
aparentemente miserable de hombre a una condición de agente
de D-os, su mensajero, para proseguir su obra de creación.

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Justicia y caridad en la Torá: En el siguiente
párrafo veremos cómo algunos ejemplos nos dan una idea del
carácter ético y moral de la Torá puestos en ejercício en
muchos aspectos de la convivencia entre los hombres: "No
diseminar falsos rumores, no tomar el juramento de un malvado
en calidad de testigo en vista de una iniquidad. No sigas a
la multitud que va al mal. No te parcialices hacia la
mayoría para torcer la justicia. Y no seas parcial en favor
del pobre en su proceso. Si vez a tu ene- migo sucumbir bajo
su carga, ayúdale. No detengas el derecho de tu prójimo que
esté en la miseria si el está en un proceso. Huye de la
palabra burlona y acusadora y no condenes al inocente. No te
corrompas, porque la corrupción ciega la visión de los
clarividentes y falsifica la palabra de los justos. No
oprimas al extranjero porque conoces su corazón ya que
fuiste extranjero en Egipto. No insultes a un sordo ni pongas
obstáculos en el camino del ciego. No le muestres
desinterés al débil ni favor al poderoso, juzga según la
justicia. No vayas esparciendo el mal entre los tuyos ni seas
indiferente al peligro de tu prójimo. No odies a tu prójimo
en el corazón. Cuídate de reprender a tu prójimo pero no
te cargues de un pecado debido a su causa. No te vengues ni
guardes rencor contra tu prójimo. Amarás a tu prójimo como
a tí mismo. Ponte de pie, has honra al ver una cabeza
blanca, respeta a la persona mayor. Si un extranjero viene a
permanecer contigo en tu país, no lo perturbes, será para
tí como uno de tus conciudadanos. No cometas iniquidad al
hacer juicio. En pesos y medidas, ten balanzas exactas, pesos
exactos y medidas exactas. Si tu prójimo o un extranjero o
recien llegado está contigo, no aceptes de su parte ni
interés ni provecho, ni le des tu dinero a interés ni de
tus alimentos para obtener provecho. Si hay un pobre entre
tus hermanos, al país que D-os, El Eterno te destine, no
endurecerás tu corazón ni le cerrarás la mano, a tu
prójimo necesitado. Abrele tu mano, prestale o dale según
sus necesidades, de lo que le pueda faltar.
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Jurisdicción de la Torá en la vida del
judío:
El espíritu de justicia es la defensa del
judío y la preservación del pueblo de Israel. Pero no basta
con la práctica de la justicia, también se la debe a las
prescripciones rabínicas que le han permitido al pueblo
protegerse impidiendo que desaparezca. La observación de las
prescripciones rabínicas constituyen el judaísmo integral.
Estas normas de vida abarcan el régimen fisiológico, la
vida privada, la vida social, la vida colectiva y nacional,
la cultural y religiosa, así como veremos a continuación:



1) El aspecto
fisiológico: el judío tiene que observar unas leyes
dietéticas muy rigurosas, esta selección de alimentos tiene
una trascendencia inmensa no solo para la salud del cuerpo
sino para el espíritu. Las relaciones sexuales son objeto de
recomendaciones inspiradas en la máxima cordura, estas
prescrip- ciones tenían por objeto proteger la salud y es
por esto muchas veces que el judío ha ofrecido mayor
resistencia a las enfermedades y epidemias;



2) La vida
privada: los deberes de los padres hacia los hijos y
viceversa, así como los deberes recípro- cos de los
cónyuges están también determinados por leyes. Todas ellas
conducentes a fomentar la paz del hogar;



3) La vida
social: derechos y deberes recíprocos de los hombres sin
distinción de religión, dentro de la sociedad y también
los derechos de los animales que fueron reconocidos 3530
años antes que el primer país civilizado proclamara los
derechos del hombre;



4) La vida
colectiva o nacional: el legislador judío encontró hace
3530 años el régimen ideal. Para el legislador judío la
tierra es el único patrón de valores y todos tienen derecho
a ella y se procura evitar el acaparamiento de la misma. La
tierra es la única riqueza real ya que todas las demás son
convencio- nales, así se aseguraba a todos un mínimo de
bienestar con leyes que procuraban la paz y el aleja- miento
de todas las causas de discordias y disputas;



5) La vida
cultural: El pueblo judío ha tenido muy poco analfabetismo.
Es la primera obligación del padre enseñar Torá
-instrucción- a su hijo. El afan del padre en todas las
esferas de la sociedad era tener hijos cultos. No solo
cultura espiritual, sino que también era igualmente deber
ineludible del padre dar un oficio al hijo; y



6) La vida
religiosa y espiritual: La Torá hace al hombre un ser útil,
le levanta muy por encima de la tierra y le revela que si su
cuerpo es materia y está destinado a la descomposición, el
alma es divina e inmor- tal y tiene adelante un porvenir
esplendoroso cuando se mantiene perfecta y pura. El judío,
encauzado por su Torá, posee una fuerza que lo ha hecho
sobrevivir a través de la historia, cuando pasaron Grecia y
Roma y el pueblo judío siguío permaneciendo, a quien se le
reprocha que todas sus leyes tienden a separarle de los
demás y a levantar entre el y los demás murallas
infranqueables. Con esto la Ley ha querido preservar al
pueblo para evitar que se pierda, preservándolo así con el
fin de ser el depositario de una doctrina de justicia que
puede salvar al mundo.
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La Torá debe
ser escrita a
mano:


Tora Scribe: Jewish Scribal Arts Pese
a los reconocidos prodigios de la tecnología, que
permiten un cuida- doso estudio, análisis y
difusión del Sefer Torá, su realización y
escritura siguen los mismos rigores que hace muchos
siglos. La Torá se continúa
escribiendo sobre un pergamino producido
a partir de la piel de un animal casher como el toro,
chivo o cordero, siendo esta última la más refinada
y costosa. Por otra parte ni las más sofisticadas
impresoras han sustituido las virtudes del carbón ni
opacado la labor de escribientes que utilizan una
pluma de ave para dar forma a los únicos estilos
gráficos que siguiendo los lineamientos establecidos
en la Cábala, garantizan un libro
"casher". Entre los estilos de escritura
resaltan: Velesh (sefardí), Beit Yoseph (Ashkenazi),
Arisal (Jasidim) y la Jabad Lubavitch. La Torá y sus
pulcros pergaminos sobreviven en un espacio atemporal
en el que sus 54 líneas se escriben a 3 o 4 columnas
y son cosidos con un hilo -casher- extraído del
tendón del animal; cada vez que el escribiente de la
Torá va a insertar el nombre de D-os, debe
pronunciar en voz alta, tal como le fué ordenado a
Moisés: "estoy escribiendo el nombre
de D-os". La Torá debe ser escrita
por una persona temerosa de D-os, porque su correcta
elaboración se basa en la confianza, ya que si se
trata de una persona temerosa de D-os y sabe de su
infinito poder, hará las cosas de manera correcta.
Pese a lo sagrado de la encomienda, el mercado está
lleno de Torá "pasul", así por ejemplo
hacia finales de 1999, una Torá kasher podía costar
por el orden de los 35.000 dólares, mermando este
precio sólo los errores tipográficos, la mala
escritura del nombre de D-os y la ausencia de un
certificado de garantía. Se dice que el 72% de los
Sefer Torá, aún los más examinados, poseen errores
de transcripción.
Los
rollos de la Torá que se utlizan para la lectura pública
son escritos a mano por un escriba experto denominado Sofer
Stam (STaM: Sifrei
Torá, Tefilin y Mezuzot),
quién también se encarga de escribir los Tefilin y las
Mezuzot. Escribir un Sefer Torá dura aproximadamente un
año. La lectura de la Torá en público es un acto sagrado
que debe hacerse en presencia de un Minyam (grupo compuesto
por 10 judíos varones mayores de 13 años). El Sefer Torá
deja de ser Kasher y se le considera "Pasul" si tan
sólo le falta una letra o está defectuosa. En este caso no
se lo puede seguir utilizando y debe ser enterrado, al igual
que los Tefilin y las Mezuzot inservibles, ya que no se les
puede botar en la basura. Los Sifrei Torá que se utilizan en
la actualidad tienen características idénticas a los
escritos por Moshé Rabeinu por instrucción divina.



Estudiar Torá
es uno de los preceptos más importantes del Judaísmo y
equivale al resto de las 612 Mitzvot. El descubrimiento de
los Rollos del Mar Muerto en 1947, demostró que la
transcripción de la Torá había permanecido idéntica,
llevada a cabo por la tradición de los Masoretas desde la
época del Segundo Templo, durante un período de 2000 años,
indicando que la Torá actual es la misma de siempre. A la
Torá se le llama en hebreo TORAT-EMET, Torá verdadera, que
significa "verdad absoluta" que queda verificada
con la palabra "emet" -verdad-, que en hebreo se
escribe con Alef, primera letra del Alef-Bet; con Mem, la
letra del medio y con Tav, última letra del Alef-Bet, esto
señala que la verdad para serlo debe ser verdad absoluta,
por todos los lados, desde el principio hasta el fin, pasando
por el medio, como lo es la Torá. En hebreo la palabra
"Fe" se dice "Emuná", que deriva de su
raiz "Emet": Verdad.
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Por qué la
Tora sigue siendo importante
en nuestros
días?



Jerusalem Letter: Contemporary Issues from a Torah perspective TORA
(raiz: Horaá -enseñanza-), es la enseñanza
constituida en su propósito central en el punto de
la moral, aquella que enseña y orienta al hombre
como debe vivir. El científico se preocupa de
fenómenos observables o cuantificables, trata
con
el qué y el cómo, de cómo ocurren las cosas, pero
no con el porqué visto desde el punto de la
finalidad de la Creación. El bien y el mal no pueden
ser probados ni cuantificados por ningún
instrumento, ni siquiera por el intelecto
filosófico. D-os a través de los preceptos de la
Torá define el bien y el mal, el hombre puede elegir
uno u otro, pero no le corresponde su determinación.
La imperfección del intelecto humano y el constante
cambio en los conocimientos y en las modas no pueden
servir de base para las decisiones de carácter moral
que determinan un estilo de vida particular en el
cual las acciones tienen una relevancia central. La
determinación del bien y del mal en términos
humanos es lo que ha conducido a la humanidad a la
crisis de valores que está viviendo actualmente como
ejemplo, la crisis que produjo la barbarie nazi que
basada en la lógica, la racionalidad y la ciencia,
definió el bien y el mal, quién debía morir y
quién debía vivir, según su conocimiento del mundo
y su convicción qué era lo mejor para la evolución
de la humanidad como raza.
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Qué significa
realmente ser
el "Pueblo Elegido"? La perspectiva judía
de elección está relacionada más con obligaciones y
responsabilidaddes que con privilegios o beneficios. El
pueblo elegido fué formado por los descendientes de Abraham,
Ytzjak y Yaacov y su cometido fue establecido a través del
cumplimiento de rigurosos canones de moral y espiritualidad
concretados en Torá y Mitzvot. De tal modo que la elección
no tiene la connotación de superioridad, libertad de acción
con impunidad u obtención de privilegios de ninguna índole;
tampoco la de ser un castigo; por el contrario, en el
judaís- mo los derechos son reemplazados por oblicaciones.
Ser judío implica tener responsabilidades adicionales. El
pueblo judío fué designado como un pueblo santo, formado
por sacerdotes y por tanto su vocación ha de ser la de
servir al mundo, no la de convertirse en su amo, su misión,
ha de ser ejemplo y luz entre las naciones.



