miércoles, 15 de marzo de 2017

LOS PATRIARCAS

LOS PATRIARCAS


Emanaciones

Divinas



Introducción:

Sefirot


Cuadro de los Poderes de la Mente


El Fundamento de las Sefirot


Unificación de las Sefirot Emocionales



Keter



Jojmá



Bi



Daat



Jesed



Guevu



Tiferet



Netzaj



Hod



Iesod



Maljut






 

Introducción para Estudiantes Avanzados

Las Emanaciones
Divinas

LAS ENSEÑANZAS DE LOS PATRIARCAS

La Torá comienza en el libro de Bereshit .
Este es diferente a los otros cuatro libros del Pentateuco puesto que
contiene sólo un puñado de los preceptos y se compone sobre todo de
historias de los Patriarcas. Sin embargo, constituye la primera quinta
parte de la Torá, indicando que antes de pasar a los otros cuatro libros
del Pentateuco, antes de recibir la Torá y sus preceptos, primero
tenemos que incorporar las lecciones del Génesis. Sin esto no nos
podemos fijar un sendero correcto de servicio a Dios. ¿Cuáles son las
principales lecciones que aprendemos de los Patriarcas?
En este artículo, vamos a
estudiar acerca de tres diferentes modelos cabalísticos basados en l os
cual es podremos entender la relación entre los Patriarcas Abraham,
Itzjak y Iaakov. De cada uno de estos modelos, ganaremos una visión,
comprensión y una nueva conciencia que podemos incorporar a la vida
espiritual.

Los Patriarcas como Arquetipos

En la Biblia, el Libro de Bereshit se le conoce como el “ Sefer Ha i ashar” –que literalmente significa “ El Libro R ecto” , en
honor a los Patriarcas que iban en un camino recto y honesto con Dios.
Al ir en un sendero rect o hacia la voluntad de Dios, los Patriarcas
iban directamente hacia la esencia de Dios. Cuando la Torá describe el
viaje de Abraham a través de la Tierra de Israel dice: “Abraham viajó a
lo largo y ancho d el sur” . El jasidut explica que el sur simboliza la
luz Infinita de Dios.
De las acciones de cada uno de
los tres Patriarcas, aprendemos un aspecto diferente para el servi cio
al Todopoderoso, d ebido a que cada uno de el los ilumina de una manera
característica que debemos tratar de incorporar a nuestras propias
vidas. Los sabios afirman esta idea citando frecuentemente las
siguientes palabras: “ Sólo tres son llamados padres, Abraham, Itzjak y Iaakov
. Para comprender el arquetipo que representa cada Patriarca
necesitamos primero entender su esencia inter ior, ya que e l estudio de
la esencia de los Patriarcas es uno de los pilares del pensamiento
cabalístico. Como descendientes de Abraham, Itzjak y Iaakov, seguimos su
legado , debemos tratar de emular sus acciones, como dicen los sabios: “
La persona debe preguntarse a sí mismo : ‘¿Cuándo mis acciones se asemej arán a las de mis antepasados Abraham , Itzjak y Iaakov ”.

Balance

El primer principio que aprendemos en Cabalá es que los tres Patriarcas son almas arquetípicas. Como tales , entre las Sefirot
–emanaciones a través de las cuales Dios crea la realidad (en cada
momento) y Se revela en ellas– los Patriarcas corresponden a bondad,
poder y belleza. Abraham representa a la dimensión derecha de la
realidad , que se manifiesta en la sefiráh de la bondad. Itzjak representa la dimensión izquierda y a la sefiráh de la rigor o poder . Iaakov representa la dimensión media, la sefiráh de la belleza. Las dimensiones derecha, izquierda, y media son descri p tas en la introducción a l Tikunei Zohar como “ una larga, una corta, y una intermedia
, respectivamente. Esta es una de las afirmaciones más fundamentales de
la Cabalá, que fue revelada por el profeta Eliahu, y provee el marco
para ordenar las sefirot en torno a tres ejes: derecho, izquierdo y centro.
El orden amiento de las sefirot
en torno a los tres ejes sugiere una estructura equilibrada,
representativa del estado rectificado y estable en el que los poderes
representados por cada una de las sefirot están equilibrados. De hecho, en el Zohar
el “equilibrio” es considerado el símbolo de la realidad rectificada , y
siempre que bus que mos el equilibrio, debemos tener los tres
elementos. Rabí Abraham Abulafia, uno de los primeros cabalistas
medievales lo demostró al señalar que el valor numérico de la primera
palabra de la Torá: “ En el principio ” ( בְּרֵאשִׁית , bereshit ) es igual al valor de la frase, “ tres cosas juntas ” ( שְׁלֹשַָׁה דְבָרִים יַחַד , shloshá Devarim iajad ) . Además, la columna vertebral, por así decirlo, del primer versículo de la Torá forma la palabra “tres” ( שְׁלֹשָׁה , shloshá ). Esto indica que la tríada –especialmente su habilidad característica de ser equilibrada– es la piedra angular en la Torá.

