viernes, 17 de marzo de 2017

Dinastía Qing - Wikipedia, la enciclopedia libre

Dinastía Qing - Wikipedia, la enciclopedia libre



清朝
Qīng cháo
Dinastía Qing
ᡩᠠᡳᠴᡳᠩ ᡤᡠᡵᡠᠨ
大清帝國
Dà Qīng Dìguó
Imperio del gran Qing


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Bandera


1644-1912
Flag of the Republic of China (1912-1928).svg

Flag of Formosa 1895.svg

Flag of Mongolia (1911-1921).svg

Flag of Tibet.svg

Romanov Flag.svg

Flag of Japan.svg

Flag Portugal (1667).svg

Flag of Hong Kong 1871.svg



Bandera Escudo
Bandera Escudo
Himno nacional: lǐ zhōng táng yuè(1886-1906)

sòng lóng qí(1906-1911)

Gong Jin'ou(1911-1912)

Ubicación de Dinastía Qing
Territorio del Imperio qing en 1820.
Capital Pekín

39°54′N 116°23′E
Idioma oficial Chino, manchú, mongol, otras.
Religión lamaísmo, tradicional china, budismo chino, Cristianismo y otras.
Gobierno Monarquía absoluta
Emperador de China
 • 1626-1643 Huang Taiji
 • 1908-1912 Xuantong
Primer ministro
 • 1911 Yikuang
 • 1911-1912 Yuan Shikai
Historia
 • Caída de los Ming 1644
 • Captura de Pekín 12 de febrero de 1644
 • Guerra del Opio 1839-1842
 • Rebelión Taiping 1850-1864
 • Primera guerra sino-japonesa 1894-1895
 • Revolución de Xinhai 6 de junio de 1912
Superficie
 • 1740 13 150 000 km²
 • 1790 14 700 000 km²
Población
 • 1740 est. 140 000 000 
     Densidad 10,6 hab./km²
 • 1776 est. 311 500 000 
 • 1790 est. 300 000 000 
     Densidad 20,4 hab./km²
 • 1812 est. 360 000 000 
Moneda yuan, cash
La dinastía ching o dinastía Qing (chino: 清朝; Wade-Giles: Ch'ing1 Ch'ao2, pinyin: Qīng Cháo, en Idioma manchú: ᡩᠠᡳᠴᡳᠩ ᡤᡠᡵᡠᠨ, Transliteración: Daicing Gurun) o dinastía manchú fue la última de las dinastías imperiales chinas. Fue fundada por el clan manchú de Aisin-Gioro en el actual noreste de China. Al expandir su dominio por el resto de China y algunos territorios colindantes de Asia Central, estableció el Imperio del gran Qing (chino tradicional: 大淸帝國, pinyin: dàqīng dìguó).Tuvo su capital en Pekín desde su fundación en 1644 hasta la abdicación en 1912 del último emperador, como consecuencia de la Revolución de Xinhai y el establecimiento de la República de China.



Índice

Historia

Formación del estado manchú


Mapa del Imperio ching en 1844.
La dinastía Qing no fue fundada por los chinos han, que forman la mayoría de la población china, sino por los manchúes,
que tanto hoy como en la antigüedad son minoría étnica en China. Los
manchúes eran nómadas que tenían la preeminencia en lo que es ahora
China del noreste.


El estado manchú fue formado por Nurhaci en los inicios del siglo XVII. Originalmente un vasallo de la dinastía ming, se declaró emperador del Jin en 1609.
Ese mismo año amplió los recursos económicos y humanos del estado, así
como la tecnología alistando a los habitantes Han de Manchuria.


En 1625, Nurhaci estableció su capital en Shenyang (también Shenjing; manchú: Mukden), pero al año siguiente sufrió su primera derrota militar importante a manos del general ming Yuan Chonghuan. Nurhaci murió el mismo año.


Uno de sus logros más importantes era la creación del sistema de ocho
banderas, bajo el cual todos los manchúes pertenecían a una de las ocho
“banderas”, que eran unidades civiles así como militares. Nombran las
banderas porque cada una fue representada por una bandera distintiva.


El sucesor de Nurhaci, Hung Taiji continuó construyendo lo dejado por su padre, incorporando las primeras banderas de Han en su ejército. Hung Taiji
también adoptó muchas instituciones políticas de ming en su estado
manchú, pero también previó la dominación manchú de esas instituciones a
través de un sistema de cuotas.


Cuando Ligden Khan, el último gran kan de los mongoles, murió en el Tíbet en 1634, su hijo Ejei se entregó a los manchúes y le dio el gran sello del emperador de Yuan a Hung Taiji. En 1636, Hung Taiji retituló el Estado ching, sugiriendo ambiciones más allá de Manchuria.


La denominación ching fue elegida porque el nombre de la dinastía ming
(明) se compone de los caracteres para el Sol (日) y la Luna (月), que se
asocian al elemento del fuego. El carácter ching (清) se compone del
radical del agua (水) y del carácter (青) para el azul, que son ambos
asociados con el elemento del agua.


En una serie de campañas militares, Hung Taiji ganó la sumisión de Mongolia y de Corea antes de proceder a tomar el control de la región de Heilongjiang, situada alrededor del río Dragón Negro (Amur).


Demandan el Mandato del Cielo

Pekín era saqueada por una coalición de fuerzas rebeldes conducidas por Li Zicheng. La dinastía ming finalizó oficialmente cuando el emperador Chongzhen de China, último emperador ming, se suicidó colgándose en un árbol en el parque Jingshan que pasaba por alto la Ciudad Prohibida.


Después de tomar Pekín en abril de 1644, Li Zicheng condujo un ejército de seiscientos mil hombres a enfrentar a Wu Sangui, el comandante general de los ming. Cien mil soldados guardaban Shanhaiguan (山海關). Shanhaiguan es el paso obligado del noreste de la Gran Muralla China localizado a cincuenta millas al noreste de Pekín y por años sus defensas fueron las que mantuvieron a los manchúes fuera de la capital.