Shema Israel Torah Network Cuando
los judíos se preparaban para recibir la Torá, D-os
informó a Moshé que se comunicara primero a las
mujeres sobre el evento de Matán Torá. La natu-
raleza
receptiva de la mujer y la generosidad de su
carácter la han colocado como mujer judía en un
puesto preferencial a los ojos de D-os. Además de la
Revelación en el Sinaí hay dos grandes eventos más
que ocurren con grandes intervalos, en la misma fecha
de SHAVUOT; se trata del fallecimiento de dos
destacadas figuras de la historia; el Rey David y el
Ba´al Shem Tov. Estos acontecimientos, además de
reafirmar que en el judaísmo no existen
coincidencias, pues todo depende de la voluntad de
D-os en un mundo que es su creación y por tanto
tiene propósito y moral, nos recuerda que la
revelación es un proceso contínuo y que nuevas
enseñanzas de los significados infinitos de la
Torá, han sido revelados a lo largo del desarrollo
de la historia judía como pueblo.
Estos
acontecimientos tienen una conexión interna pues representan
tres momentos cruciales en la Revelación. La primera
ocurrida en Sinai, con Moshé, representa el descenso de D-os
al mundo físico. La Torá deja de estar en el cielo por
iniciativa de D-os y baja a la tierra. Con David, primer rey
de Israel y planificador del Primer Templo se produce la
elevación del mundo en su nivel de santidad, y el ascenso
del hombre en espiritualidad. Este doble movimiento, de D-os
alcanzando al hombre y del ser humano ascendiendo hacia D-os
se convertirá en una unidad con el advenimiento del Mashiaj.
Pero el gran adelanto para el alcance de este logro han sido
las enseñanzas del Ba´al Shem Tov, quien a través de
Jasidut, ha develado la dimensión interna y oculta de la
Torá, es decir, la comprensión del "alma" de la
Torá que sirve de inspiración para el cumplimiento de la
parte revelada o cumplimiento técnico de la misma. Nos
enseña que la Luz Divina está presente en el mundo y con
sus enseñanzas se acelera la llegada del Mashíaj -sucesor
de David- época en la cual se develará la Torá interna y
se alcanzará la paz.
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Shavuot: Acustica Espiritual:
Shavuot, la segunda de las tres festividades de peregrinaje
(Shalosh Regalim) celebra el evento máximo del judaísmo, 50
días después del éxodo de Egipto. Es la ocasión en la
cual D-os entrega la Torá al pueblo judío en el monte
Sinai, en el año 2448 después de la Creación (hace 33
siglos), 26 generaciones después de Adam. Con la
proclamación judía de "NAASE VENISHMA" -haremos y
entenderemos- se sella el compromiso de la verdadera
acepción del recibi- miento de la Torá y la observancia de
las Mitzvot. El judío entiende que la Torá, por ser
expresión de la Sabiduría Divina, es infinita y por tanto
vá más allá de lo que se puede explicar intelectualmente,
lo que implica que aún cuando no se comprenda el significado
profundo de las mitzvot, estas deben ser cumplidas, la
acción produce efectos espirituales que trascienden a la
razón y además la propia vivencia hace desarrollar el
entendimiento de las mismas. Shavuot -semanas- así llamada
por la culminación de las siete semanas del Omer, también
alude a la palabra en hebreo que se escribe del mismo modo y
se pronuncia en forma diferente Shuavuot (juramentos). Dicen
nuestros sabios que dos juramentos se produjeron en esa
fecha; el de D-os que prometió al pueblo judío que nunca lo
reemplazará por ningún otro y el del pueblo que se
comprometió a no olvidarlo jamás. Allí en el Sinaí, cada
uno de los judíos dijo para siempre que sí.



La ausencia de Eco: La singularidad del
evento de Matán Torá con la entrega de los Diez
Mandamientos en la cual se oyó la voz de D-os, tan
penetrante que muchos millones de personas la pudieron
percibir, no es el mismo tipo de sonido que se conoce en la
actualidad. La Torá esplicíta un detalle curioso cuando
dice que ese sonido no tuvo eco, cosa que no es natural. El
eco, fenómeno que ocurre cuando el sonido rebota por
encontrar un obstáculo no se produjo en el Sinai porque el
sonido fué absorbido. La Revelación Divina transformó en
forma dramática y permanente la esencia del Universo
físico, que a partir de ese momento fué penetrado por la
Divinidad produciéndose la conexión con el ámbito
espiritual. Anteriormente se realizaban Mitzvot. Abraham
comió matzá, Yaacov se puso tefilin y así sucesivamente,
pero estas acciones no cambiaban la naturaleza del mundo
físico, las acciones tenían santidad pero el mundo no
estaba preparado para recibirla, lo espiritual no impregnaba
lo físico, cosa que ocurre a partir de la Revelación y nos
explica la particularidad de la acustica producida en Sinaí,
una acustica espíritual en la cual el sonido no rebotó sino
por el contrario fué absorbido totalmente. En Sinai no hubo
eco, el mundo entero se transformó con la espiritualidad que
D-os le infundió y a partir de allí el judío, a través
del cumplimiento de cada una de las Mitzvot en su vida
diaria, tiene la posibilidad de afectar espiritualmente el
mundo y transformarlo, preparando el camino para el
advenimiento de la era mesiánica, tiempo en el cual se
harán visibles las formas más sublimes de Revelación como
culminación del proceso que comenzó en Sinai.



Recibimiento pendiente: El encuentro con D-os,
experiencia de la Divinidad para los judíos de todos los
tiempos, está constituido por dos momentos que no
necesariamente coinciden en el tiempo; la entrega de la Torá
es un acto histórico único, en el cual el factor decisivo
es el divino mientras que su recibi- miento es diversificado,
continuado en el tiempo, siendo el hombre su protagonista
principal. Esa paradoja será resuelta cuando ocurra el
encuentro de los dos movimientos que tienen direcciones y
tiempos distintos. La entrega y recibimiento de la Torá no
sólo consiste en la transmisión de deter- minado cuerpo de
conocimiento, es la comunidación de un mensaje que produce
profundos cambios en el pensamiento y la conducta de quienes
la reciben, pues proporciona al hombre un marco de acción
para la vida, define su moral (para los judíos, a través de
las 613 Mitzvot y para los no judíos por los siete preceptos
de Noah), con una verdadera perspectiva objetiva y perfecta y
no bajo el enfoque limitado de la mente humana.



Por el libre
albedrío del hombre (posibilidad de elegir entre el bien y
el mal determinado previamente por D-os) el recibimiento de
la Torá no se resuelve en una decisión histórica
particular, sino que es el reto de cada individuo en cada
generación de entrenarse, absorber e interiorizar la Torá,
herencia dada a los judíos como un "Matán" -raiz
de "mataná", regalo- que les permite romper los
límites del tiempo y acceder al infinito, ejercer un estilo
de vida destinado a permitir el crecimiento del ser humano y
el mejoramiento del mundo. Este continuo proceso de
aprendizaje como lo demuestra la historia no ha sido lineal,
sino que ha sido dilatado y en ocasiones obstruido, a veces
por problemas de rechazo de diversa índole y otras por una
aceptación prematura o inadecuada, sin embargo después de
miles de años de un esfuerzo incesante de cada una de las
generaciones, se puede afirmar que la Torá entre- gada una
vez en Sinai sigue siendo recibida por Israel en la
actualidad. Es parte esencial del ser judío, grabada en su
alma como los Diez Mandamientos en la piedra, solo que a
veces le corresponde a la persona develar esa conexión para
hacer de la Torá parte de su vida, y unirse al pueblo que
D-os eligió para que sea testigo de Su existencia en el
mundo.



Moisés
escribió los cinco libros de la Torá, hasta de los pasajes
que habla de sí mismo, los escribió en tercera persona pues
cada palabra le fué dictada por D-os.
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LOS 613 MANDAMIENTOS: La Torá relata como
D-os creó el Universo, como nació la raza humana con Adam y
Eva a quienes D-os creó a su imagen, como nuestros padres
Abraham, Isaac y Jacob vivieron, como el pueblo judío se
transformó en una nación elegida por D-os para prestar
servicio sacerdotal a la humanidad. De estos 613 mandamientos
(Mitzvot) 248 son positivos (hacer) y 365 negativos (no
hacer). Los preceptos y mandamientos cubren cada fase de la
vida del judío, tanto los deberes para sus hermanos como la
manera de adorar a D-os, para llegar a los niveles morales
más altos.



Los profetas y
las escrituras sagradas fueron escritos por inspiración
Divina (Ruaj HaKodesh). Los libros de Samuel, Reyes, Esdras y
Crónicas se subdividen en Samuel I y Samuel II; Esdras y
Nehemias: Crónicas I y Crónicas II. En total tuvimos 48
profetas y 7 profetizas cuyas profecías fueron escritas por
su importancia duradera. Además de ellos, ha habido profetas
en Israel en cada generación, pero debido a que sus
profecías se referían sólo a su época, no fueron
escritas.
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LOS DIEZ MANDAMIENTOS:


1) Yo soy
El Eterno tu D-os, que te sacó de la tierra de Egipto,
de la casa de servidumbre.



2) No
tendrás otros dioses ante Mi Faz. No harás para tí
estatuas, ni imágenes semejantes a lo que hay arriba en
los cielos, o abajo en la tierra, o en las aguas debajo
de la tierra. No te postrarás ante ellos ni les
servirás, porque Yo Soy El Eterno tu D-os celoso que
revisa la iniquidad de los padres en los hijos hasta la
tercera y la cuarta generación de los que Me aborrecen,
y tiene misericordia por miles de generaciones a los que
Me aman y cuidan Mis Preceptos.



3) No
pronunciarás el Nombre del Eterno tu D-os en vano,
porque El Eterno no tendrá por inocente al que lo haga.



4)
Recuerda el día del Sábado para santificarlo. Seis
días trabajarás y harás toda tu labor, más el día
séptimo es Shabat consagrado a El Eterno tu D-os. No
harás ninguna labor, ni tu, ni tu hijo, ni tu hija, ni
tu siervo, ni tu sierva, ni tu animal ni el extranjero
que habita en tus puertas; porque en seis días hizo El
Eterno los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay
en ellos y descansó en el séptimo día; por eso bendijo
El Eterno el día Sábado y lo santificó.



5) Honra a
tu padre y a tu madre, para que se alarguen tus días
sobre la tierra, que El Eterno tu D-os te da.



6) No
matarás.



7) No
cometerás adulterio.



8) No
robarás.



9) No
darás falso testimonio contra tu prójimo.



