miércoles, 31 de diciembre de 2014
HISTORIA DE LA VIDA DE JESUCRISTO
Cristología
La Cristología es la
parte de la Teología que trata de Nuestro Señor Jesucristo. Si bien
abarca en su totalidad las doctrinas que se refieren tanto a la persona
de Cristo como a sus obras, sin embargo el presente artículo se limitará
a la consideración de la persona de Cristo. Del mismo modo, no
invadiremos el territorio del historiador o del teólogo
veterotestamentario, quienes dan cuenta de sus perspectivas en los
artículos titulados JESUCRISTO y MESÍAS. Podemos decir que el campo del
presente escrito es la teología de la persona de Jesucristo vista a la
luz del Nuevo Testamento y desde el punto de vista cristiano.
parte de la Teología que trata de Nuestro Señor Jesucristo. Si bien
abarca en su totalidad las doctrinas que se refieren tanto a la persona
de Cristo como a sus obras, sin embargo el presente artículo se limitará
a la consideración de la persona de Cristo. Del mismo modo, no
invadiremos el territorio del historiador o del teólogo
veterotestamentario, quienes dan cuenta de sus perspectivas en los
artículos titulados JESUCRISTO y MESÍAS. Podemos decir que el campo del
presente escrito es la teología de la persona de Jesucristo vista a la
luz del Nuevo Testamento y desde el punto de vista cristiano.
La persona de Jesucristo es la segunda persona de la Santísima Trinidad,
el Hijo o la Palabra del Padre, quien “se encarnó de la Santísima
Virgen por obra del Espíritu Santo y se hizo hombre”. Tales misterios,
aunque ya habían anunciados en el Antiguo Testamento, fueron revelados
en su totalidad en el Nuevo y desarrollados con claridad en la Tradición
Cristiana y la Teología. Por eso estudiaremos nuestro tema bajo el
triple aspecto del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento y de la
Tradición Cristiana.
el Hijo o la Palabra del Padre, quien “se encarnó de la Santísima
Virgen por obra del Espíritu Santo y se hizo hombre”. Tales misterios,
aunque ya habían anunciados en el Antiguo Testamento, fueron revelados
en su totalidad en el Nuevo y desarrollados con claridad en la Tradición
Cristiana y la Teología. Por eso estudiaremos nuestro tema bajo el
triple aspecto del Antiguo Testamento, del Nuevo Testamento y de la
Tradición Cristiana.
ANTIGUO TESTAMENTO
De lo anterior creemos que queda claro que aquí el Antiguo Testamento no
se considera desde la óptica del escriba judío, sino de la del teólogo
cristiano. El mismo Jesucristo fue el primero en usarlo de esa manera al
repetir sus referencias a los pasajes mesiánicos de los escritos
proféticos. Los apóstoles vieron en esas profecías muchos argumentos a
favor de las enseñanzas y proclamaciones de Jesucristo. También los
evangelistas están familiarizados con ellas, aunque su recurso a ellas
es menos frecuente que el de los escritores patrísticos. Incluso los
Padres o proponen el argumento profético en términos generales o citan
profecías específicas. Pero con ello prepararon el terreno para una
comprensión más profunda de la perspectiva histórica de las predicciones
mesiánicas que comenzaron a tener fuerza en los siglos XVIII y XIX.
Dejaremos la explicación del desarrollo histórico de las profecías
mesiánicas para el escritor del artículo MESÍAS y haremos una sencilla
llamada de atención a las predicciones proféticas acerca de la
genealogía, el nacimiento, la infancia, los nombres, los oficios, la
vida pública, los sufrimientos y la gloria de Cristo.
se considera desde la óptica del escriba judío, sino de la del teólogo
cristiano. El mismo Jesucristo fue el primero en usarlo de esa manera al
repetir sus referencias a los pasajes mesiánicos de los escritos
proféticos. Los apóstoles vieron en esas profecías muchos argumentos a
favor de las enseñanzas y proclamaciones de Jesucristo. También los
evangelistas están familiarizados con ellas, aunque su recurso a ellas
es menos frecuente que el de los escritores patrísticos. Incluso los
Padres o proponen el argumento profético en términos generales o citan
profecías específicas. Pero con ello prepararon el terreno para una
comprensión más profunda de la perspectiva histórica de las predicciones
mesiánicas que comenzaron a tener fuerza en los siglos XVIII y XIX.