Wu Sangui, cercado por dos enemigos, decidió negociar con los manchúes y hacer una alianza con el príncipe Dorgon, regente del emperador Shunzhi de seis años de edad, hijo del emperador Hung Taiji que había muerto el año anterior. Juntos los dos ejércitos derrotaron a las fuerzas rebeldes de Li Zicheng
en batalla el 27 de mayo de 1644. El proceso duró otros diecisiete años
de luchas entre los legitimistas, los pretendientes y los rebeldes
ming.


El último pretendiente ming, príncipe Gui, buscó refugio en Birmania, pero una fuerza expedicionaria ching dirigida por Wu Sangui lo hizo traer de nuevo a la provincia de Yunnan y fue ejecutado a principios de 1662.


Kangxi y la Consolidación


El emperador Kangxi (r. 1662-1722).
El emperador Kangxi
(r. 1662-1722) ascendió al trono a los ocho años de edad. Durante su
largo reinado, recibió el apoyo de su abuela, la gran emperatriz viuda Xiaozhuang.


Los manchúes controlaban el “Mandato del Cielo”, pero la gran
extensión del país hacía que escaseasen las tropas para dominar
directamente al imperio; la dinastía apenas contaba con las suficientes
para mantener guarniciones en las ciudades que formaban el núcleo de una
red de defensa que dependía en gran medida de los soldados Ming que se
habían rendido a los nuevos gobernantes.


Los Qing, para fortalecerse, seleccionaron a tres generales Ming, que
habían contribuido de manera destacada al establecimiento de la nueva
dinastía, y los nombraron príncipes feudales (藩王) y les entregaron el
gobierno de extensos territorios en la China meridional. El principal de
ellos fue Wu Sangui (吳三桂), al que se le dieron las provincias de Yunnan y de Guizhou, mientras que a los generales Shang Kexi (尚可喜) y Geng Zhongming (耿仲明) se les entregaron las provincias de Cantón y de Fujian, respectivamente.


En los primeros años, los tres señores feudales y sus territorios se
hicieron inevitablemente cada vez más autónomos. Finalmente, en 1673, Shang Kexi solicitó al emperador Kangxi, indicando su deseo de retirarse a su ciudad natal en la provincia de Liaodong (遼東), que nombrara a su hijo como su sucesor.


El joven emperador concedió su retiro, pero negó la herencia en su
hijo. En reacción, los otros dos generales decidieron solicitar sus
propios retiros pensando que el joven emperador no se arriesgaría a
ofenderlos a ellos también, esto prueba la resolución de Kangxi. El
movimiento fracasó al aceptar, el joven emperador, las peticiones de
retiro y ordenar a los tres que devolvieran sus territorios de nuevo a
la corona. Wu Sangui sentía que él no tenía ninguna opción por lo que decidió levantarse en la rebelión. Pronto lo ayudaron Geng Zhongming y por Shang Kexi su hijo Shang Zhixin (尚之信).


La rebelión que sobrevino duró ocho años. En su apogeo, los rebeldes llegaron a controlar el río Yangtze
(長江). En última instancia, el gobierno Qing pudo aplastar la rebelión y
retomar el control sobre toda la China meridional. Esta sería conocida
en la historia china como la «Rebelión de los Tres Feudatarios».


Para consolidar el imperio, el emperador Kangxi condujo personalmente a China a una serie de campañas militares contra el Tíbet, el Kanato de Zungaria y, más tarde, Rusia. Y, para evitar un conflicto militar, acordó el matrimonio de su hija con el Kan mongol Gordhun. La campaña militar de Gordhun contra los Qing falló, lo que consolidó el imperio. Taiwán también fue conquistado por las fuerzas del Imperio Qing en 1683 al hijo de Zheng Jing, Zheng Ke-Shuang; su abuelo Koxinga lo había conquistado, a su vez, a los colonos holandeses.


Antes de fin de siglo XVII, China había alcanzado su máximo poder
desde los tiempos de la dinastía Ming. El emperador Kangxi también
acogió muchos misioneros jesuitas que vinieron a China con la esperanza
de más conversiones. Aunque fracasaron en su objetivo, Kangxi mantuvo en
paz a los misioneros en Pekín.


Los emperadores Yongzheng y Qianlong

Los reinados de los emperadores Yongzheng (1723-1735) y de su hijo Qianlong (1735-1796)
marcaron la cima del poder de la dinastía Qing. Durante este período,
la dinastía Qing gobernó sobre 13 millones de kilómetros cuadrados de
territorio.


Después de la muerte del emperador Kangxi en el invierno de 1722, su cuarto hijo, el príncipe Yong (雍親王), lo sucedió con el nombre de emperador Yongzheng.
Yongzheng mostró un carácter polémico debido a los rumores de que había
usurpado el trono; en los últimos años del emperador Kangxi, había
estado implicado en grandes luchas políticas con sus hermanos.


Administrador diligente, gobernó con mano de hierro. Su primer gran
paso hacia un régimen más fuerte vino cuando restauró el nivel original
del sistema de exámenes estatales. En 1724,
se resquebrajó bajo cambios ilegales de monedas, que eran manipulados
por los funcionarios para solventar sus necesidades financieras. Se
expulsó a los funcionarios que habían infringido las nuevas leyes sobre
finanzas y, en casos extremos, se los ejecutó.


Yongzheng demostró una gran confianza en los funcionarios Han, y
designó a muchos de sus protegidos en posiciones prestigiosas. Se
encargó a Nian Gengyao la dirección de una campaña militar en Qinghai, en lugar de su hermano Yinti.
Las acciones arrogantes de Nian, sin embargo, condujeron a su caída en
1726. Durante el reinado de Yongzheng, se alcanzó la consolidación del
poder imperial en su más alto grado en la historia china. Más territorio
fue incorporado en el noroeste. Se endureció el trato a los
funcionarios corruptos y creó un gran consejo, que se convirtió en el
gabinete imperial para el resto de la dinastía.