10) No
codiciarás la casa de tu prójimo, no codiciarás la
mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su criada, ni su
buey, ni su asno, ni todo lo que sea de tu prójimo.
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Someterse a la ley del Reino de los Cielos
"Kabalat al maljut shamayim":
Los mandamientos en su
función más elemental son también un código de disciplina
establecido por D-os para la raza humana. De hecho, la
primera condición de los mandamientos es la sumisión
absoluta del hombre a la Ley de D-os. Su sublime exaltación
y abrumadora majestad; por cuanto que en la presen- cia de
D-os Todopoderoso, el hombre debe experimentar un sentimiento
de profundo respeto y humil- dad. Al mismo tiempo, el
corazón se llena de una adoración apasionada de la Divina
majetuosidad y de un anhelo de unirse a El. Así pues, el
hombre cobra consciencia de una serie de emociones en rela-
ción con D-os tales como el temor, el respeto, el amor, la
adoración, la resignación, etc. y estas emo- ciones que se
originan todas ellas en el intelecto, encuentran expresión y
satisfacción en la observan- cia de los preceptos divinos,
el sentido del temor le hará abstenerse de transgredir las
prohibiciones divinas y el sentido del amor le hará cumplir
todos los mandamientos positivos con devoción. Los
mandamientos divinos tienen por objetivo en primer lugar
imponer restricciones al hombre, de manera que este no se
exceda. Le recuerdan que el no es el dueño del mundo sino
simplemente su depo- sitario. El "Señor Feudal" le
ha confiado la administración de la hacienda. El debe
contribuir a su desarrollo y no dañarla ni destruirla. En la
filosofía de Jabad esta sumisión es transportada un grado
más lejos, a "Bitul Haresh" - resignación, la
cual se logra mediante la reflexión madura sobre la grandeza
de D-os a través de la idea de "Kabalat al maljut
shamayim" someterse a la ley del Reino de los Cielos.



Jewish Law Claramente, todo aquel que se someta a
los mandamientos divinos, aceptándolos como tales,
cumpliéndolos con sinceridad, fé y humildad
simples, no puede en modo alguno incurrir en una
degradación de su carácter. Por el mero hecho de
cumplir un mandamiento divino el hombre se vuelve
consciente de la existencia de D-os y la presencia de
D-os le es recordada. Los mandamientos en un sentido
general, tienden a educar al hombre en la
moderación. La templanza y la moderación son
algunas de las más finas cualidades humanas. El
cumplimiento de los preceptos divinos con sinceridad
y resignación es claramente un factor
fundamental
en la instrucción moral y la formación del
carácter del hombre. Es el primer paso en el avance
del hombre hacia la perfección espiritual más
elevada. En el Jasidismo, los mandamietnos se
denominan "las vestimentas del alma", y la
Torá se denomina "el alimento del alma".
El alma tiene tres formas de expresión: el
pensamiento, el habla y la acción. Cuando el hombre
observa los mandamientos de D-os, mediante hechos,
examina el significado y la importancia más
profundos de los mandamientos mediante el habla, y se
concentra, y comprende todo lo que su intelecto está
en condiciones de comprender sobre el significado
más profundo de la Torá, mediante su facultad de
pensamiento, el alma del hombre se sumerje totalmente
en los mandamientos divinos y se halla pues en
perfecta comunión con D-os.
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LOS SIETE
PRECEPTOS
DE NOAH: Estos preceptos son los
que el hombre no judío está obligado a observar:



1) Creer
en un D-os único.



2) No
blasfemar.



3) No
matar



4) No
robar



5) No
cometer actos inmorales de naturaleza sexual.



6) No
comer parte de un animal vivo.



7) Vivir
en países con sistemas jurídicos bien establecidos con
tribunales de justicia que aseguren el cumplimiento de
las leyes básicas de justicia humana.
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TRANSMISION DE LA LEY ORAL: Torá Shebeal-Pe.
Masorá -tradición-. Aparte de los pre- ceptos, mandamientos
y prohibiciones escritos en la Torá, D-os enseñó a Moises
más leyes que de- bía memorizar y pasar oralmente a sus
sucesores, quienes a su vez defenderían esta tradición de
generación en generación (de ahí la palabra
"Masorá" que significa transmitir). Muchas leyes y
costum- bres han sido de este modo observadas por el pueblo
judío tradicionalmente, como si estuvieran ver- daderamente
escritas en la Torá. La Masorá incluye todo lo que Moises
aprendió de D-os, pero que no escribió, sino que
transmitió oralmente a sus sucesores. Esta tradición pasó
de generación a gene- ración en el siguiente orden:




3300 D-os transmitió la Ley
Oral

a:
Todas
las ordenanzas recibidas por Moisés en el Sinaí, les
fueron transmitidas por D-os.
Tablas de la Ley, Torá,

Ordenanza (Ley Oral)
Moisés

(MOSHE RABEINU)
Moisés
escribió toda la Torá y remitió un ejemplar del Sefer
Torá a cada una de las Tribus de Israel, otro Sefer
Torá fué conservado en el Arca Sagrada donde estaban
igualmente depositadas, como testimonio para todas las
generaciones venideras, las Tablas de la Ley.
 
  Yehoshúa Bin Nun Recibe
de Moisés la transmisión de la Ley Oral
 
  Pinjas Nieto
y sucesor del Sacerdote Aarón. Comienzo de la Epoca de
los Jueces, la Ley Oral se transmite de maestro a
discípulo, de memoria.
 
  Elí Transmite
a su vez la Ley Oral recibida por su maestro.
 
  Shemuel Continúa
la transmisión de la Ley Oral de discípulo a maestro.
Con el Profeta Shemuel se inicia una cadena de profetas y
él mismo fué el fundador de una academia de profetas.
 
1000 David Con
él comienza la generación de Profetas que fueron
entonces a su vez depositarios de la Torá.
 
  Ajiyá    
  Eliyahu    
  Elishá    
0800 Yehoyadá Este
Sumo Sacerdote rescató al último descendiente de la
Casa de David.
 
  Zejariá    
  Hoshea    
  Amós    
  Yeshayahu    
  Mijá    
  Yoel    
  Najúm    
  Habakuk    
  Tsefaniá    
0580 Yirmiyahu Epoca
de la destrucción del Primer Templo de Jerusalem. En el
año 539 a.e.c. Ciro conquistó Babilonia y permitió que
los judíos regresaran a su patria para reconstruir a
Jerusalem y el Santuario. A consecuencia de varios
factores favorables, entre ellos la actitud amistosa del
rey persa Dario, se terminó de construir el Segundo
Templo en el año 516 a.e.c.
 
  Baruj Ben Neriyá    
  Ezra Hasofer Recibe
de la última generación de los Profetas la Torá. Ezra
y su corte constituyeron los
"Sabios de la Gran
Asamblea"

- Anshé Knesset Haguedolá - con 220 miembros.
 
  Shimón HaTzadik

(Simón el Justo)
Ultimo
sabio de la Gran Asamblea. Con él comienza el período
de los
TANAIM y las funciones del Sanhedrín con 71 miembros con sede en una sección
del Segundo Templo de Jerusalem. Se sigue transmitiendo
la Ley Oral de discípulo a maestro durante seis
generaciones.
 
  Antignos    
  Yosef Ben Yoeser    
  Yosef Ben Yohanan    
  Yehóshua Ben Rerajiá y Nitai Haarbelí    
  Yehóshua Ben Tabaj y Shimón Ben Shataj    
  Shemaya y Avtalión    
  H i l l e l .. .y. .. S h a m a i    
0070

 
AÑO 70 de
la Era Común:


Destrucción del Segundo Templo y de Jerusalem, comienzo
del éxodo actual del pueblo judío (Galut). Fin de la
transmisión de la Ley Oral de maestro a discípulo. Fin
del Sanhedrín.

  ESCUELA DE HILLEL ESCUELA

DE SHAMAI
   
  Rabí Yohanán Ben Zakai Rabán Shimón (hijo de Hillel) Rabí
Yohanán Ben Zakai, discípulo de Hillel, fundó el gran
centro rabínico de Yavné para perpetuar la enseñanza
de la Ley y así se consiguió transmitirla durante seis
generaciones más.
 
  Rabí Eliezer Hagadol Rabán Gamliel Hazaquén (hijo de Rabán
Shimón)
   
  Rabí Akibá Rabán Shimón (hijo de Rabán Gamliel)    
  Rabí Yshmael, Rabí Meir,

Rabí Shimón Bar Yohai
(escritor del Zohar)
Rabán Gamliel (hijo de Shimón)    
0220   Rabán Shimón (hijo de Yohai) Desde
la fundación de la academia de Yavné se transmitió por
intermedio de ella la enseñanza de la Ley. En esta
época termina el período de los
TANAIM
 
  Rabí Yehudá HaNasí

RABENU HAKADOSH


(hijo de Rabán Shimón) redactor de la Mishná
Comienzo
de la recopilación de la Ley Oral por escrito. Rabí
Yehuda HaNasí tomó la importante iniciativa para
asegurar la transmisión de la Ley, de ponerla por
escrito para salvarla del olvido en el curso de las
generaciones como resultado de las persecusiones de las
cuales el pueblo era objeto, de su dispersión y del
descenso del nivel de los discípulos. Al Recopilar el
conjunto de los preceptos recibidos de la Enseñanza Oral
transmitida elaboró un código escrito: La MISHNA.
La

MISHNA
0300   Rabí Yohanán (Amorá en Eretz Israel), Rav
(Rosh Yeshiva de Sura), y Rabí Shemuel (Rosh Yeshiva de
Pumbedita)
Con
estos discípulos de Rabí Yehudá HaNasí comienza el
período de los
AMORAIM. Ellos completaron su obra: Rav compuso el
Safrá y el Sifrí para enunciar y explicar los
principios de la Mishná. Grandes escuelas rabínicas
fueron fundadas en Babilonia y la Mishná fué enseñada
y explicada al pueblo. Las academias más célebres de
este tiempo fueron las de Pumbedita, Sura y Nehardeá.
Rabí Yohanan comienza su compilación de todo lo que se
había comentado sobre la Mishná en Eretz Israel, esta
obra dará origen al Talmud Yerushalmí.
Libros
SAFRA y SIFRI
Comienzo del
Talmud Yerushalmí



    Rabí Hiya Compuso
la Tosefta (Suplemento). Esta es una recopilación de
todas las leyes que Rabí Yehudá HaNasí no había
introducido en la Mishná por deseo de concisión.
TOSEFTA
    Rabí Oshayá y Rabí Bar Kapará Compusieron
las Baraiot, recompilación de todos los libros escritos
después de la Mishná para explicarla.
BERAITA
    Rav Ashé - redactor del Talmud, academia de Sura
junto con Ravina
Rav
Ashé, de la academia de Sura, emprendió junto con la
colaboración de Ravina, la obra de redactar todo lo que
se había comentado sobre la Mishná en Babilonia. Esta
otra llamada GUEMARA fué completada 300 años después
de la redacción de la Mishná.
La

GUEMARA
    El
conjunto de las leyes de la Mishná, con sus comentarios
de la Guemará se llama Talmud. El Talmud de Babilonia es
llamado TALMUD BABLI, y el de Eretz
Israel TALMUD YERUSHALMI. De estas dos
obras, el Talmud Babli es el más importante pues fué
completado después del Yerushalmí y contiene por
consiguiente la mayor parte de las enseñanzas de este
último.
El

TALMUD
0500     Comienza
la época de los

SABORAIM
, Sabios
pertene- cientes a la generación que siguió la clausura
del Talmud y que ofrecieron nuevas explicaciones y
aclaraciones.
 