Dejaremos la explicación del desarrollo histórico de las profecías
mesiánicas para el escritor del artículo MESÍAS y haremos una sencilla
llamada de atención a las predicciones proféticas acerca de la
genealogía, el nacimiento, la infancia, los nombres, los oficios, la
vida pública, los sufrimientos y la gloria de Cristo.
- Las referencias a la genealogía humana
del Mesías son numerosas en el Antiguo Testamento. Se le representa
como la semilla de la mujer, el hijo de Sem, el hijo de Abraham, Isaac y
Jacob, el hijo de David, el príncipe de los pastores, el retoño de la
rama del cedro (Gen 3, 1-19; 9, 18-27; 12, 1-9; 17, 1-9; 18, 17-19; 22,
16-18; 26, 1-5; 27, 1-15; Num 24, 15-19; II Re 7, 1-16; 1 Cro 17, 1-17;
Jer 23, 1-8; 33, 14-26; Ez 17). El Salmista real exalta la genealogía
divina del futuro Mesías en las palabras: “Tú eres mi hijo, yo te he
engendrado hoy“ (Sal 2,7).
- Los profetas frecuentemente hablan del
nacimiento del Mesías esperado y lo ubican en Belén de Judá (Mi
5,2-14); determinan su tiempo por de la sucesión del cetro de Judá (Gn
49,8-12), por las setenta semanas de Daniel (9,22-27) y por el “breve
tiempo” mencionado en el libro de Ageo (2,1-10). Los visionarios del
Antiguo Testamento también vieron que el Mesías había de nacer de una
madre virgen (Is 7,1-17) y que su apariencia, al menos la pública, sería
antecedida por un precursor (Is 40, 1-11; Mal 4,5-6).
- Ciertos eventos conectados con la
infancia del Mesías fueron considerados tan importantes que constituyen
el objeto de predicciones proféticas. Entre esas está la adoración de
los magos (Sal 81,1-17), la matanza de los Inocentes (Jer 31,15-26) y la
huída a Egipto (Os 11,1-7). Indudablemente que en el caso de estas tres
profecías, como en el de muchas otras, su cumplimiento es su mejor
comentario, pero ello no ignora el hecho de que los eventos a que aluden
fueron realmente predichos.
- Probablemente haya menor necesidad de
insistir en las predicciones referentes a los más conocidos nombres y
títulos mesiánicos, dado que significan menor dificultad. En las
profecías de Zacarías el Mesías es llamado “Oriente” o, según el texto
hebreo, “el Germen” (3; 6,9-15) ; en el libro de Daniel es el “Hijo del
Hombre” (7); en Malaquías es el “Ángel de la Alianza” (2,17; 3,6); en
Isaías es el “Salvador” (51,1; 52,12; 62); el “Siervo del Señor” (49),
el “Emmanuel” (8,1-10), el “Príncipe de la Paz” (9,7).
- Los oficios mesiánicos se consideran
en forma general en la parte posterior de Isaías (61). En particular, se
considera al Mesías como un profeta en el libro del Deuteronomio
(18,9-22); como rey en el cántico de Ana (I Re 2,1-10) y en el canto
real del Salmista (44); como sacerdote en la figura sacerdotal de
Melquisedec (Gn 14,14-20) y en las palabras del salmo 109: “sacerdote
para siempre”; como Goel, o libertador, en la seguda parte de Isaías
(63,1-6); como mediador del Nuevo Testamento, bajo la forma de una
alianza con el pueblo (Is 42,1; 43,13), y de la luz de los gentiles (Is
49).
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