El emperador Yongzheng murió en 1735 y le sucedió su hijo, el príncipe Bao (寶親王) con el nombre de emperador Qianlong,
al que se consideraba un general capaz. Habiendo ocupado el trono a la
edad de 24 años, dirigió personalmente campañas militares en Sinkiang y Mongolia. Las rebeliones y las sublevaciones en Sichuan y partes de China meridional fueron sofocadas con éxito.


Alrededor de los cuarenta años del reinado de Qianlong, el gobierno
chino sufrió un resurgimiento de la corrupción desenfrenada. El oficial Heshen era uno de los más corruptos en la dinastía Qing. Se le forzó finalmente a suicidarse por orden del emperador Jiaqing (1796-1820).


Su largo reinado de sesenta años fue el segundo más largo de la
historia de China, después del de su abuelo el emperador Kangxi. De no
haber sido por su abdicación oficial en 1796, su reinado habría sido el
más largo de toda la historia imperial china. Su etapa en el poder
estuvo caracterizada por la consolidación de las conquistas
territoriales llevadas a cabo por su abuelo y su padre, completando la
época de esplendor de la dinastía marcada por estos tres emperadores.


Sin embargo, en la segunda mitad de su reinado, se empezaron a
revelar las debilidades del Estado Qing, que llevarían al declive de la
dinastía en el siglo XIX. Tras su fallecimiento, su decimoquinto hijo le
sucedió: el emperador Jiaqing.


Decadencia: Xiangeng, Tongzhi, Guangxu y Puyi


China y sus provincias tradicionales en 1900, con las concesiones territoriales otorgadas a las potencias.
A mediados del siglo XIX, después de las derrotas morales que supusieron las Guerras del Opio, emergió un nuevo líder: la emperatriz viuda Cixi. Cixi era la concubina del emperador Xianfeng (1850-1861), madre del emperador Tongzhi, y tía del emperador Guangxu. Desde el principio, controló el Gobierno Qing y fue la gobernante de facto de China durante 47 años.1


Llegó a protagonizar un golpe de Estado para expulsar de la regencia a Sushun,
designado como tal por el último emperador. Se la conoce como la
«gobernante detrás de la cortina» (垂帘听政 chuílián tīŋẑèŋ) en la política
Qing, pues le indicaba a su hijo, el emperador, qué hacer desde detrás
de una cortina.


Durante los años 1860,
la dinastía Qing había vencido las rebeliones con la ayuda de milicias
organizadas. El Gobierno Qing procedió entonces a ocuparse del problema
de la modernización, que procuró con el «Movimiento de Uno mismo». Se
formaron varios ejércitos modernizados, como el Ejército Beiyang. No obstante, las flotas de “Beiyang” fueron aniquiladas en la primera guerra chino-japonesa (1894-1895), que fue la señal de que era necesaria una reforma mayor y más extensa, necesidad agudizada por la rebelión de los Bóxer.


A comienzos del siglo xx,
a la dinastía Qing se le presentaba un dilema: podía aplicar reformas y
provocar a la aristocracia y nobles conservadores o bien podía evitar
las reformas y forzar con ello un levantamiento de los
«revolucionarios». La dinastía intentó seguir una trayectoria
intermedia, pero lo único que consiguió fue provocar malestares en ambos
bandos.


Diez años después del reinado del emperador Guangxu (1875-1908),
la presión occidental en China era tan grande que el Gobierno imperial
se vio forzado a reconocerles toda clase de privilegios, como la zona
franca del puerto de Shanghái, concederles importantes contratos comerciales y de construcción de infraestructuras, exenciones fiscales.


En 1898 Guangxu intentó llevar a cabo la llamada «Reforma de los cien
días» (百日維新/戊戌變法), en la cual se promulgaron nuevas leyes y se
abolieron algunas viejas leyes. Confiando más en reconocidos pensadores
progresistas como Kang Youwei, se apartó al conocido conservador Li Hongzhang y otros nobles de las altas esferas del Gobierno.


Pero Cixi aplastó el intento de modernización y encarceló a Guangxu en su propio palacio. Abandonando todo intento reformista, Cixi
se concentró sobre todo en afianzar su propia base de poder. Con
ocasión de su sexagésimo cumpleaños, gastó más de treinta millones de
taels de plata para las decoraciones y las celebraciones, con fondos
originariamente destinados a mejorar el armamento de la marina de guerra
de Beiyang.


En 1900 durante el lantamiento de los bóxers,
China se hallaba en un momento muy delicado y la reina Isabel incluso
dijo: «Si uno de ellos muriera [los embajadores extranjeros de Pekín],
la guerra sería inevitable» y justo después del asesinato del embajador
alemán, la Alianza de las Ocho Naciones (八國聯軍) entró a China con una fuerza militar unificada por segunda vez y Cixi reaccionó declarando inevitablemente la guerra a la alianza de las ocho naciones. Como estaba previsto se perdió el control de Pekín poco después. La Cixí, el emperador Guangxu, y numerosos nobles, y eunucos huyeron a Xi'an
y se vio forzada a negociar con las potencias. Como compensación por
los gastos de la campaña militar, la alianza presentó una serie de
exigencias al Gobierno Qing. Li Hongzhang fue enviado para negociar y la alianza eliminó varias de ellas, terminando en unas condiciones aceptables.


Posteriormente, la dinastía a cargo de la emperatriz Cixí, vivió un
periodo de paz y desarrollo económico, con amplias reformas en múltiples
aspectos de la vida cotidiana y la administración pública así como la
educación. Cixí murió el 15 de noviembre de 1908 a los 78 años y el
emperador Guangxu
había muerto un día antes, envenedado por Cixí posiblemente porque él
era muy influenciable y no quería que el imperio cayera en manos de
Japón.