0640     Comienza
la época de los
GUEONIM, eminentes maestros de las yeshivot de
Babilonia "Teshuvat hagueonim", representaban
la autoridad espiritual dominante. La
"Gueónica", redactada en estilo académico,
constituye una base importante para la comprensión del
Talmud todavía en nuestros días.
Teshuvot
Hagueonim es la responsa de los Gueonim, también
conocida como:

GUEONICA
1100

  Rabí Yitzjak Elfasi

(RIF)
Comienza
la época de los
RISHONIM
(los primeros) y los POSEKIM con el RIF como el Primer gran Posek. A
raiz de las persecuciones y la inestabilidad que reinaba,
el nivel del estudio bajaba y la comprensión del Talmud
y de la Responsa de los Gueoním estaba sólo al alcance
de una minoría. Por consiguiente, ciertos grandes
maestros sintieron la necesidad de presentar al público
las decisiones (Pesak) del Talmud y de los Gueonim en
forma de códigos de leyes sencillos, que fueron acogidas
con gran interés por el público.
Resumen
del Talmud en Arameo, donde se suprimió la argumen-
tación para sólo traer la decisión de la Halajá.
    Maimónides (RAMBAM) Discípulo
del RIF y segundo gran Posek, compuso su famoso código
de leyes, el Mishné Torá, como recopilación de todas
las leyes contenidas en el Talmud con el mismo propósito
de su maestro, para hacer accesible el conoci- miento de
toda la Ley Oral a todo el pueblo.
El

MISHNE TORA
(También
llamado Yad Ha Jasaká - la mano fuerte)
    Rabí Shelomo Yitzjaki
(RASHI)
Importante
sabio de la época de los Rishonim. Es el comentador por
excelencia del Talmud.
Cada
página del Talmud está acom- pañada de los co-
mentarios de Rashí.
1200   BAALE TOSAFOT:

Rabí Moshé Ben Najmán (RAMBAN)

Rabí Shelomó Ben Aderet (RASHBA)

Rabí Menajem Ben Shelomo (HAMEIRI)

Rabí Nisim Guerundi (RAN)
Los
Ba´ale Tosafot fueron las autoridades rabínicas que
completaron la explicación de Rashí, profundizando los
temas.
Además
de los comentarios de Rashí, cada página del Talmud
contiene los comentarios de los Tosafot
    Rabí Moshé Ben Yaacov de Kutsi (HaSEMAG) EL
HaSemag se especializó en las obras que presentan la Ley
Escrita con su contenido de Ley Oral, en un estudio de
las 613 Mitzvot
 
    Rabí Asher Ben Yejiel
(ROSH)
El
Rosh fué discípulo de los últimos Baalé Tosafot y el
Tercer gran Posek, autor de un código de leyes redactado
en hebreo y similar en su forma al del Rif.
 
1300   Rabí Yaacov Ben Asher

(Ba´al
HaTurim)
Hijo
del Rosh, compuso basándose en la obra de su padre, una
recopilación clasificada según los temas, llamada
"Arbaa Turim", dividida en cuatro partes: 1)
Tur Oraj Hayim: reglas relativas a las oraciones, a las
bendiciones, Shabat y fiestas entre otras; 2) Tur Yoré
Deá: leyes de Cashrut; 3) Tur Even Haezer: leyes
matrimoniales; y 4) Tur Hoshen Mishpat: código civil.
El

ARBAA TURIM:

1)
Tur Oraj Hayim

2) Tur Yoré Deá

3) Tur Even Haezer

4) Tur Hoshen MIshpat
1500

  Rabí Yosef Caro (MARAN: nuestro maestro) Uno
de los exiliados de España, fué el autor del "Bet
Yosef", importante comentario del "Arbaa
Turim" y base fundamental de su famoso código de
leyes "Shulján Aruj", que adopta en su
estructura la división del Arbaa Turim. El Shulján Aruj
es la recopilacón definitiva de las leyes judías que
rigen el comportamiento del pueblo de Israel. Para fijar
la Halajá, el Marán se basó sobre las tres obras
fundamen- tales de sus predecesores, Rif, Rambam y Rosh.
Con Rabí Yosef Caro finaliza la época de los
RISHONIM.
BET
YOSEF (Comentarios al Arbaa Turim)
El

SHULJAN ARUJ



1550   Rabí Moshé Iserles (REMA) de Polonia Comienza
la época de los
AJARONIM (los últimos) que se extiende hasta
nuestros días. El Rama completó el Shulján Aruj con un
apéndice que lleva su nombre, Ramá, y en el cual cita
ciertas reglas que el Marán no había incluído, otras
que expresan la opinión de maestros Ashkenazíes,
diferentes de aquellas del Marán, y también costumbres
de Ashkenaz.
RAMA
(Apéndice al Shulján Aruj)
    Rabí Mordejai Yafé Discípulo
de Rabí Moshé Iserles, compuso un código de leyes
llamado "Lebush" en forma simple, basándose en
los Arbaa Turim.
LEBUSH
(código de leyes)
    Rabí Yehoshúa Falk Hacohen (SAMA) Continuó
la tradición de los Posekim con el comentario
"Sefer Meirat Enayim" sobre el Hoshen Mishpat.
SEFER
MEIRAT ENAYIM
1600   Rabí David HaLevy (TAZ) Autor
del "Turé Zahav" sobre Yoré Deá, y el
"Maguén David" sobre Oraj Hayim
TURE
ZAHAV y MAGUEN DAVID
    Rabí Shavetai Hacohen (SHAJ) Autor
del "Sifté Cohen" sobre Yoré Deá y Hoshen
Mishpat.
SIFTE
COHEN
    Rabí Abraham Ben Hayim Halevy Gumbiner Autor
del "Maguén Abraham" sobre Oraj Hayim.
EL

MAGUEN ABRAHAM
1800   Rabí Eliyahu,

el Gaón de Vilna (HAGRA)
Autor
del comentario que lleva su nombre sobre todo el Shulján
Aruj
 
    Rabí Hayim Yosef David Azulai (HIDA) Autor
del "Birké Yosef".
BIRKE
YOSEF
    Rabí Israel Meir Hacohen

(JAFETZ HAYIM)
Autor
de la "Mishná Berurá" reconocida como la
mejor explicación que existe en nuestros días de la
sección Oraj Hayim del Shulján Aruj y que se convirtió
en el libro más popular de la Halajá
La

MISHNA BERURA
    Rabí Shneur Zalman de
Liadi, el "Alter Rebbe"
Fundador
y primer Rebe de
Jabad
Lubavitch
, autor del
"Shulján Aruj Shel HaRav" que cita las
costumbres de los
JASIDIM, así como la obra "Likutei Amarim
Tania" considerada la Torá Oral del Jasidismo.
El

SHULJAN ARUJ SHEL HARAV,

El

LIKUTEI AMARIM - TANIA
    Rabí Abraham Dantzig de Vilna Autor
del libro "Hayé Adam" que trata las leyes
relativas a la sección Oraj Hayim y del libro
"Hojmat Adam" sobre la sección Yoré Dea.
HAYE
ADAM y HOJMAT ADAM
1880   Rabí Shelomo Gantsfrid de Hungría Autor
del "Kitzur Shulján Aruj" (Shulján Aruj
abreviado), guía muy popular de la Halajá.
KITZUR
SHULJÁN ARUJ
    Rabí Yejiel HaLeví Epstein Autor
de la obra "Aruj HaShulján", que detalla todas
las reglas del Shulján Aruj con sus fuentes en el
Talmud.
ARUJ HASHULJAN
    Rabí Yosef Hayim de Bagdad Autor
del "Ben Ish´Hay".
BEN
ISH HAY
El Shulján
Aruj con todas sus amplias explicaciones y sus comentarios y
sus diferentes formas de presentación nos expone todos los
detalles necesarios para la práctica del Judaísmo como
voluntad del Creador, transmitida a través de la Ley Oral
por Moshé Rabeinu, por intermedio de una cadena
ininterrumpida, los Profetas, los Sabios, los Tanaim, los
Amoraim, los Gueonim, los Rishonim y los Ajaronim, que
divinamente inspirados supieron conservar el tesoro de la Ley
Oral en toda su pureza y autenticidad, y al mismo tiempo, la
escrutaron, la aclararon y la desarrollaron hasta ponerla al
alcance de cada uno de nosotros.
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LA MISHNA: Desde Moisés hasta
Rabeinu Hakadosh las leyes tradicionales fueron aprendidas de
memoria de esta manera y transmitida de generación en
generación oralmente como ya se mencionó. Rabenu Hakadosh
sin embargo, pensando que debido a los crecientes sacrificios
y persecuciones, los judíos no podían quizá retener
mentalmente todas esas leyes tradicionales, decidió
escribirlas. Siendo tanto un gtran sabio como un hombre de
medios económicos considerables, recurrió a su alrededor a
los más grandes estudiosos de su tiempo y juntos escribieron
todas las leyes tradicionales e interpretaciones de la Torá
que habían aprendido de sus maestros. Todo este vasto
conocimiento fué ordenado en seis secciones 1) Zeraim:
"semillas" -leyes agrícolas; 2) Moed:
"época" -leyes de Shabat y las Festividades; 3)
Nashim: "mujeres" - leyes matrimoniales; 4)
Neyilim: "daños" -leyes civiles y penales; 5)
Kodashim: "cosas sagradas" - leyes de Sacrificios
y; 6) Taharot: "pureza" - leyes sobre higiene y
pureza. Cada sección fué además subdividida en tratados
"masejrot" cada tratado en capítulos y cada
capítulo en "mishnaiot".
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]


LA
GUEMARÁ
:

Las mishnaiot fueron escritas en forma muy concisa,
sin discu- siones o argumentaciones. Los discípulos
de Rabí más tarde
Juedisches Leben
discutieron
y examinaron estas mishnaiot detalladamente en el
"Tosafot" y "Beraiot". Los
grandes estudiosos que vivieron luego de la
redacción y culminación de la Mishná, que
estudiaron, examinaron, discutieron e interpretaron
las Mishnaiot se llamaron "Amoraim"
(significa maestros o intérpretes). De esa manera
los Mishnaiot fueron estudiados en las grandes
Yeshivot de Eretz Israel y Babilonia por unos
cuatrocientos años después de la destrucción del
Segundo Templo. Finalmente, Rab Ashé, uno de los
más grandes sabios de su tiempo, hombre que combinó
saber con riqueza, al notar que los grandes problemas
y sufrimientos del pueblo judío ocasionarían el
olvido de las leyes e interpreta- ciones entregadas
de generación en generación, decidió escribirlas.
Junto con Ravina y otros jefes de Yeshivot en
Babilonia, recopiló la Guemará -el Talmud Bablí,
considerado sagrado por los judíos y estudiado aún
hoy en día. Los estudiosos de Eretz Israel ya
habían recopilado y organizado el Talmud Yerushalmi,
que también está considerado como sagrado y se
estudia hasta hoy.
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Estructura de
los Tratados
en la Mishná, Talmud Babli y
Talmud Yerushalmi:



        TRATADO  
MISHNÁ
.
TALMUD .