Tesis, antítesis, síntesis

La relación entre los tres Patriarcas se puede entender en términos de otra conocida tríada:
•  Tesis
•  Síntesis
•  Antítesis
Abraham nos provee la tesis , la bondad , Itzjak sugiere la antítesis a la tesis de Abraham , el rigor, y Iaakov, descrito como el selecto de los patriarcas,
representa su síntesis, la síntesis del amor y del poder, que en la C a
bal á se llama misericordia o compasión. Vamos a ver esta estructura
básica.
La tesis representa la primera
afirmación respecto de un tópico determinado , la primera aproximación a
la conclusión final a la que habremos de arribar . La tesis tiene que
ser simple y fácil de entender y tiene que cubrir tanto terreno como sea
posible. Cuando se trata del camino espiritual de los Patriarcas, la
tesis debe asemejarse a la manera en que Dios creó el mundo en el
principio. Todo comienza en el lado derecho, incluyendo la creación del
mundo. Dios creó el mundo por amor y debido a Su amor. Como se afirma en
la tradición cabalística, Dios creó el mundo porque “ la naturaleza del B ien [Dios] es hacer el bien
. La Torá también fue entregada desde el lado derecho de Dios. Teniendo
en cuenta todo esto, es muy apropiado que la tesis de Abraham sea la
bondad y su motivación inter ior , el amor. La primera sefiráh que podemos reconocer p ertenece al lado derecho.
La noción de que Abraham
representa la tesis, el punto de partida, se ilustra en el segundo
relato de la creación, que comienza con las palabras: “ Esta es la historia de los cielos y de la tierra cuando fueron creados... .” . Las letras de la palabra ( בְּהִבָּרְאָם , behibaram ) , “ cuando fueron creados, " permutan para formar la palabra ( בְּאַבְרָהָם , beAbraham ) “con Abraham” , lo que sugiere que los cielos y la tierra fueron creados con la bondad de Abraham.
M a s la tesis no es
suficiente. El mundo no puede sustenta rse sólo con amor. Para mantener
el equilibrio se necesita cierta cantidad de rigor , poder o juicio. El
juicio no es contrario al amor. No necesitamos imaginar que el amor y el
juicio están en una lucha a muerte. El juicio no se opone a la esencia
interior y a la luz inherente en el amor; es la crítica constructiva con
respecto a las manifestaciones exter iores del amor. Motivado por el
temor de que las energías positivas de l amor caigan en manos
equivocadas, el juicio ayuda al amor limit ándolo .
En general, la mejor manera de
definir antítesis es como una revisión crítica de la tesis –no des
acredita a la tesis, sino que la refina. Y así , el juicio, poder o
fuerza , que es la antítesis introducida por Itzjak, sirve para limitar
los efectos del amor, de modo que este no se tambalee completamente
fuera de control. El amor es una fuerza muy fuerte que tiene la
tendencia a anular la realidad. Esto puede sonar extraño al principio,
pero ya lo explicaremos con más profundidad en breve. El juicio y el
poder sirven para equilibrar al amor y prevenir que se conv ierta en una
fuerza tumultuosa, transformándol o eventualmente en compasión, la
esencia interior de Iaakov.
El amor tiene una tendencia a extenderse hacia donde no debería. La sefiráh
de bondad, cuya m otivación interior es e l amor, se describe mejor
como una fuerza atractiva y expansiva . Atrae fácilmente a la
muchedumbre equivocada, por así decirlo, y su radio de acción tiende a
extenderse sin límites, incluso en aplicaciones impropias.
Uno de los mejores ejemplos de
esto es el amor propio o amor egocéntrico, que invariablemente se
traduce en la adoración a sí mismo. En Proverbios se dice: “ El amor oculta todos los defectos
. Aunque esto es cierto cuando se trata del amor por los demás, es
doblemente cierto con respecto al amor propio. Puesto que el amor propio
es tan natural, la mayoría de las personas no pueden ver sus propias
faltas o pecados. El Zohar afirma que, “ No hay adoración como la adoración motivada por el amor .”
Pero, por supuesto, el culto y el servicio deben ser para Dios, no para
uno mismo. Mediante la adición de la crítica antitética del juicio y
del poder, que es la esencia del sendero Divin o de Itzjak, el amor
puede mantenerse sin desviarse por el camino y dirigirse hacia el
Todopoderoso.
Una vez más, no hay conflicto
entre ellos, tal y como no había conflicto entre Abraham y su amado hijo
Itzjak. Abraham e Itzjak se amaban y se complementaban a la perfección.
La cima de su unión fue alcanzad a en la atadura de Itzjak , que el Zohar explica que se le llama “ la atadura ” y no “ el sacrificio
, porque éste acto ató a Abraham e Itzjak a un nivel existencial,
resultando en una plena inter-inclusión de sus esencias. El amor a Dios
rectificado de Itzjak per se le motivó a estirar su cuello
sobre el altar, permitiéndole a Abraham sacrificarle. De este modo,
Itzjak es un ejemplo de la instrucción dada por Moisés posteriormente al
pueblo judío: “Amarás a Dios con todo tu corazón y con toda tu vida ...”
que los sabios explican que significa que debes amar a Dios, incluso si
Él está a punto de tomar tu vida. La nueva dimensión de Abraham de
rigor y temor a Dios, fueron pronunciadas sucintamente por el ángel de