Antes de morir Cixi dejó a cargo al regente, el príncipe Chun, para
los asuntos de estado, sin embargo, dijo que «en asuntos de extrema
importancia» se debía «obedecer a emperatriz viuda Longyu».
Tres años después la dinastía cayó. Los republicanos exigían la
dimisión de la monarquía y empezaron los asesinatos en contra de los
manchúes, principalmente funcionarios de altos cargos. Los nobles, en su
mayoría manchúes, se oponían a las peticiones de los republicanos,
principalmente han. Dada la mayoría numérica de los han y la evidente
minoría de los manchúes era imposible luchar. El 6 de diciembre el príncipe regente Chun renunció a su puesto por lo que el poder pasó a las manos de la emperatriz Longyu. El 12 de febrero de 1912,
la emperatriz selló el decreto de abdicación. De esta manera tras 268
años de gobernantes Qing y más de 2 mil años de monarquía absoluta,
China se convirtió en una república constitucional.


Gobierno, sociedad y cultura

Política interior


Bandera nacional de la dinastía ching, posterior a 1888.
Algo trascendental para China fue, durante la dinastía Quing, la introducción y divulgación en la dieta del maíz, la patata y el boniato; de hecho, se considera que estas plantas permiten explicar la actual supremacía demográfica china.[cita requerida]


En cuanto a la política, el imperio estaba considerado como una inmensa familia, siendo el emperador
"Hijo del Cielo" a la vez "el padre y la madre" de su pueblo, y por
consecuencia, como en la familia antigua, el señor absoluto de todos. En
Pekín su capital, vivía encerrado en una ciudad aparte, "la Ciudad Prohibida", invisible al común de sus súbditos.


Asistido de un Consejo de Estado y de ministros, gobernaba por medio de ocho virreyes,
entre los que estaban divididas las dieciocho provincias del Imperio.
Las provincias estaban subdivididas en prefecturas, etc., gobernadas por
una jerarquía de funcionarios o mandarines, nombre inventado por los portugueses.


Los mandarines se reclutaban entre los letrados, es decir entre los
que habían estudiado la literatura, las ciencias y la filosofía chinas, y
habían sido aprobados en numerosos exámenes. Los programas de los
exámenes, aún en vigor en 1900, eran contemporáneos de Carlomagno y remontaban al siglo IX: apenas si acaban de introducirse en ellos algunos elementos de las ciencias extranjeras.


Emperadores de la dinastía ching

Nombre dado1 Nombre Póstumo2

(forma corta)

Chino, Manchu
Nombre del Templo2 Nombre Reinado

Chino, Manchu
Años Reinado Nombre por el

cual es conocido
Nurhaci

努爾哈赤

pinyin: Nǔ'ěrhāchì
Gāodì

高帝

Dergi hūwangdi
Tàizǔ

太祖
Tiānmìng

天命

Abkai fulingga
1616-16263 Nurhaci
Hong Taiji4

皇太極

pinyin: Huángtàijí
Wéndì

文帝

Genggiyen su hūwangdi
Tàizōng

太宗
Tiāncōng

天聰

Abkai sure

1627-1636;