BABLI
TALMUD .

YERUSH.
I: ZERAIM: SEMILLAS
1 1 1   Berajot Bendiciones
2 2 2   Peá Espigas
3 3 3   Demai Producto sin impuesto cierto
4 4 4   Kilaim Mezcla de diversas clases
5 5 5   Shebiet El séptimo año
6 6 6   Terumá Ofrendas
7 7 7   Maserot Impuestos
8 8 8   Maser Shení Segundo impuesto
9 9 9   Jalá Ofrenda de masa
10 10 10   Orlá Fruto de árboles jóvenes
11 11 11   Bikurim Primeros Frutos
MISHNÁ TALMUD

BABLI
TALMUD

YERUSH.
II: MOED: EPOCA
1 1 1   Shabat El Shabat
2 2 2   Eruvim Fusión de los límites de

la propiedad en Shabat
3 4 3   Pesajim Fiestas de Pesaj
4 11 5   Shekalim Las contribuciones de Shekel
5 10 4   Yomá Día de la Expiación
6 7 7   Suká Fiesta de los tabernáculos
7 6 8   Yom Tov Días del festival o Betzá
8 9 6   Rosh Hashaná Fiesta de Año Nuevo
9 5 9   Taanit Dia de ayuno
10 8 10   Meguilá El Rollo de Esther
11 3 12   Moed Katán Días en medio del Festival
12 12 11   Haguigá Ofrenda del Festival
MISHNÁ TALMUD

BABLI
TALMUD

YERUSH.
III: NASHIM: MUJERES
1 1 1   Yebanot Cuñada viuda
2 2 2   Ketubot Acciones de Matrimonio
3 3 3   Nedarim Votos
4 4 4   Nazir Juramento de Nazirita
5 6 7   Sotá La sospechada de adultera
6 7 5   Guitín Documento de divorcio
7 5 6   Kidushin Esponsales
MISHNÁ
TALMUD

BABLI
TALMUD

YERUSH.
IV: NEZIKIN: DAÑOS
1 1 1   Baba Kamá Primera sección
2 3 2   Baba Metziá Sección intermedia
3 4 3   Baba Batra Ultima sección
4 5 6   Sanhedrin Los Sanhedrín
5 2 5   Makot Azotes
6 9 4   Shevcot Juramentos
7 7 -   Edujot Testimonios
8 10 7   Avodá Tzará Idolatría
9 8 -   Avot Los padres
10 6 8   Horaiot Instrucciones
MISHNÁ
TALMUD

BABLI
TALMUD

YERUSH.
V: KODASHIM: COSAS SAGRADAS
1 1 -   Zabayim Ofrendas animales
2 2 -   Menajot Ofrendas de harina
3 11 -   Hulim Leyes de Shejitá, Trefá, etc.
4 3 -   Bejorot Primeros
5 4 -   Erayim Votos de Valuación
6 5 -   Temurá Ofrenda - substituto
7 6 -   Keritot Extirpación
8 7 -   Meilá Sacrilegio
9 8 -   Tamid Ofrecimientos eternos diarios
10 9 -   Midot Medidas
11 10 -   Kissim Ofrendas de pájaros
MISHNÁ
TALMUD

BABLI
TALMUD

YERUSH.
VI: TAHAROT: PUREZAS
1 2 -   Kelim Recipientes
2 3 -   Ohalot Tiendas
3 4 -   Negaim Signos de Lepra
4 5 -   Pará La novilla roja
5 6 -   Taharot Purezas
6 7 -   Mikvaot Piletas de inmersión
7 1 1   Nidá Menstruación
8 8 -   Majshirim Predispuestos
9 9 -   Zabim Aquellos que sufren un flujo
10 10 -   Tebul Yom Aquel que se sumergió ese día
11 11 -   Yadaim Manos
12 12 -   Uktzim Tallos
RABANAN SEBURAI: Por este nombre se
conocían los estudiosos que vivieron luego de la redación y
terminación de la Guemará. No agregaron ni quitaron nada al
Talmud, simplemente se esforzaron en comprender e interpretar
la Guemará.
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GUEONIM: Los grandes sabios,
sucesores de los Rabanán Seburai, se llamaron Gueonim (Gaon:
excelencia). Por muchos años encabezaron las grandes
academias de Babilonia. El último de ellos fué Rab Hai
Gaón.
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RISHONIM Y AJARONIM
(Anteriores y Posteriores) - codificadores:
Luego de los Gueonim
vinieron los grandes estudiosos. Rabenu Jananel, Rabí Isaac
Alfasi, Rabí Guershom Meor Hagola ("Luz de la
Diáspora), Rabí José ibn Migash, Rabí Rambam
(Maimónides) y otros. Rashí (Rabí Shlomo Ytzjaki), ganó
fama inmortal por sus comentarios sobre la Torá y el Talmud,
sin los cuales sería ahora casi imposible entender ninguno
de las dos obras y Maimónides -por su Mishné Torá
(Repetición de la Ley), una codificación de todas las leyes
de Israel. Los nietos de Rashí, junto con otros grandes
sabios de su época recopilaron los "Tosafot"
(Suplementos).



Varios grandes
maestros de posteriores épocas juntaron los fallos finales y
las diferencias zanjadas sobre leyes de disputa codificadas
por los Rishonim y los organizaron. El más sobresaliente de
ellos fue el autor de los "Turim" (Rabí Jacobo,
hijo del "Rosh" -Rabí Asher, hijo de Rabí
Yehiel). Más tarde, Rabí José, hijo de Rabí Efraim (Caro)
reexaminó y amoldó los fallos y los organizó en su famosa
obra, el Shulján Aruj (Mesa Organizada), para que todo
judío pudiera leerlos y entenderlos.
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LA TORA VISTA BAJO LA LUZ DE LA CABALA: En el mundo hispánico
brillaron las figuras de grandes comentadores cabalistas. El
astrónomo e historiador Abraham Zacuto (1440-1515) refiere
que Nahmánides empezó a escribir a la edad de 16 años, el
Rabino de Gerona no había cumplido los 20 años cuando
pronunció el primero de sus sermones -derashot- ante una
audiencia formada por eruditos que conocían la Cábala. En
este sermón, expuso que existe un paralelo entre las
estructuras y diseño del mundo con el cuerpo humano, explica
ésto valiéndose de interpretaciones cabalisticas,
combinaciones de letras y números que relaciona con la
creación del universo, concluye que los mundos físico y
espiritual se unifican para dar testimonio de la existencia
del Creador.



Rambán trata
del centro donde radica la sabiduría del hombre basándose
en Provervios 22:17: "Inclina tu oido y oye las palabras
de los sabios y aplica tu corazón a mi conocimiento",
interpreta este verso diciendo que su autor, el Rey Salomón,
indica que la sabiduría tiene su origen en el oido, parte de
la cabeza y que de aquí se propaga al corazón. En 1263, se
dice ya que en los tiempos de Salomón la Torá era
considerada como un pozo cuyas aguas son profundas y ocultas
que el homgre no puede beber. Qué hizo entonces al hombre
sabio? El hecho de atar una cuerda a otra y esta a otra y
así sucesivamente hasta que sacó agua del pozo y bebió. De
igual modo las palabras de la Torá estaban ocultas, no eran
fáciles de comprender antes de Salomón.



El rey
Salomón consiguió explicar la Torá deduciendo conclusiones
de la relación de un tema con otro tema, de una parábola
con otra parábola. De esta forma afirma Nahmánides que
Salomón consiguió interpretar los secretos de la Torá
gracias a su gran sabiduría. Llegó a este conocimiento de
la Torá porque pidió a D-os un corazón comprensivo:
"Da a tu siervo un corazón entendido para juzgar a tu
pueblo y para discernir entre lo bueno y lo malo".
Nahmánides analiza las cualidades del carácter que
confieren grandeza al hombre. Hace la pregunta: Cuáles son
las características que hacen al hombre merecedor de
sabiduría y entendimiento? Señala que nuestros rabinos
dijeron que todo aquel que se consagra al estudio de la Torá
y practica actos de misericordia merece entendimiento. Todo
aquel que se dedica a actos de misericordia merece grandeza
por lo que misericordia es sinónimo de grandeza como está
escrito: "Según la grandeza de tu miseridordia".
También leemos en Tehilim: "Un acto de misericordia es
mayor que la vida". Añade Nahmánides que ningún
hombre puede decir que es piadoso a menos que posea fuerza de
carácter como nuestros Jajamin dijeron: "Quién es
considerado fuerte? Aquel que controla sus pasiones".
Afirma Nahmánides que estas dos características, grandeza y
fuerza, son las únicas actividades que confieren dignidad al
hombre y se adquieren a través de actos de misericordia que
son los atributos que coronan a D-os.



Beit-El Yeshiva El 4
de agosto de 1263, al contar 63 años, Nahmánides,
líder de los judíos de Cataluña, pronuncia su
segundo sermón llamado "El Discurso de la Torá
iluminante" en ocasión de la visita del rey
Jaime I a la sinagoga principal de Barcelona con
fines misioneros.
Después
de la marcha del rey, el rabino de Gerona pronunció
su derashá "La Ley del Eterno es
perfecta", sobre los valores imperecederos de la
Torá que es merecedora para el judío de una lealtad
interminable que no se quiebra bajo ninguna
circunstancia. En este sermón Rambán trata de la
superioridad de la Torá sobre la especulación
filosófica, comienza mencioando el Salmo 19:7:
"La Ley de D-os es perfecta, que renueva el
alma. El testimonio de D-os es fiel, que hace sabio
al sencillo". Describe Rambán que el rey David
después de haber declarado al principio del salmo:
"Los cielos manifiestan la gloria de D-os"
continuó diciendo cómo la grandeza de la obra de
D-os proclama el poder del Creador, pero
repentinamente se desvió y empezó a exponer la
alabanza de la Torá, afirmó que la Torá declara la
obra de D-os de un modo superior a como lo hacen los
cielos, el sol, la luna y las estrellas mencionados
al comienzo del salmo. La explicación de este punto
es que David comenzó diciendo "Los cielos
manifiestan la gloria de D-os, porque el movimiento
de los cielos es estable y permanece y todo objeto
móvil debe tener un agente que los mueva, así , los
cielos proclaman la gloria de D-os, es decir, que hay
un D-os que es todopoderoso, que controla los cielos
con su poder y fuerza". El primer versículo de
este salmo dice así: "Los cielos manifiestan la
gloria de D-os y el firmamento anuncia la obra de sus
manos". La segunda parte del primer versículo
de este salmo quiere decir que los cielos y los
planetas fueron creados. Este punto claramente
examinado y demostrado es uno que los filósofos han
establecido puramente a base de razonamiento.
La
Torá, la Ley perfecta de D-os, constituye en testimonio
todavía mayor de su gloria porque renueva el alma y enseña
sabiduría al simple. Esto quiere decir que la Torá elimina
todas las dudas de los corazones de los sabios y de los
necios más que lo hacen los movimientos de los planetas del
cielo". "Sin la ayuda de intructor, el hombre no
puede llegar a la conclusión, por medio de su conocimiento y
razonamiento que la Creación ocurrió. El hombre no puede
deducir que el universo no controla su propio movimiento y
que haya una causa que lo mueve (El Creador). En este caso el
hombre, solamente con su conocimiento y razonamiento, no
podría percibir directamente en el intelecto si existe
mandamiento o transgresión. No poseería ni entendimiento ni
objetivo, y no consideraría ninguna acción mejor o más
aceptable que otra, los días y los otoños le parecerían
idénticos, y todas las cosas serían tan monótonamente
uniformes para él como son para el ganado. Si consideras
todo esto tienes que reconocer que no existe otra fuente de
verdadera sabiduría que la Torá, no existe libro del
conocimiento y comprensión digno de comparación con la
Torá y todo lo que se pueda desear no se puede comparar a la
Torá. Así leemos:"lámpara a mis pies tu palabra y
lumbrera a mi camino". Nahmánides se refiere en este
sermón a la creación ex nihilo (de la nada) criticando a
Aristóteles, como ya lo había hecho Maimónides, diciendo
que el filósofo griego niega la verdad que el pueblo judío
ha visto. Censura a Aristóteles por creer que el mundo es
eterno lo cual no está de acuerdo con las enseñanzas de la
Torá que defienden que D-os creó al mundo de la nada.



