sábado, 4 de marzo de 2017

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La Arquitectura de la Santidad (Terumah 5777)
De aquí al final del libro de Éxodo, la Torah describe, con minuciosos detalles y gran longitud, la construcción del Mishkán, la primera casa colectiva de culto del pueblo judío. Se dan instrucciones precisas para cada ítem - el Tabernáculo en sí, los marcos y cortinas, y los diversos objetos que contiene - incluyendo sus dimensiones. Por ejemplo, leemos:
"Hagan el Tabernáculo con diez cortinas de lino finamente retorcido y hilo azul, púrpura y escarlata, con querubines tejidos en ellos por un trabajador experto. Todas las cortinas tendrán el mismo tamaño: veintiocho codos de largo y cuatro codos de anchura ... Haz cortinas de pelo de cabra para la tienda sobre el tabernáculo, once en total. Todas las once cortinas tendrán el mismo tamaño: treinta codos de largo por cuatro codos de ancho ... Hacer monturas de madera de acacia para el tabernáculo. Cada marco debe ser de diez codos de largo y un codo y medio de ancho ... "(Ex 26: 1-16)
Y así. Pero ¿por qué necesitamos saber cuán grande era el Tabernáculo? No funcionó a perpetuidad. Su uso principal fue durante los años del desierto. Eventualmente fue reemplazado por el Templo, una estructura más grande y magnífica. ¿Cuál es entonces el significado eterno de las dimensiones de esta construcción modesta y portátil?
"¿Cuál es el significado eterno de las dimensiones de esta construcción modesta y portátil?"
Para poner la pregunta aún más aguda: ¿no es la propia idea de un tamaño específico para el hogar de la Shekhinah, la presencia Divina, capaz de engañar? Un Dios trascendente no puede ser contenido en el espacio. Salomón dijo así:
"¿Pero realmente habitará Dios en la tierra? Los cielos, incluso el cielo más alto, no pueden contenerte. ¡Cuánto menos este Templo Yo he edificado! "(1 Reyes 8:27)
Isaías dijo lo mismo en el nombre de Dios mismo:
"El cielo es mi trono, y la tierra es mi escabel. ¿Dónde está la casa que construirás para mí? ¿Dónde estará mi lugar de reposo? "Isaías 66: 1
Así que ningún espacio físico, por grande que sea, es lo suficientemente grande. Por otro lado, ningún espacio es demasiado pequeño. Así dice un midrash llamativo:
Cuando Dios dijo a Moisés: "Hazme tabernáculo", Moisés dijo con asombro: "La gloria del Santo bendito sea que llene el cielo y la tierra, y sin embargo, manda, ¿me conviertes en tabernáculo? Como crees que creo. Veinte tablas en el norte, veinte en el sur y ocho en el oeste son suficientes. De hecho, descenderé y confinaré Mi presencia aún dentro de un codo cuadrado. ' (Shemot Rabá 34: 1)
Entonces, ¿qué diferencia podría hacer si el Tabernáculo era grande o pequeño? De cualquier manera, era un símbolo, un foco, de la presencia Divina que está en todas partes, dondequiera que los seres humanos abran su corazón a Dios. Sus dimensiones no deben importar.
Me encontré con una respuesta de manera inesperada e indirecta hace algunos años. Había ido a la Universidad de Cambridge para participar en una conversación sobre religión y ciencia. Cuando terminó la sesión, un miembro de la audiencia se acercó a mí, un hombre tranquilo y modesto, y dijo: "He escrito un libro que creo que podría ser interesante. Te lo enviaré. "No sabía en ese momento quién era.
Una semana más tarde llegó el libro. Se llamaba "Sólo Seis Números", subtitulado "Las fuerzas profundas que dan forma al universo". Con un choque descubrí que el autor era el entonces Sir Martin, ahora Barón Rees, Astrónomo Real, más tarde Presidente de la Royal Society, el cuerpo científico más antiguo y famoso del mundo, y Maestro del Trinity College de Cambridge. En 2011 ganó el Premio Templeton. Había estado hablando con el científico más distinguido de Gran Bretaña.
Su libro era apasionante. Explicó que el universo está formado por seis constantes matemáticas que, si hubiesen variado en un millonésimo o trillonésimo grado, no habrían producido ningún universo o por lo menos ninguna vida. Si la fuerza de la gravedad hubiera sido ligeramente diferente, por ejemplo, el universo se habría expandido o implotado de tal manera que impidiera la formación de estrellas o planetas. Si la eficiencia nuclear fuera ligeramente inferior, el cosmos consistiría únicamente en hidrógeno; Ninguna vida habría surgido. Si hubiera sido un poco más alto habría habido una rápida evolución estelar y la decadencia no dejando tiempo para que la vida evolucione. La combinación de improbabilidades era inmensa.