Chóngdé

崇德

Wesihun erdemungge

1636-1643


1626-1643 Hung Taiji
Fúlín

福臨
Zhāngdì

章帝

Eldembure hūwangdi
Shìzǔ

世祖
Shùnzhì

順治

Ijishūn dasan
1643-16615 Shunzhi
Xuányè

玄燁
Réndì

仁帝

Gosin hūwangdi
Shèngzǔ

聖祖
Kāngxī

康熙

Elhe taifin
1661-1722 Kangxi
Yìnzhēn

胤禛
Xiàndì

憲帝

Temgetulehe hūwangdi
Shìzōng

世宗
Yōngzhèng

雍正

Hūwaliyasun tob
1722-1735 Yongzheng
Hónglì

弘曆
Chúndì

純帝

Yongkiyangga hūwangdi
Gāozōng

高宗
Qiánlóng

乾隆

Abkai wehiyehe
1735-1796

(muerto 1799)6
Qianlong
Yóngyǎn

顒琰
Ruìdì

睿帝

Sunggiyen hūwangdi
Rénzōng

仁宗
Jiāqìng

嘉慶

Saicungga fengšen
1796-1820 Jiaqing
Mínníng

旻寧
Chéngdì

成帝

Šanggan hūwangdi
Xuānzōng

宣宗
Dàoguāng

道光

Doro eldengge
1820-1850 Daoguang
Yìzhǔ

奕詝
Xiǎndì

顯帝

Iletu hūwangdi
Wénzōng

文宗
Xiánfēng

咸豐

Gubci elgiyengge
1850-1861 Xianfeng
Zǎichún

載淳
Yìdì

毅帝

Filingga hūwangdi
Mùzōng

穆宗
Tóngzhì

同治

Yooningga dasan
1861-18757 Tongzhi
Zǎitián

載湉
Jǐngdì

景帝

Ambalinggū hūwangdi
Dézōng

德宗
Guāngxù

光緒

Badarangga doro
1875-19087 Guangxu
Pǔyí

溥儀

también conocido Henry
No tiene 8 No tiene 9 Xuāntǒng

宣統

Gehungge yoso
1908-191210

(muerto 1967)
Xuantong
1 El nombre de familia imperial ching era
Aisin Gioro (愛新覺羅 aixin jueluo), pero no era práctica manchú incluir el
nombre de la familia o del clan en el nombre personal de un individuo.
2 Los nombres póstumo y los nombres de los
templos fueron compartidos a menudo por los emperadores de diversas
dinastías, ellos son precedidos generalmente por el nombre de la
dinastía, en este caso, ching o qing, para evitar la confusión. Por
ejemplo, el emperador Qianlong se refiere con frecuencia como Qing
Gaozong.
3 Nurhaci fundó el Jin (金) o dinastía
tardía de Jin (後金) en 1616, pero fue su hijo Hung Taiji quien cambió el
nombre de la dinastía a ching en 1636. Nurhaci adoptó el nombre Tianming
del reinado pero sus títulos ching fueron conferidos póstumamente.
4 Hung Taiji se refieren erróneamente en algunos textos históricos como Abahai (阿巴海).
5 El emperador Shunzhi fue el primer emperador ching que gobernó China después de la ocupación de Pekín en 1644.
6 El emperador Qianlong se retiró
oficialmente en 1796, tomando el título de emperador honorario (太上皇帝).
Este era un acto de la piedad filial para asegurarse de que él no
reinaría más que su ilustre abuelo, el emperador Kangxi. Sin embargo, él
seguía siendo la última autoridad hasta su muerte en 1799, en que su
hijo, el emperador Jiaqing, comenzó a ejercer el poder que había sido
solo de nombre a partir de 1796.
7 La emperatriz viuda Cixi,
la concubina del emperador Xianfeng, la madre del emperador Tongzhi, y
la madre adoptiva del emperador Guangxu, utilizó sus considerables
habilidades de manipulación política para actuar como el poder detrás
del trono o en el trono a partir de 1861 hasta su muerte en 1908. Ella
actuaba como regente durante las minorías de los dos jóvenes emperadores
y confinó el emperador Guangxu en el palacio de verano después de que
él procurara introducir reformas en 1898. La muerte del emperador
Guangxu fue anunciada el día antes de su muerte.
8 Xùndì (遜帝) (“el emperador abdicado”) es el nombre que los libros de historia china y taiwanesa a Puyi.
9 En 2004 los descendientes de la familia
imperial ching han conferido un nombre póstumo y nombre atrasado a Puyi.
Nombre póstumo: Mindi (愍帝). Nombre del templo: Gongzong (恭宗). Hay que
esparar si estos nombres serán aceptados por el público chino.
10 La dinastía ching fue derrocada en
1911, y el último emperador Xuantong, abdicó oficialmente el 12 de
febrero de 1912. Sin embargo, ese mismo día la República de China
concedió los “Artículos de tratamiento favorable de emperador del gran
ching después de que su abdicación” (清帝退位優待條件) que permitió que Xuantong
conservara su título imperial e indicó que él fuera tratado por el
gobierno de la república con el protocolo de un monarca extranjero.
Estos artículos fueron revisados el 5 de noviembre de 1924, después del
golpe del general Feng Yuxiang: los artículos revisados indicaron que
Xuantong perdía su título imperial y en adelante sería tratado como un
ciudadano simple de la república China. Xuantong fue expulsado de la
ciudad prohibida el mismo día. Así, Xuantong gobernaba como emperador
hasta el 12 de febrero de 1912 (y también brevemente entre el 1 de julio
y 12 de julio de 1917), y emperador no-gobernante entre el 12 de
febrero de 1912 y 5 de noviembre de 1924. Xuantong también acepto más
adelante ser el líder marioneta de Manchukuo controlado por los
Japoneses bajo nombre de Datong (大同) (1932-1934), entonces el emperador
marioneta reino igual bajo nombre del reinado Kangde (康德) (1934-1945).

Tumbas Qing

Las tumbas, ubicadas en la ciudad de Zunhua de la provincia septentrional china de Hebei
y con una superficie de 2500 metros cuadrados, constituyen el
cementerio imperial más grande e intacto del mundo. La construcción del
grupo de tumbas duró unos 150 años y terminó en 1908, y en ellas se
enterró a cinco emperadores de la dinastía ching (1644-1911) junto con
15 emperatrices, de ellos, los más conocidos son los emperadores Kangxi y Qianlong, que llevaron la economía de la dinastía a su apogeo.


Las tumbas imperiales del este de la dinastía ching se construyeron al lado de la montaña Changrui
tras largas inspecciones y estudios. Los arqueólogos explican que el
cementerio es una integración de tumbas imperiales, palacios y jardines,
que combinan la hermosura natural con la elegancia humana, lo que sirve
como ejemplo de la arquitectura y de la estética.



Sector occidental del área de las tumbas ching, en Hebei.
Consideradas como el reflejo de la historia ching, las tumbas poseen
una gran reputación dentro y fuera del país. Se pusieron bajo protección
estatal en 1961 y se incluyeron en la lista del Patrimonio Cultural de la Humanidad de la Unesco en 2000, junto con las Tumbas Imperiales del Oeste de la dinastía ching.


Ubicadas en el distrito de Yixian, a 120 kilómetros al suroeste de Pekín,
las tumbas imperiales del oeste registraron el fin de la dinastía ching
y también el fin del feudalismo en China, señalaron los arqueólogos.


El cementerio, cuya construcción terminó en 1915, cuenta con la tumba
del último emperador de la historia china. Los arqueólogos destacaron
que la antigua arquitectura china alcanzó su esplendor en la dinastía
ching, y la estructura de madera, esculturas de piedra y de madera, y el
avanzado sistema de drenaje de las tumbas imperiales del este de ching
son buenos ejemplos de las cotas más altas de su arquitectura.


El gobierno ching invirtió cada año una gran cantidad de dinero en la
reforestación del cementerio, y actualmente el gobierno chino sigue
gastando dinero en el mantenimiento de dichas tumbas. Los más de
doscientos mil pinos y cipreses en el cementerio lo convierten en el
mayor bosque de pinos antiguos en el norte de China.


Funcionarios de la Comisión del Patrimonio Cultural de la Humanidad
indicaron que los grupos de tumbas muestran las ideas tradicionales
chinas sobre la arquitectura y el adornamiento. La teoría geomántica
junto con el delicado diseño de las estructuras en los cementerios es la
inflexión de los puntos de vista feudales sobre el mundo y el poder, lo
que se ha heredado durante miles de años en China.