La Torá
comienza con estas palabras "En el principio D-os
creó", porque este es el fundamento de nuestra fe, D-os
creó el universo. El que no cree en esto y piensa que el
mundo es eterno, niega el espíritu fundamental de la
religión judía. Si se admite que el mundo no fué creado
por D-os, no se puede creer en milagros, ya que si El no
creó el mundo, no lo puede cambiar. La creación del mundo
de la nada absoluta ha sido comprobada a través de Moisés
con el paso del Mar Rojo, la caída del maná, el pozo de
Miriam y otros milagros. Estos acontecimientos representan
creación de la nada. Si estan de acuerdo con la teoría de
la eternidad de la materia, dicha teoría llega a la
conclusión de que si D-os quiere transformar algo, El no
sería capaz de hacerlo ya que el concepto de un universo
eterno excluye un soberano que controla al universo".
Nahmánides afirma, como lo hacen también nuestros Jajamín
de la Mishná, que el hombre ha sido creado con el sólo
propósito de reconocer al Creador. El hombre debe llegar al
conocimiento, a la percepción y a la creencia de que D-os
creó el universo y debe desear adquirir un conocimiento de
D-os y percatarse de que hay una diferencia entre el bien y
el mal. De no hacerlo así, el hombre niega el propósito de
la Creación del mundo ya que como Nahmánides afirmó antes,
el mundo fue creado para que el hombre reconociera a D-os
como su Creador.



Nahmánides
sostiene que los tres dogmas fundamentales del judaísmo se
refieren a la relación de D-os con el mundo y con el hombre:
1) Beriyá yesh me´ayin: creación del mundo de la nada
absoluta. 2) Yedi´at Hashem: conocimiento de D-os. 3)
Hashgajá pratit: providencia divina. La Creación del mundo
de la nada constituye para Nahmánides el principio
fundamental de la religión, ya que este hecho, como hace
resaltar en este sermón, demuestra que D-os es el Soberanoa
del Universo. Nahmánides establece en este discurso la
superioridad de la Torá sobre la especulación filosófica
porque la Torá posee el poder de "hacer sabio al
sencillo". Afirma que por medio de la filosofía se
llega a la misma conclusión que la Torá nos enseña, es
decir, la verdad, la diferencia es que para llegar a la
verdad por medio de racionalismos filosóficos requiere tener
que recorrer un camino complicado y laborioso, necesitando un
adiestramiento especial que la mayoría de la gente no posee
y no puede acometer el esfuerzo que exige llegar finalmente
al hallazgo que se busca. Por otro lado, las enseñanzas de
la Torá satisfacen a todos ya que sus instrucciones expresan
la voluntad de D-os. Con estas palabras Nahmánides hace
resaltar la comprensión de D-os como la verdadera sabiduría
y establece efectivamente el mensaje del rabino de Gerona:
"La sabiduría se encuentra en las enseñanzas de la
Torá".
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INTERPRETACION
DE LA TORA -
LOS TRECE
PRINCIPIOS
(La Beraitá) DE RABI ISMAEL:


La Beraitá de
Rabí Ismael (de la introducción de Sifrá, el Midrash
halájico en el Libro de Vayikrá) formula los trece
principios (Midot) por los cuales se interpreta a la Torá.
Estos principios se aplican frecuentemente en todo el Talmud
cuando se refiere a las fuentes de las distintas leyes en el
texto de la Torá, tanto las que se mencionan explícitamente
en la Torá como aquellas que están implícitas en el texto
y que pueden deducirse contando con la ayuda de cualquiera de
los trece principios antes mencionados, que son parte de lo
que se conoce como la Ley Oral. Rabí Ismael sólo los
formuló y definió haciendo una lista de los mismos. Ellos
se presenta a continuación:



1)
Deducción "de menor a mayor y vice versa"- Kal
vaJomer:


Un ejemplo de un sencillo Kal vaJomer se encuentra en el
párrafo en el cual Moisés le dice a D-os: "Si los
hijos de Israel no me escucharon, por qué habría de
escucharme el Faraón?. Rashí comenta acerca de este
versículo y dice que se trata de uno de los diez casos
de Kal vaJomer que se mencionan en la Torá. La verdadera
aplicación de este principio se basa en el pasaje de la
Torá que habla acerca del castigo de Miriam por haber
calumniado a su hermano Moshé. Ese pasaje, en efecto,
dice que: "si Miriam hubiera hecho enojar a su padre
hasta el punto que éste escupiera ante ella, se la
hubiera mantenido aislada y despreciada fuera del
campamento durante siete días; cuanto más, entonces,
por el hecho de haber enojado a D-os". Se deduce
aquí que ella se merecía por lo menos doble castigo que
consiste en la expulsión del campamento durante catorce
días. Sin embargo, D-os ordenó que se la expulsara tan
sólo durante siete días. Aquí la Torá enseña que al
aplicar Kal vaJomer, la deducción debe limitarse a la
premisa original, ni más ni menos. En otras palabras, si
la ley es tal en un caso determinado, ciertamente no
sería menos severa, pero tampoco "más severa"
en un caso más grave. El mismo principio se aplica en el
caso opuesto. Si en una situación más grave la Torá
demuestra una cierta benevolencia, podemos deducir que
esa misma benevolencia se aplicaría con certeza en un
caso menos grave; una vez más, ni más ni menos.



2)
Deducción "similitud de palabras o frases en dos
textos distintos de la Torá" - Gezerá Shavá:


Esto significa que cuando se encuentra en la Torá, en
dos casos separados, una palabra o expresión idéntica o
similar, esto indica que hay una analogía entre los dos
y que uno de los casos complementa al otro. Un ejemplo de
la aplicación de este principio se encuentra en la ley
que prohibe el arrancarse los cabellos en señal de
duelo, tal como hacían los paganos de la época. En otro
lado existe una prohibición similar en referencia a los
Cohanim. En ambos casos se usa la palabra
"karajah" ("haciendo calvicie"). La
expresión de "acuerdo con la tradición"
muestra un caso donde debe aplicarse el principio de
Gezerá Shavá para deducir que de la misma manera que en
el caso de los Cohanim la prohibición se refiere a
cualquier parte de la cabeza, lo que también ocurre en
el caso de los judíos comunes. En el caso de estos
últimos la prohibición se refiere al duelo por los
muertos, igual que en el caso de los Cohanim. Se subraya
"de acuerdo con la tradición" porque este
principio (al igual que los otros) no puede usarse
libremente, sino tan sólo en los casos y en la forma
como ha sido transmitido por la tradición.



3)
Deducción "establecer un precedente":

Se
entiende como establecer una regla general que pueda
extenderse a casos similares. Por ejemplo, la Torá
permite la preparación de comida en la Festividad de
Pesaj (Exodo 12:16), ya que Pesaj es el primero de todos
los festivales y sirve como precedente para todos los
demás festivales en lo que respecta a la posibilidad de
preparar comida en cualquier Yom Tov. Dicho principio
debe basarse en un texto o en dos textos distintos. Como
ejemplo de esto último puede citarse la ley referente a
los defectos o deformidades. La definición de defectos
físicos se deriva de dos textos en la Torá, uno que
trata de los defectos en los humanos, por el cual se
descalificaba a un Cohén para prestar servicio en el Bet
Hamikdash (Levítico 21:20) y el otro especificando
defectos en los animales, los cuales los descalificaban
para ser objeto de los sacrificios (Levítico 22:22). Los
textos se toman en conjunto para determinar que es lo que
constituye un defecto en cualquier caso en que la palabra
"defecto" sea mencionada en la Torá, ya sea
con respecto a un animal o a una persona.



4)
Deducción "regla general seguida de una particular
(o varias particulares)":

En
este caso, la regla general está calificada y limitada a
las particulares y nada más, por ejemplo, está escrito:
"Cuando cualquiera de vuestros hombres traiga un
sacrificio para D-os de una bestia, ganado u ovejas"
(Levítico 1:2). "Bestia" es un término
general que puede también incluir animales salvajes
kasher. Pero este término generalizado está seguido de
particulares específicos, o sea "ganado" u
"ovejas", y por lo tanto queda limitado
solamente a éstos. De esta manera quedan excluidos los
animales salvajes y éstos no pueden ofrecerse como
sacrificio.



5)
Deducción "término particular seguido de uno
general":

En
este caso, el término general determina qué es lo que
debe incluirse. Un ejemplo de este principio puede
encontrarse en la ley que determina la devolución de
objetos perdidos. Esta escrito: "Y así lo harás
con su asno y sus ropas" (Deuteronomio 22:23). Estas
son categorías específicas que harían dejar de lado
cualquier otra. Sin embargo, el texto continúa: "Y
así lo harás con cualquier objeto perdido de tu
prójimo", lo cual es una generalización haciendo
que sea un mandamiento el devolver cualquier objeto
perdido que pueda ser identificado por su dueño.



6)
Deducción "termino general seguido de particulares,
seguido nuevamente de un término general":

Aquí
los particulares especificados en el texto no son
excluyentes (como en el ítem 4), sino que son
considerados como términos "colectivos",
incluyendo cualquier cosa que tenga características
similares y excluyendo todas aquellas cosas que no tienen
esas caracteristicas. Uno de estos casos es la ley de
custodia o de depósito. Está escrito en la Torá:
"Si un hombre le entrega a su amigo dinero o
utensilios para que los guarde..." (Exodo 22:8). La
oración comienza con una proposición general (si un
hombre le entrega a un amigo), luego continúa con
particulares (dinero o utensilios), y vuelve a un
término general (para que los guarde). Aplicando el
principio antes mencionado, la deducción es que no
solamente el dinero y los utensilios están abarcados por
esta ley, sino también todos aquellos artículos que
tienen las características de dinero y los utensilios, a
saber: a) los que tienen valor intrínseco, y b) son
movibles. De esta manera, la ley no abarca cosas tales
como un campo, porque es inamovible, ni una nota de
crédito, porque no tiene "valor propio",
excepto la del papel donde está escrita.