Dios que dijo: “ Porque ahora sé que temes a Dios ” .
La síntesis entre el amor y el
juicio se encuentra en la compasión o misericordia, la esencia de Iaakov
y el poder interior que motiva a la sefiráh de belleza. Debido a que la compasión es la forma verdaderamente equilibrada de la vida, a Iaakov se lo conoce como “ el elegido de los patriarcas .”
Analizándolo cabalísticamente, el estatus de Iaakov es el resultado de
la síntesis de las cualidades de su padre y de su abuelo a quienes él
representa. Abraham representa el deseo de dar, de otorgar, pero
relativamente a ciegas y sin límites.
Eventualmente, el deseo ciego
de dar se motiva por el amor propio y el egoísmo. Ya no importa donde se
esté dando. El otorgante bloquea todo juicio respecto el mérito del
objetivo que está favoreciendo. Al final, la meta deja de tener
importancia, lo único que importa es que él ha dado y que su nombre es
engrandecido (públicamente –como el benefactor de tal o cual causa– o
privadamente, en los círculos apropiados). Por esta razón, la persona
necesita sentir temor –el temor a equivocarse, de dirigir su energía al
lugar equivocado. Cuando una persona teme a Dios, Dios le guía al lugar
adecuado y puro dónde su generosidad será de beneficio tanto para el
receptor como para sí mismo. Dios le ayudará a dar de manera que no
cause destrucción.
El temor, la antítesis del
amor, el verdadero fundamento del mundo, asegura que el amor no esté mal
dirigido y que no caiga en las falacias de lo mundano, en lo que
respecta a nuestros objetivos y motivaciones personales para amar y dar.
Al ayudarnos a seguir siendo críticos, el temor nos protege de actuar
por interés propio y ego. Dicho de otra manera, el miedo agrega
sensibilidad a nuestros actos de bondad.
Podrías pensar que ya todo está
en equilibrio puesto que ahora sé que debo dar y a la vez soy cuidadoso
de dar por razones equivocadas y a un lugar inadecuado. Pero hay una
tercera y última fase sin la cual el amor y el temor todavía están
incompletos , y que la podemos aprender de Iaakov, el alma arquetípica
de la belleza y la compasión.
La verdad es que no importa la
cantidad de auto-crítica que yo pueda tener, nunca puedo estar cien por
ciento seguro de que mis actos de bondad, de caridad, están debidamente
motivados y son realizados sin ningún tipo de interés propio. Del mismo
modo, no puedo esperar que la persona o la causa a la que estoy dando
sea cien por ciento perfecta, pues ningún ser humano es perfecto, así
como no consciente de que yo mismo no soy perfecto. Sin embargo, no debo
abstenerme de dar. De este modo mi generosidad puede llevarse a cabo
solamente si siento compasión, compasión que proviene de una base sólida
y veraz de afecto hacia los demás. Aunque pudiese estar tentado a
pensar que puesto que el mundo y las personas son imperfectas, es mejor
no dar, se nos dice que Dios otorgó la verdad a Iaakov. La verdad
duradera hasta el final, la verdad que resiste a la prueba del tiempo,
solamente se puede encontrar en la cualidad esencial de compasión de
Iaakov –la síntesis del amor de Abraham y temor de Itzjak.
De Iaakov aprendemos a saltar
por encima de nuestr as fallas y l a s de los demás. Que puede ser que
al final estoy dando por razones equivocadas y quien recibe de mí es
también imperfecto. Sin embargo, la compasión nos permite superar esos
miedos. Los sabios nos dicen que uno de los rasgos característicos del
judío es la compasión. Los judíos son los hijos compasivos de nuestros
compasivos patriarcas , en concreto, todos somos hijos de Iaakov.
El propio Iaakov aprendió a superar el miedo gracias a la fuerza su padre Itzjak. Dios le dijo a Abraham: “ Pues en Itzjak estar á tu descendencia ” . Los sabios explican que las palabras “ en Itzjak
implica que sólo algunos de los descendientes de Itzjak serán –es decir
Iaakov, pero no Esa v – considerados descendientes de Abraham. En otras
palabras, la compasión de Iaakov refleja con más fuerza el amor y
bondad de Abraham que el poder de Itzjak. Por esta razón, aunque la sefiráh de la belleza se encuentra en el eje central, se considera que se inclina hacia la derecha.
Así que nuestro modelo de
tesis-antítesis-síntesis comenzó con una predisposición a otorgar, fue
templado por una visión crítica del otorgante y del beneficiario,
finalmente terminando con un renovado compromiso a otorgar. Aunque Dios
creó el mundo con bondad amorosa, no creó un mundo perfecto,
obligándonos a ejercer temor y compasión para alcanzar un estado de
equilibrio. Cuando ejercitamos esta fundamental lección de los
Patriarcas, la realidad nos trata de la misma manera , porque significa
que hemos aceptado el hecho de que nadie es perfecto y que tenemos que
poner una tapa de compasión a l juzgar la realidad. Al final, la
compasión como síntesis del amor y el criticismo, ejemplifica mejor el
propósito de Dios en la creación del mundo en beneficio de Sus cr
iaturas . L a compasión nos guiará a entrar a los tiempos mesiánicos y a
l cumplimiento de la intención de Dios: “ El mundo estará basado en el amor y la bondad ”.