Los arqueólogos destacaron que las tumbas imperiales de la dinastía
ching constituyen la obra maestra más creativa del genio humano y la
mejor prueba del estilo arquitectónico y las formas culturales de
aquella época. La integración armoniosa de los edificios construidos por
la gente y el medio ambiente natural convierten a las tumbas de ching
en una vista única en el mundo.


Política exterior

Primeros contactos y Guerra del opio


Escena de un combate entre tropas chinas y occidentales durante la Segunda Guerra del Opio (1858-1860).
La riqueza del Imperio Chino era conocida por los europeos desde la
Edad Media. Bien acogidos, estos no tardaron en exasperar a los chinos
por su rapacidad y sus violencias. De aquí que la China se cerrase casi
completamente desde el siglo XVI
a los «diablos extranjeros». Esta situación duró hasta 1840 y fueron
necesarias dos guerras para abrir más extensamente China al comercio
europeo: la Primera Guerra del Opio (1839-1842) y la posterior Segunda Guerra del Opio (1858-1860).


La Compañía inglesa de la Indias había obtenido el primer puesto en el comercio en Cantón. Su principal artículo de venta era una droga extraída de la adormidera, el opio, que los chinos fumaban y que envenena más rápido que el alcohol o el tabaco. En 1839, Lin Hse Tsu había prohibido la venta de opio y destruido un cargamento de veinte mil cajas depositado en los almacenes ingleses.


En represalia, estos bloquearon Cantón y después emprendieron una guerra conocida con el nombre de Primera Guerra del opio. La flota inglesa tomó Cantón y Shanghái y remontó el Yangzi hasta Nankín. Por el Tratado de Nankín, los chinos tuvieron que ceder a Gran Bretaña el islote de Hong Kong, enfrente de Cantón y abrieron además cinco puertos, entre ellos Shanghái, al comercio británico. Los Estados Unidos y Francia
obtuvieron poco después las mismas condiciones. Francia se hizo además
reconocer el protectorado de las misiones católicas, cuya presencia en
China se remontaba al siglo XVI.


En 1856 se suscitaron nuevas dificultades en Cantón entre el Reino Unido y China. Por otra parte, un misionero había sido martirizado y, no habiendo podido obtener reparación, el Gobierno británico y Napoleón III
se entendieron para castigar en común a China y obtener de ella,
amenazando a Pekín, primero garantías para sus nacionales, después el
establecimiento de relaciones diplomáticas regulares y, por último,
nuevas facilidades para el comercio. Un ejército franco-británico de
veintitrés mil hombres ocupó Pekín (1860) después de haber dispersado al
ejército chino.


Durante la marcha sobre Pekín, los chinos habían propuesto
negociaciones, durante las cuales se apoderaron a traición de treinta y
siete europeos, de los cuales mataron inmediatamente a cuatro e hicieron
perecer a otros dieciséis en atroces suplicios. Para vengar esta
traición, los aliados entraron a saco en Pekín e incendiaron el Palacio
de Verano, las más preciosa de las residencias imperiales. Los chinos
otorgaron todas las concesiones exigidas por el Tratado de Pekín (1860) y se abrieron al comercio extranjero siete nuevos puertos.


A consecuencia de este nuevo descalabro, parecía que China quería
modernizarse. En este momento aparecen diversas obras sobre la geografía
y la historia de los países occidentales, algunos de los cuales dedican
un espacio a hablar de España.2
Militares europeos empezaron a llegar al país e instruyeron a las
tropas chinas, hasta entonces armadas de arcos y de lanzas, al mismo
tiempo que se creaba en Pekín un colegio europeo. El emperador autorizó
incluso la construcción de un ferrocarril a Shanghái (1878). Pero la masa del pueblo y los mandarines permanecían hostiles a las novedades y el Gobierno se mostraba débil y vacilante.


Estancamiento

Los brillantes éxitos obtenidos por el Japón
tuvieron naturalmente una gran repercusión en China. Parecían haber
hecho comprender definitivamente a los chinos que había un gran provecho
en no despreciar las «ciencias bárbaras» y que conocerlas y adaptarse a
su organización era para los pueblos la condición mínima de la
independencia.


Bajo la dirección de instructores japoneses, China empezó a dotarse
de un ejército a la europea, regularmente reclutado, uniformemente
equipado y que disponía aproximadamente de doscientos cincuenta mil
hombres. Se publicaron periódicos donde se ensalzaban las virtudes
guerreras que eran tan despreciadas por los chinos.


Se multiplicó el número de estudiantes enviados a Europa
y, sobre todo, al Japón. Se reformó la organización de la enseñanza y
se crearon colegios y universidades. Por otra parte, los chinos
comenzaron a querer dar valor a su país, comprando a los extranjeros las
minas concedidas a estos hasta entonces y hasta ciertas líneas férreas,
y ensayando además a crear fábricas.


Época de crisis

La importancia y la grandeza de la transformación del Japón se evidenciaron bruscamente en un conflicto con China a propósito de Corea. El reino de Corea, casi tan grande como la mitad de Francia,
está situado cerca de la costa japonesa. Desde hacía siglos, chinos y
japoneses se habían disputado su dominio y habían terminado por ejercer
la soberanía conjuntamente. Cada nación mantenía una guarnición en Seúl,
la capital coreana. Cuando los chinos decidieron en 1894 reforzar su
guarnición, los japoneses desencadenaron una guerra sin declaración
previa (julio de 1894).



Ilustración ukiyo-e que refleja la batalla del río Yalu (1894) ocurrida durante la Primera Guerra Sino-Japonesa. La grave derrota china fue una humillación y anunciaba el ocaso de la dinastía Qing.
La Guerra de Corea se llevó a cabo rápidamente. Con gran sorpresa por parte de Europa,
los japoneses batieron a los chinos con la mayor facilidad. Después de
haberlos expulsado de Corea, de haber destruido sus acorazados en la
desembocadura del Yalu (17 de septiembre de 1894) y de haber tomado por asalto la plaza fuerte de Port Arthur (noviembre), los japoneses alcanzaron el mar de Bohai.