7)
Deducción "una proposición general que requiera un
término particular para explicarla"
y, conversamente, "un término
particular que requiera una regla general para que lo
complete":

Un
ejemplo de la aplicación de este principio se encuentra
en la ley concerniente a la consagración del
primogénito. Está escrito en la Torá: "Santificad
para Mi a todos los primogénitos" (Exodo 13:8).
Esta es una proposición general, la cual por sí sola,
también incluiría a una primera hija. Pero en otro
lugar la Torá especifíca: "masculino
solamente". El interrogante sigue en pie. Quizá lo
que se quiere significar es el primero de todos los
bebés del sexo masculino, aunque éste haya sido
precedido por un bebé del sexo femenino. Por eso el
texto explica aún más: "aquel que abre el
útero" (Exodo 13:2). Debe realmente ser el primer
hijo en nacer, aquel que no le sigue a nadie. Aún
podría preguntarse; el texto se refiere al primer bebé
nacido de manera natural, o de aquél nacido por medio de
cesárea? Es aquí que texto aclara las dudas insistiendo
en que se trate de un primogénito (Bejor) nacido de
parto natural. De esta manera, el termino general
"primogénito" se explica mediante las
definiciones específicas para indicar que solamente un
primogénito que tenga las tres condiciones siguientes,
puede ser consagrado: a) sexo masculino; b) nacido de
manera natural; y c) el primer niño de la madre. El
cumplimiento de estas condiciones califica a un
primogénito como verdadero en su condición (Berajot
19a).



8)
Deducción "cuando un tema que ya ha sido incluido
en una proposición general es luego mencionado en forma
separada, para dar algún tipo de información nueva,
esto no significa que se trata de una circunstancia
aislada, sino que se está tratando de clarificar
también la prohibición general":

Un
ejemplo de la aplicación de este principio se encuentra
en la ley concerniente a la prohibición de trabajar en
Shabat. Está escrito en la Torá: "No trabajarás
(en Shabat)" (Exodo 20:10). Más adelante está
escrito: "No encenderás el fuego en el día de
Shabat" (Exodo 35:3). El encender el fuego está ya
incluido en la prohibición general de trabajar, la cual
cubre 39 categorías de trabajo que fueron realizadas
durante la construcción del Santuario, tal como lo
transmite la tradición. Por qué entonces se menciona
por separado el encendido del fuego? La respuesta es:
Para establecer una regla que se aplique tanto a sí
misma como a todas las otras categorías de trabajo
incluidas en la prohibición general, es decir, de la
misma manera que el encender el fuego es una de las
principales categorías de trabajo prohibido durante el
Shabat, que hace que el que la transgreda se vea obligado
a traer una ofrenda en forma "separada"
exclusiva para esa categoría, inclusive cuando
transgredió también otro tipo de trabajo. De la misma
manera cualquiera de las 39 categorías principales está
sujeta a obligaciones en forma separada. Sobre la base de
este principio, la ley explica que cuando una persona
realiza dos o más de las mencionadas 39 categorías de
trabajo en Shabat, olvidando que fueron prohibidas, debe
traer una ofrenda de expiación por el pecado para cada
una y tantas como trabajos haya realizado.



9)
Deducción "cuando un tema que ya ha sido incluido
en una regla general es omitido (mencionado
separadamente) para especificar un determinado punto que
también está incluido en la regla, esta excepción
está destinada a aliviar y no a agravar ese caso en
particular":

Un
ejemplo de la aplicación de este principio puede
encontrarse en la ley concerniente a "negaím"
(manchas o síntomas de tzaraát - lepra). La Torá
comienza con una regla general acerca de las manchas
cutáneas (Levítico 13:2) especificando tres síntomas
agudos, de los cuales los dos primeros son señal de
tumá (contaminación) que indican que la persona está
realmente afectada por la plaga, estos son: a) cabellos
dentro de la mancha que se vuelven blancos; b) carne viva
(herida abierta) en la piel inflamada; y c) síntoma
permanente, es decir, si no se ha producido ningún
cambio en la mancha cutánea durante la primera semana de
aislamiento, entonces es necesaria una segunda semana de
aislamiento después de la cual, si los síntomas
remiten, la persona puede ser declarada "tahor"
(ritualmente limpia). Al mismo tiempo la Torá especifica
un síntoma "favorable" que es la decoloración
blancuzca de toda la piel (Levítico13:12-13). Esta regla
general en la Torá está seguida por dos tipos de
manchas cutáneas muy particulares: a) una que se ha
convertido en una pústula que se había curado; y b) una
que se ha convertido en una mancha de la piel que tenía
una quemadura de fuego. En cada uno de estos dos casos se
menciona tan sólo un síntoma grave y es el hecho de que
los cabellos se blanqueen. De acuerdo con el principio
mencionado, por lo tanto, podemos decir que la intención
de cada una de estas dos excepciones es aliviar el caso y
no agravarlo, es decir, en estos casos aplicamos la regla
del síntoma favorable (blancura de toda la piel) pero no
así la regla de los síntomas agudos (carne viva y
síntoma persistente), excepto el síntoma del cabello
volviéndose blanco.



10)
Deducción "cuando un tema que ya ha sido incluido
en una regla general es exceptuado para especificar un
determinado punto no cubierto por la regla general, la
excepción tiende a aliviar en algunos aspectos y a
agravar en otros":

Un
ejemplo de la aplicación de este principio se encuentra
en relación con la ley de negaím (manchas) cuando
afectan la cabeza o la barba (Levítico 13:29). Sin
embargo, aquí la Torá introduce un nuevo síntoma que
no había sido incluido anteriormente en la regla general
y que es el cabello "amarillo" como señal de
tumá (Levítico 13:30). Por lo tanto y de acuerdo con
este principio, la Torá indica que el propósito de la
excepción es aplicarle la gravedad del cabello amarillo
como señal de tumá, mientras se le otorga la condición
de benigno al cabello blanco, el cual no es una señal de
tumá en este caso (aunque el cabello blanco es un
síntoma de tumá en las afección de la piel - tzaraát
- lepra, mencionada en el punto 9).



11)
Deducción "un tema ya incluido en una regla general
y luego exceptuado para poder tratar un asunto nuevo, no
puede volver a incluirse en la regla general, a menos que
el texto lo haga expresamente":

Como
ejemplo tenemos que un "metzorá" (leproso)
habiendo sido limpiado de su lepra, tenía que traer
ciertos sacrificios como expiación, entre ellos un
cordero macho como ofrenda de culpa (asham). Una de las
razones por la que se requería una expiación era el
hecho de que el haber sido afectado por la plaga se
debía a un castigo por "lashón hará" (lengua
maligna y difamación), dos cosas que traen como
consecuencia el aislamiento de las personas entre sí.
Por lo tanto había sido afectado por la plaga y aislado
de la comunidad, para que durante su aislamiento y
aflicción pudiera pensar y arrepentirse. La Torá
declara que este cordero macho debía ser sacrificado en
el mismo lugar donde se hacían las ofrendas por pecado y
se quemaba todo en la esquina norte del altar. El texto
continúa diciendo: "porque así como es la ofrenda
de pecado, así es la ofrenda de culpa". Ahora bien,
esta regla general ya ha sido mencionada una vez. Sin
embargo, se hacía necesario el volver a mencionarla
porque el caso de la ofrenda por culpa del leproso estaba
exceptuado de la regla general por medio de la
introducción de una nueva ley accesoria especial para
este caso, la cual consistía en frotar con sangre del
sacrificio la oreja y el pulgar, además del pulgar del
pie derecho del leproso curado (Levítico 14:14). Esta
era una ceremonia no necesaria en el caso de una ofrenda
usual por culpa. Por lo tanto, podría pensarse que la
excepción pudiera aplicarse también a otros aspectos,
como por ejemplo, quemar la grasa sobre el altar. De
allí que se incluye este caso particular en su
categoría original o regla general.



12)
Deducción "un tema que se deduzca de su contexto o
del texto subsiguiente":

Por
ejemplo, uno de los Diez Mandamientos es: "No
robarás". Los Sabios declaran que esto se refiere a
robar (secuestrar) a un ser humano, lo cual es castigado
con la pena de muerte. Deducen esto por el hecho de que
este "robo" aparece en el mismo contexto con
"No asesinarás", cosa que la Torá (en otro
lugar) determina como un crimen castigado con la muerte.
Por otro lado, el texto: "No robarás, ni tampoco
tratarás falsamente...", se refiere al robo de
dinero o valores, lo cual no está sujeto a la pena de
muerte. Un ejemplo de la aplicación de la segunda parte
de este principio se encuentra en la ley concerniente a
la plaga dentro de una casa. Está escrito:"Cuando
lleguéis a la tierra de Canaán ... y yo ponga una plaga
de lepra en una casa, en la tierra que os pertenece"
(Levítico 14:34). La Torá no especifica aquí qué
clase de casa, una de madera, o de ladrillo. Más
adelante, sin embargo, se hace referencia a los
materiales de la casa afectada, el texto menciona
específicamente: "sus piedras, maderamen y
mezcla". De esta manera, el texto ha especificado
más adelante qué tipo de casa está sujeta a esta ley.



13)
Deducción "cuando dos textos se contradicen, sólo
pueden entenderse por intermedio de un tercero que los
reconcilia":

Por
ejemplo, está escrito: "Y te hablaré a ti (Moshé)
desde lo alto del "kaporet" (Exodo 25:22). El
kaporet era la cobertura de oro del Arca en el Kodesh
HaKodashim (Sancta Sanctorum). Otro texto dice: "Y
D-os le habló desde la tienda del encuentro"
(Levítico 1:1). La tienda del encuentro (ojel moed) era
el Santuario en general. De esta manera, los dos
versículos parecen contradecirse. Sin embargo, los dos
textos están reconciliados por un tercero: "Y
cuando Moshé entró a la tienda del encuentro ...
escuchó la Voz que le hablaba desde arriba de la
cobertura del Arca (kaporet) la cual estaba encima del
Arca del Testimonio, entre los dos Kerubim; y El le
habló" (Números 7:89). En otras palabras, a
Moisés se le habló en el ojel moed, pero la Voz llegó
hasta él desde arriba.



Los Trece
Principios de interpretación de la Torá son parte de la Ley
Oral o Tradición, la cual llegó hasta la actualidad junto
con la Ley Escrita (Mikrá), transmitida desde el Monte
Sinaí. Sin esta Ley Oral, la Torá sería para el judío un
libro cerrado.
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EL "MEAM LOEZ" COMO MEDIO PARA
CONOCER LA TORA:
Hacia finales del siglo XVII y
comienzos del siglo XVIII los judíos del imperio otomano se
encontraban sumidos en una serie de crisis tan profundas que
el abatimiento hizo fácil presa de ellos. Las masas de
judíos piadosos que habían creido en las promesas
mesiánicas de Shavetai Zvi, oriundo de Izmir, se vieron
duramente golpeados cuando este falso mesías se convirtió
al Islam en 1666. Cayeron en tan honda desespe- ración que
la recuperación fue lenta y dolorosa. Aunado a esta crisis
espiritual, se presentó un período de fuerte depresión
económica. El Imperio Otomano se encontraba plagado de
problemas financieros y creciente competencia desde Europa,
factores que contribuyeron al empobrecimiento de muchos
habitantes de los dominios turcos.