"El universo está formado por seis constantes matemáticas que, si hubieran variado por un millonésimo o un trillonésimo grado, no habrían producido ningún universo o al menos ninguna vida".
Los comentaristas de la Torá, especialmente el difunto Nechama Leibowitz, han llamado la atención sobre la forma en que la terminología de la construcción del Tabernáculo es la misma que se usó para describir la creación de Dios del universo. El Tabernáculo era, en otras palabras, un microcosmos, un recordatorio simbólico del mundo que Dios hizo. El hecho de que la Divina presencia descansara dentro de ella no tenía la intención de sugerir que Dios no está allí, en este lugar no es eso. Estaba destinado a señalar, poderosa y palpablemente, que Dios existe en todo el cosmos. Era una estructura hecha por el hombre para reflejar y enfocar la atención en el universo Divinamente creado. Fue en el espacio lo que Shabat es en el tiempo: un recordatorio de la creación.
Las dimensiones del universo son exactas, matemáticamente exactas. Sólo ahora los científicos empiezan a darse cuenta de cuán precisos, e incluso este conocimiento parecerá rudimentario para las generaciones futuras. Estamos en el umbral de un salto cuántico en nuestra comprensión de la profundidad de las palabras: "Cuántas son tus obras, Señor; En sabiduría los hicisteis a todos "(Salmo 104: 24). La palabra "sabiduría" aquí -como en las muchas veces que ocurre en el relato de la fabricación del tabernáculo- significa "exacta, exacta artesanía" (ver Maimónides, La guía para los perplejos, III: 54).
En otro lugar de la Torá hay el mismo énfasis en las dimensiones precisas, a saber, el arca de Noé: "Así que hágase una arca de madera de ciprés. Hacer habitaciones en él y cubrir con el paso dentro y por fuera. Así es como la edificaréis: el arca será de trescientos codos de largo, cincuenta de ancho y treinta codos de alto. Haz un techo para él, dejando debajo del tejado una abertura de un codo de alto alrededor "(Génesis 6: 14-16). La razón es similar a la del Tabernáculo. La arca de Noé simbolizó el mundo en su orden Divinamente-construido, el orden que los seres humanos habían arruinado por su violencia y corrupción. Dios estaba a punto de destruir ese mundo, dejando sólo a Noé, el arca y lo que contenía como símbolos del vestigio de orden que quedaba, sobre la base de lo cual Dios formaría un nuevo orden.
La precisión importa. El orden importa. El desplazamiento de incluso unos pocos de los 3.1 millones de letras en el genoma humano puede conducir a devastadoras condiciones genéticas. El famoso "efecto mariposa" - el golpeo de un ala de una mariposa en algún lugar puede causar un tsunami en otros lugares, a miles de kilómetros de distancia - nos dice que las pequeñas acciones pueden tener grandes consecuencias. Ese es el mensaje que el Tabernáculo tenía la intención de transmitir.
-La precisión importa. El orden importa. El desplazamiento de incluso unos pocos de los 3.1 millones de letras en el genoma humano puede conducir a devastadoras condiciones genéticas ".
Dios crea el orden en el universo natural. Estamos encargados de crear el orden en el universo humano. Eso significa cuidado cuidadoso en lo que decimos, lo que hacemos y lo que debemos evitar de hacer. Hay una coreografía precisa para la vida moral y espiritual, ya que hay una arquitectura precisa para el tabernáculo. Ser bueno, específicamente ser santo, no es una cuestión de actuar como el espíritu nos mueve. Es una cuestión de alinearnos con la Voluntad que hizo el mundo. Ley, estructura, precisión: de estas cosas se hace el cosmos y sin ellas dejaría de ser. Era para señalar que lo mismo se aplica a la conducta humana que la Torah registra las dimensiones exactas del Tabernáculo y el arca de Noé.
"Dios crea el orden en el universo natural. Estamos encargados de crear el orden en el universo humano. Eso significa un cuidado cuidadoso.
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A Rosalind Gantman, Laurence Milstein, Mas Mes y 84 personas más les gusta esto.
6 comentarios
Comentarios
Heidi van der Walt
Heidi van der Walt Love it!
Apa Chioara
Apa Chioara “What
is the eternal significance of the dimensions of this modest, portable
construction?” Drumul Intelepciunii este sinonim intrebarilor simplu
formulate si raspunsurilor obiective. Sublima Viata, asa cum este
cunoscuta de catre cei multi, inte
...Ver más
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