Ante la grave derrota, los chinos firmaron la paz y por el Tratado de Shimonoseki, entregaron a los japoneses las dos plazas que dominaban la entrada del golfo de Petchili, al norte de Port Arthur, con la península de Liaodong donde se encontraba este y, al sur, Wei-Hai-Wei. Cedían además, enfrente de la China meridional, la gran isla de Formosa (abril de 1895).


Entonces se produjo una intervención de Europa. Con el pretexto de defender «la integridad de China», Rusia —que ambicionaba Port Arthur— supo arrastrar junto a ella a Francia y Alemania,
y las tres potencias impusieron una revisión del Tratado de
Shimonoseki: Japón tuvo que contentarse con Formosa y una indemnización
de guerra.


A consecuencia de los descalabros chinos, muchos creyeron en Europa
que algún día sería posible repartirse China, como se había hecho con África tras la Conferencia de Berlín. Al menos, las potencias podrían ocupar allí cierto número de puntos estratégicos y establecer «zonas de influencia». Alemania
encabezó la iniciativa de esta política de desmembramiento. A
consecuencia del asesinato de dos misioneros alemanes (1897), el
emperador Guillermo II hizo ocupar, inmediatamente y sin intimación, el puerto de Kai-Tcheu, al sur de la península de Shandong, región reputada por su riqueza y sus minas de carbón.


Por su parte, los rusos solicitaron y obtuvieron, para la terminación del ferrocarril transiberiano, la facultad de construir la vía en línea recta hasta Vladivostok a través de la provincia china de Manchuria.
Lograron además la cesión en arriendo durante noventa años de Port
Arthur, puerto en aguas siempre libres de hielo ambicionado desde hacía
años por Rusia; un entroncamiento debía unir este puerto al ferrocarril
transiberiano (1898). Francia e Inglaterra se hicieron ceder igualmente en arriendo Guangzhouwan y Wei-Hai-Wei (1898), respectivamente.


Por otra parte, las potencias obtuvieron la apertura de doce puertos
nuevos, el derecho de establecer en ellos manufacturas y la facultad
para los vapores de circular por todas las grandes vías navegables.
Arrancaron del Gobierno chino para sus nacionales concesiones de
explotación de minas y de construcción de ferrocarriles, casi 10.000
kilómetros: el tramo principal de Pekín a Hankou —1250 kilómetros— se concedió a una sociedad franco-belga.



Caricatura aparecida en un diario occidental sobre la derrota del gigante chino frente al pequeño samurái japonés, 1894.
Era la «conquista de los bárbaros de China», y el «derrumbamiento del antiguo Imperio»,
ante lo cual el patriotismo chino y el espíritu pasivo se sublevaron.
Sociedades secretas, muy numerosas y muy activas en China, sobre todo la
sociedad llamada de los Boxers, provocaron un movimiento nacional (la llamada Rebelión de los Bóxers),
que estalló en Pekín en mayo de 1900 y se extendió a toda China
septentrional. Doscientos extranjeros fueron acuchillados; los ministros
europeos en Pekín fueron sitiados durante dos meses en sus legaciones.


Las grandes potencias de entonces, incluidos el Japón y los Estados
Unidos, decidieron obrar en común: enviaron cada uno un contingente y el
ejército internacional así constituido reprimió en una corta campaña
alrededor de Pekín el movimiento bóxer
(septiembre-octubre de 1900). Los chinos tuvieron que pagar una
indemnización de dos mil quinientos millones y confirmar las concesiones
de obras públicas otorgadas anteriormente. A cambio, las potencias
renunciaban a toda idea de desmembramiento del país y garantizaban la
integridad de China.


Caída de la dinastía

Levantamiento de Wuchang

Sun Yat-sen fue el líder de la Revolución de 1911.
A finales del siglo XIX, surgieron dos facciones en el gobierno chino
que abogaban por aprender de Occidente. Una reformista, encabezada por Kang Youwei,
y otra revolucionaria, dirigida por Sun Yat-sen. El fracaso del
Movimiento Reformista de 1898 condujo al hundimiento de la fracción
reformista, la cual se había hecho la ilusión de que el gobierno de la
dinastía Qing podría llevar a cabo ciertas reformas, mientras que se
incrementaron rápidamente la fuerza y la influencia de la fracción
revolucionaria de la burguesía.


En 1905, se fundó la Tongmenghui
(Liga Revolucionaria de China). En ese momento, Sun Yat-sen formuló un
programa revolucionario burgués, en el cual figuraban los postulados de
“establecimiento de una república e igualdad de la propiedad de la
tierra”. Se trataba de un proyecto de república burguesa, inspirado en
el ejemplo de la burguesía occidental.


En dicho programa, Sun Yat-sen abogaba por derrocar por la vía
revolucionaria la dominación de la dinastía Qing para “establecer una
república”. Esto correspondía, en aquella época, a las aspiraciones y
las demandas de las amplias masas populares de todo el país.


Luego de fundada la Tongmenghui en Tokio,
sus miembros no tardaron en retornar sucesivamente a China e ir a
diversas partes del país a organizar grupos revolucionarios y, en unión
con otros patriotas, a preparar levantamientos. La situación
revolucionaria atravesaba por un creciente auge en todo el país.


Sun Yat-sen atribuyó gran importancia al trabajo militar y al trabajo
dentro del ejército enemigo. Esto fue de gran importancia para la
Revolución de 1911. En 1908, Sun Yat-sen envió a Huang Xing a Hekou, provincia de Yunnan, para desatar un levantamiento, que fracasó. Enseguida después, Yang Qui-fan, miembro de la Tongmenghui, organizó junto con otros un levantamiento en Yongchang, que tampoco tuvo éxito. La Academia Militar de Yunnan fue establecida en 1909 por Shen Bingkun, entonces gobernador interino de las provincias de Yunnan y Guizhou, con el fin de preparar personal militar para el gobierno de la dinastía ching.