Aún cuando
existía una elite intelectual judía activa y creativa, eran
muchos los que no podían dedicarse a los largos años de
estudio académico. De esta manera, fué declinando el
conocimiento del hebreo, cerrandose así a las fuentes
cláicas, religiosas e intelectuales de vida judía. Aunque
por lo general los judíos eran gente observante y piadosa,
disponían de escasa literatura en su lengua vernácula (el
judeo-español), que les sirviera de guía. Y siendo que para
esa época el mundo del judeo-español estaba muy extendido,
abarcando a los judíos de Turquía, los Balcanes, a muchos
de Grecia, a la mayoría de Israel, y a los que habitaban en
las comunidades de Africa del Norte, Oriente Medio y Europa,
se hacía imperativo encontrar la forma de satisfacer las
necesidades espirituales de este conglomerado, pues si bien
los rabinos sefardíes producían continuamente obras de gran
erudición, estas estaban escritas en su mayoría en hebreo,
y dirigidas, por lo tanto a un publico culto y reducido. Fue
el Rabino Yaacov Hulli (1689-1732) quien se percató de la
necesidad que había de educar a las masas de población,
dedicando exitosamente todo su conocimienot hacia ese fin.
Nacido y educado en Jerusalem, se había establecido en
Estambul en 1714. Sus profundos y vastos conocimientos
rabínicos le granjearon el respeto de los sabios de la
ciudad. Yehuda Rosanes, rabino principal de la comunidad, lo
nombró miembro de su Bet Din.



Hulli compiló
y editó el comentario clásico que escribiera Rabbí Rosanes
sobre el Mishné Torá de Maimónides, conocido como el
Mishné LeMelej. A Hulli se le ocurrió la idea de producir
una obra completa en judeo-español dirigida al público
sefardí. El primer volumen de este trabajo fué publicado en
Estambul en 1730, bajo el título de "Meam Loez",
concebido como un comentario sobre el Libro del Génesis,
junto a las clásicas interpretaciones rabínicas intercalaba
secciones sobre leyes y tradiciones, lecciones de moral y de
ética. Así, a través del estudio del Meam Loez, los
lectores podrían adquirir un amplio conocimiento de la Ley y
tradiciones judaicas. En un estilo popular y ameno. Hulli
combinó exégesis y comentarios con hermosos relatos y
midrashim, procedimiento que quería extender a todos los
libros de la Torá. Personalmente logró completar el
Génesis y gran parte del Exodo, labor que fué continuada
por otros rabinos después de su prematura muerte a los 43
años, estos rabinos llegaron a terminar, dentro del
espíritu creador de Hulli, los cinco libros de Moisés así
como otros trabajos bíblicos. El Meam Loez obtuvo un éxito
inmediato, se hicieron numerosas ediciones del mismo y fué
leido por un público amplio y entusiasta.



La obra estaba
concebida de tal manera que cada semana se podía estudiar la
porción correspondiente de la Torá. Entre los judíos de
habla judeo-española conservo su popularidad a lo largo de
varias generaciones. Hace algunos años fué traducido al
hebreo y al ingles. En España, el Meam Loez sobre el
Génesis se editó en caracteres latinos. El original está
escrito en caracteres "Rashí", formato
caracteristico de la literatura judeo-española antes del
siglo XX. Hulli no llegó a considerar al Meam Loez como una
obra original. El solo se veía a sí mismo como un
compilador de las fuentes judáicas clásicas. Sin embargo,
su concepto fué original, él seleccionaba el material que
consideraba adecuado y descartaba lo superfluo, presentando
en forma ágil para captar el interés de los lectores. Fué
así un divulgador que con su estilo claro y ameno logró
difundir un vasto conocimiento entre su extenso público. El
Meam Loez resulta interesante no sólo por la literatura que
contiene, sino también por la posición y conceptos de su
autor. Este trabajo refleja de muchas maneras la vida
espiritual del mundo judeo-español de la época.



Torá.org.ar - Proyecto Identidad El
autor introduce en el Meam Loez la presentación de
cuatro ideas básicas: 1) D-os creó al mundo, El es
el guía, El recompensa la rectitud y castiga la
maldad; 2) D-os entregó la Ley Escrita y la Ley Oral
al pueblo de Israel y en ambas se establecen nuestras
responsabilidades; 3) D-os nos ordenó amar a
nuestros semejantes como a nosotros mismos;
y 4)
Cada uno de nosotros debe estar consciente de su
propia mortalidad y darse cuenta de que seguir por el
camino del pecado es una necedad. El Meam Loez es una
obra completa y amplia. En ella se resalta la
importancia que el estudio de la Torá debe tener,
pues es la base del conocimiento y observación
judía. D-os creó al mundo bajo condición de que el
pueblo de Israel estudiara Torá y cumpliera con las
mitzvot, pues de lo contrario, el mundo retornará a
la nada. Se debe disponer de suficiente tiempo en el
día para estudiar Torá y no entregarse totalmente a
los negocios. El Shabbat debe ser dedicado sólo al
estudio, hasta los incultos deben ir a la Sinagoga y
escuchar las enseñanzas del rabino. El estudio de la
Torá debe ser una actividad emocionante y creativa.
El mandato de D-os de crecer y multiplicarnos se debe
también aplicar al estudio de la Torá. La idea es
que debemos estudiar el tema, luego crear nuevas
ideas. El que nada nuevo aporta es como un árbol
esteril.
La
Torá es profunda y contiene muchos niveles de conocimiento.
También debemos dedicarle tiempo al estudio de la Hagadá
(porciones no legales del Talmud) y del Midrash, pues con
ello se arraigan nuestra espiritualidad y nuestro apego a la
forma de vida judía. Hulli se dirigía a un público de
clase social popular. Sus lectores, por lo general, eran
pobres e incultos. El quería darle a esta gente
autoconfianza y convercerlos de que a pesar de su precaria
condición, podían servir a D-os. Con frecuencia dictaba
valores tales como la sinceridad y la rectitud, valores que
aún la gente más simple podía alcanzar. Estos valores eran
para Hulli, más importantes que los dones espirituales. La
Torá alaba a los Profetas, no por su sabiduraía y
erudición, sino por sus cualidades morales. El Meam Loez
fué una obra popular, pues hablaba a los pobres y
desposeidos. El autor recurrió a las fuentes judías
tradicio- nales que alaban la humildad y el trabajo honesto.
El Meam Loez resalta la virtud de ser humilde, D-os mismo es
modelo de humildad, inició la Torá con la palabra Bereshit
en vez de hacerlo con Su propio nombre, la humildad es la
base hacia la obtención de los demás atributos morales. El
Meam Loez escrito a principios del siglo XVIII para el mundo
sefardí es quizá, la obra clásica de la literatura
judeo-española. Plasmó con fidelidad la erudición,
sensibilidad y el ameno estilo literario del autor. Captó
las necesidades e intereses de su audiencia y su impacto
sobre los judíos sefardíes fué profundo y duradero. Rabí
Hulli fué uno de los más grandes guías espirituales de los
sefardíes del Imperio Otomano.
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EL BA´AL SHEM TOV Y EL
MOVIMIENTO JASÍDICO:
Rabí Israel ben Eliezer, el Ba´al
Shem Tov (1700 - 1760 e.c.) fue un hombre legendario que
reveló su misión a la edad de 36 años, como el
"Maestro del Buen Nombre" cuando comenzó a
difundir su doctrina, conocida luego como
"Jasidismo" con la que logró llegar a las masas de
judíos que no tenían mejores posibilidades de adquirir las
enseñanzas del judaísmo debido a muchas dificultades que
las comunidades de Europa del este padecían en la época de
la aparición pública de Rabí Israel ben Eliezer, como
maestro y autoridad religiosa. Igual que sus hermanos del
mundo sefardita, los judíos ashkenazies padecieron a su vez
durante el siglo 17 muchísimos sufrimientos.



El BeSHT
(acróstico comúnmente utilizado en Hebreo para designar al
Ba´al Shem Tov), propagó sus enseñanzas de manera muy
efectiva utilizando historias sencillas, cuentos y parábolas
que encontraron muy buena acojida entre aquellas masas de
judíos que no tenían posibilidad de acceso a una escuela
talmúdica.



La palabra
hebrea "Jasid" significa "piadoso", este
vocablo es empleado para designar a aquella persona que
muestra una devoción espiritual que va más allá de los
requerimientos técnicos de la Ley Judía. Dentro de la
doctrina del Jasidismo se destacan varios puntos: 1)
Preponderancia de la emoción sobre el intelecto: la
devoción intituitiva, simple y sincera es preferida al ideal
de la erudición talmúdica que en aquella época era
considerada como el punto fundamental de la autoridad
religiosa; 2) Con- ciencia de la presencia de D-os en todas
las cosas, inclusive en objetos sencillos y en toda acción,
así como apreciar a D-os en la naturaleza como su creador.
La experiencia de la divinidad es accesible a todos; 3)
Alegría: la consciencia de un Creador amoroso que está
siempre presente lleva a senti- mientos de profunda alegría,
por consiguiente servir a D-os con alegría fomenta una
relación apropiada con El y el sentimiento de la persona de
sentirse bien consigo misma. El Ba´al Shem Tov fomentó
servir a D-os con alegría a través de actividades como
cantar, bailar, contar cuentos, beber y comer; 4) Costumbres:
el Jasidismo le ha dado mucha importancia a las tradiciones
observadas por la judeidad del centro y este de Europa, sin
embargo la liturgia ashkenazie fué substituida con una
versión sefardita que se considera santificada por su uso
entre los cabalistas, especialmente en la escuela de Rabi
Isaac Luria, de la escuela de Safed en el siglo 16. El Besht
consideró que el asceticismo y privaciones autoimpuestas,
costumbres muy comunes en esa época, eran expresiones de
falta de fe en un Padre amoroso; 5) El bien y el mal: el mal
se diferencia del bien sólamente en grado en la jerarquía
divina, por consiguiente se considera al pecador como alguien
que no ha sido completamente rechazado por la compasión de
D-os, ya que tiene siempre el potencial de elevarse
nuevamente. 6) La oración: se considera muy importante la
oración sincera que puede elevar el alma del piadoso hacia
su Creador así como invocar bendición; 7) El Mesías: en el
Jasidismo, se espera al Mesías con devoción y se afirma que
la propagación de la doctrina jasídica servirá como
preludio a la redención final; 8) Ajavat Israel: "amor
a Israel" que significa un ideal de solidaridad y amor
hacia todo judio.



Y Y Y
FUENTES:

* Rabí Dr. Jacob
Avigdor: "Síntesis del Talmud". México, D.F.
1966.

* Rabí Yosef
Caro: "Shuljan Aruj".

* Rabi Hayim
Halevy Donin: "El Ser Judio". Organización
Sionista Mundial, Departamento de

.
..
Educación
y Cultura Religiosa para la Diáspora. Jerusalem 5739 (1978).

* Revista
"Maguen" del Centro Sefardita de Caracas. Período
1985-1995.

* Abraham J.
Heschel:"The Circle of the Baal Shem Tov"- Studies
in Hasidism, University of Chicago Press, 1985.

* Nisán Mindel:
"En Cuanto a mi Plegaria". Tzerei Agudat Jabad.
Aguero, Argentina (1978).




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