Los Patriarcas y el proceso de creación

Ya que tenemos algo de
experiencia con los Patriarcas y de la relación entre ellos, vamos a
usar estas ideas para mirar un tema un poco más amplio: el proceso de
creación.
El texto cabalista más importante después del Zohar es el t ratado del rabino Itzjak Luria (el Arizal), “ Etz Jaim” (literalmente, “ Árbol de la Vida ”). El Arizal vivió y enseñó en Safed
tras la muerte del más grande cabalista de la generación anterior, el
rabino Moshé Cordovero (el Ramac). Juntos, el Ramac y el Arizal son los
dos pilares de la Cabalá revel ada en Safed .
En el Etz Jaim , el Arizal describe que el proceso de creación se compone de tres etapas principales:
•  Etapa 1: la luz Infinita de Dios lo permea todo sin dejar lugar a la creación.
•  Etapa 2: Para generar un
espacio a una consciencia que sea independiente de la Suya, Dios contra e
Su luz Infinita y crea un vacío.
•  Etapa 3: La emanación de un rayo de luz Infinita que entra en el vacío y en el en torno donde se crea la realidad.
Son necesarias unas cuantas
palabras explicando esta descripción. Podría p arecer q ue estas etapas
siguen un orden lógico y necesario. Dado que la expresión de Dios (la
luz) lo llena todo, con el fin de crear a un ser autónomo, parec ería
necesario que Dios contraiga (es decir, limit e y elimin e ) Su luz. En
otras palabras, la contracción parece ser una fase lógicamente
necesaria. Pero la verdad es que Dios es absolutamente libre, eso
incluye la elección de un número infinito de opciones para hacer cumplir
Su voluntad –pero sin duda estas opciones, aunque posibles, nos dejan
perplejos. El hecho de que escogió un proceso lógico, que podemos
entender, nos dice que Dios está interesado que comprendamos el proceso
creativo de manera que cuando lleguemos a crearnos a nosotros mismos,
emulemos Sus acciones.
Otro punto importante es que el
Arizal no está describiendo a la creación de la misma manera que un
científico describe una reacción química en e l diario de su
laboratorio. El Arizal está utilizando una metáfora (geométrica). En
realidad, la expresión y la Presencia de Dios no faltan de ninguna
manera en el vacío . Desde el punto de vista infinito de Dios, nada ha
cambiado en Su Presencia, ni nada ha sido modificado, excepto por el
hecho que Él hizo posible la existencia de un punto de vista que niega
Su realidad exclusiva y Su Presencia.
Por último, aunque el rayo (conocido como kav )
que entró en el vacío es de la luz Infinita de Dios, es tá limitad o y
no se extiende para llenar el vacío en forma complet a . Si fuera así,
todo el motivo d el proceso creativo, la creación de la conciencia
autónoma, no tendría lugar.
En la terminología cabalística, estas tres fases se describen en resumen como:
•  la luz infinita
•  contracción
•  el rayo
Y se corresponden directamente con la esencia de los tres Patriarcas, de la siguiente manera:
Abraham La luz infinita
Itzjak La contracción
Iaakov El rayo
Continúa la próxima semana

mag1.gif (1839 bytes) La
Dimensión Interior
es
presentada por 
Instituto
Gal Einai de Israel


Con
la finalidad de diseminar las enseñanzas
de la dimensi
ón
interior de la Tor
á en la

Tierra de Israel y en la Diáspora
tomadas de las enseñanzas del
rabino Itzjak Ginsburgh
 







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