En el invierno de ese año, cuando Li Jingxi, el nuevo gobernador general, llegó a Kunming para tomar posesión de su cargo, incorporó a la Academia Militar la escuela militar ambulante anexa a la 19.ª División del Nuevo Ejército. En aquellos momentos, el rector de esa academia era Li Genyuan y entre los instructores se contaban Fang Shengtao, Zho Kangshi, Li Liejun, Lou Peijin, Tang Jiyao, Liu Zuwu y Gu Pinzhen. Eran en su mayoría miembros de la Tongmenghui.


En la academia estudiaban más de quinientos cadetes, muchos de ellos
jóvenes descontentos de la situación entonces existente. Así fue como la
Academia Militar de Yunnan se convirtió en una importante plaza fuerte
de las fuerzas revolucionarias en esa provincia. Recomendado ante Li
Jingxi por Li Genyuan y Luo Peijin, Cai E fue nombrado jefe de la 37.ª brigada de la 19.ª División del Nuevo Ejército de Yunnan.


Si bien no era miembro de la Tongmenghui y nunca estuvo abiertamente
en contacto con la Academia Militar, era hombre de espíritu patriótico y
democrático y mantenía lazos secretos con la Tongmenghui. En aquel
entonces, mientras el gobierno de la dinastía Qing reprimía de manera
extremadamente sañuda a las fuerzas revolucionarias, Cai E brindó eficaz
amparo a las actividades revolucionarias que se desarrollaban en la
academia.


En 1911, se graduaron antes del plazo previsto los cien cadetes de la
primera promoción de la academia. Dieciocho de ellos fueron colocados
como oficiales de las tropas al mando de Cai E y se pusieron a hacer
propaganda revolucionaria entre los soldados. Los soldados del Nuevo
Ejército, todos ellos reclutas procedentes del campo, ya estaban
sumamente descontentos con la tiranía y la corrupción del gobierno de la
dinastía Qing, con la brutal explotación de la clase terrateniente, con
los castigos corporales y con los insultos que sufrían en el viejo
ejército y con la práctica de los oficiales de embolsarse parte de su
paga.


El 10 de octubre de 1911, estalló el Levantamiento de Wuchang, que dio un gran estímulo al pueblo en Yunnan.
Los revolucionarios intensificaron también allí sus actividades entre
los soldados. Los gobernantes de la dinastía Qing estaban presa de
pánico. Li Jingxi, gobernador general de Yunnan y de Guizhou, mandó construir fortificaciones dentro y fuera de la sede de su gobierno y dio orden de arrestar a los revolucionarios.


Luo Peijin,
jefe del 74.° biao, fue destituido. Li Jingxi reunió un batallón de
guardias, un batallón logístico y dos compañías de ametralladoras para
defender la sede de su gobierno. Sin embargo, incluso entre dichas
fuerzas de custodia existían fuerzas revolucionarias ocultas.


El golpe final

El 30 de octubre (el 9 del noveno mes del calendario lunar), los revolucionarios se sublevaron en Kunming. En la noche de aquel día, el 73er. biao del Nuevo Ejército, bajo el mando de Li Genyuan, inició la acción a partir del campo de ejercicios ubicado al norte de la ciudad, y Cai E
desató su alzamiento a la cabeza del 74° biao a partir de Wujiaba,
cerca del campo de ejercicios al sur de la ciudad. Al levantamiento se
sumaron también los cadetes de la Academia Militar y de la Escuela
Militar Primaria así como los guardias de Li Jingxi.


Según lo convenido, este debía iniciarse a las once de la noche, pero
eran apenas las nueve cuando se oyeron disparos en el campo de
ejercicios del norte. Luego que se hubieron generalizado el caos y el
desconcierto, el general Cai E hizo acto de presencia en el campo de
ejercicios del sur, lo cual permitió restablecer rápidamente el orden
entre las tropas.


Mientras tanto, Li Jingxi oyó también los disparos y, sintiéndose
como entre sueños, telefoneó a Cai E para pedirle ayuda. Este colgó y
enseguida se presentó ante las tropas que se encontraban a la espera de
la orden de entrar en acción. Así, proclamó el comienzo del
levantamiento de Yunnan.


Bajo el mando de Cai E, las majestuosas tropas de la insurrección se
pusieron inmediatamente en marcha para tomar los accesos a la ciudad.
Cuando atacaron la ciudad de Kunming, el biao de caballería, desplegado
ahí por Li Jingxi para defender la ciudad, no opuso resistencia alguna.
Al contrario, la mayor parte se incorporó a las filas rebeldes. Los
cadetes de la Academia Militar que vivían dentro de la ciudad abrieron
las puertas de la misma.


A las 12 de la noche, todas las tropas habían entrado en Kunming y,
hacia la madrugada, ya tenían bajo su control todos sus accesos. Li
Jingxi huyó presa del pánico. El 31 de octubre, se tomó sucesivamente
por asalto otras dos plazas fuertes del enemigo, la colina Wuhua y el
arsenal. Poco después, se sublevaron también las tropas del Nuevo
Ejército que se hallaban en Dali, Lin’an y otros lugares.


Los batallones de patrullaje del enemigo que se encontraban fuera de
Kunming fueron liquidados sucesivamente, y la provincia de Yunnan quedó
totalmente en manos de los insurgentes. El 1° de noviembre, se fundó el
gobierno militar de Yunnan.


Véase también

Referencias


  • Chang, Jung (2014). Cixí, la emperatriz (primera edición). México: Taurus. ISBN 978-607-11-3210-9.

    1. David Martínez-Robles. «La China Qing descubre a España». Archivo China-España, 1850-1950. Grupo de Investigación ALTER (Universitat Oberta de Catalunya). Consultado el 4 de enero de 2017.

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