DOMINGO XII DEL TIEMPO ORDINARIO
Junio 21 de 2015.
A todos los amigos y amigas de nuestra parroquia a través del
ciberespacio, les saludo muy cordialmente, y pido al cielo que les
regale abundantes bendiciones y gracias, para que la vida de todos los
días la vivamos con El Señor Jesús y confiando en su Palabra que ilumina
y salva.
Les dejo como cada semana, con la reflexión que para este domingo nos regala Don José Antonio Pagola:
“«¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?». Estas dos preguntas
que Jesús dirige a sus discípulos no son, para el evangelista Marcos,
una anécdota del pasado. Son las preguntas que han de escuchar los
seguidores de Jesús en medio de sus crisis. Las preguntas que nos hemos
de hacer también hoy: ¿Dónde está la raíz de nuestra cobardía? ¿Por qué
tenemos miedo ante el futuro? ¿Es porque nos falta fe en Jesucristo?
El relato es breve. Todo comienza con una orden de Jesús: «Vamos a la
otra orilla». Los discípulos saben que en la otra orilla del lago
Tiberíades está el territorio pagano de la Decápolis. Un país diferente y
extraño. Una cultura hostil a su religión y creencias.
De
pronto se levanta una fuerte tempestad, metáfora gráfica de lo que
sucede en el grupo de discípulos. El viento huracanado, las olas que
rompen contra la barca, el agua que comienza a invadirlo todo, expresan
bien la situación: ¿Qué podrán los seguidores de Jesús ante la
hostilidad del mundo pagano? No solo está en peligro su misión, sino
incluso la supervivencia misma del grupo.
Despertado por sus
discípulos, Jesús interviene, el viento cesa y sobre el lago viene una
gran calma. Lo sorprendente es que los discípulos «se quedan
espantados». Antes tenían miedo a la tempestad. Ahora parecen temer a
Jesús. Sin embargo, algo decisivo se ha producido en ellos: han
recurrido a Jesús; han podido experimentar en él una fuerza salvadora
que no conocían; comienzan a preguntarse por su identidad. Comienzan a
intuir que con él todo es posible.
El cristianismo se encuentra
hoy en medio de una «fuerte tempestad» y el miedo comienza a apoderarse
de nosotros. No nos atrevemos a pasar a la«otra orilla». La cultura
moderna nos resulta un país extraño y hostil. El futuro nos da miedo. La
creatividad parece prohibida. Algunos creen más seguro mirar hacia
atrás para mejor ir adelante.
Jesús nos puede sorprender a todos. El
Resucitado tiene fuerza para inaugurar una fase nueva en la historia
del cristianismo. Solo se nos pide fe. Una fe que nos libere de tanto
miedo y cobardía, y nos comprometa a caminar tras las huellas de Jesús”
Con mi abrazo y bendición.
P. Nacho
PRIMERA LECTURA
LECTURA DEL LIBRO DE JOB 38,1.8-11
El Señor habló a Job desde la tormenta:
--¿Quién cerró el mar con una puerta, cuando salía impetuoso del seno
materno, cuando puse nubes por mantillas y nieblas por pañales, cuando
le impuse un límite con puertas y cerrojos, y le dije: "Hasta aquí
llegarás y no pasarás; aquí se romperá la arrogancia de tus olas"?
Palabra de Dios.
SALMO RESPONSORIAL
SALMO 106
R.- DAD GRACIAS AL SEÑOR, PORQUE ES ETERNA SU MISERICORDIA
Entraron en naves por el mar,
comerciando por las aguas inmensas.
Contemplaron las obras de Dios,
sus maravillas en el océano. R.-
Él habló y levantó un viento tormentoso,
que alzaba las olas a lo alto;
subían al cielo, bajaban al abismo,
el estómago revuelto por el mareo. R.-
Pero gritaron al Señor en su angustia,
y los arrancó de la tribulación.
Apaciguó la tormenta en suave brisa,
y enmudecieron las olas del mar. R.-
Se alegraron de aquella bonanza,
y él los condujo al ansiado puerto.
Den gracias al Señor por su misericordia,
por las maravillas que hace con los hombres. R.
SEGUNDA LECTURA
LECTURA DE LA SEGUNDA CARTA DEL APÓSTOL SAN PABLO A LOS CORINTIOS 5,14-17
Hermanos:
Nos apremia el amor de Cristo, al considerar que, si uno murió por
todos, todos murieron. Cristo murió por todos, para que los que viven ya
no vivan para sí, sino para el que murió y resucitó por ellos. Por
tanto, no valoramos a nadie por criterios humanos. Si alguna vez
juzgamos a Cristo según tales criterior, ahora ya no. El que vive con
Cristo es una creatura nueva. Lo viejo ha pasado, lo nuevo ha comenzado.
Palabra de Dios.
EVANGELIO
LECTURA DEL SANTO EVANGELIO SEGÚN SAN MARCOS 4,35-40
Un día, al atardecer, dijo Jesús a sus discípulos:
--Vamos a la otra orilla.
Dejando a la gente, se lo llevaron en la barca, como estaba; otras
barcas lo acompañaban. Se levantó un fuerte huracán, y las olas rompían
contra la barca hasta casi llenarla de agua. Él estaba a popa, dormido
sobre un almohadón. Lo despertaron, diciendo:
--Maestro, ¿no te importa que nos hundamos?
Se puso en pie, increpó al viento y dijo al lago:
--¡Silencio, cállate!
El viento cesó y vino una gran calma. Él les dijo:
--¿Por qué sois tan cobardes? ¿Aún no tenéis fe?
Se quedaron espantados y se decían unos a otros:
--¿Pero quién es éste? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen!
Palabra del Señor.
REFLEXIÓN
TENER FE NO ES TENER TODAS LAS RESPUESTAS
Por Gabriel González del Estal
1.- Se preguntaron espantados y se decían unos a otros: ¿pero quién es
este? ¡Hasta el viento y las aguas le obedecen! Los discípulos no
acababan de aclararse ante el poder sobrehumano de Jesús. No es que no
creyeran que Jesús era el Hijo de Dios, es que no entendían lo que eso
significaba. Nos pasa frecuentemente a nosotros algo parecido cuando
afirmamos que Jesús es Dios. Como nos ocurre con tantos otros misterios
de los que nos habla la teología, los creemos, pero no acabamos nunca de
entenderlos. Lo del catecismo, cuando nos decía que la Iglesia tiene
doctores que le sabrán responder, no siempre funciona. Muchos cristianos
de a pie piensan a veces que los curas podemos responder a todos los
problemas teológicos que ellos no entienden y, por eso, nos preguntan a
nosotros. Pero nosotros, los curas, muchas veces no sabemos mucho más
que ellos. Recuerdo ahora algo que leí hace unos días: una niña preguntó
al Papa que cómo un Dios bueno puede permitir tanto mal en el mundo. El
Papa la abrazó y le dijo, con mansedumbre y verdad: esa pregunta no la
sabemos responder. Y es así porque Dios es un misterio y los misterios
son racionalmente insolubles. Podemos creerlos o no creerlos, pero nunca
entenderlos. Nuestra inteligencia humana está irremediablemente
limitada por el espacio y el tiempo que nos envuelven y nos constituyen.
Dios no está limitado por el espacio y el tiempo; es inmenso y eterno.
En cualquier caso, lo que no debemos hacer nunca los cristianos, ante el
misterio, es espantarnos, como hicieron los discípulos. Ante los
misterios divinos la única una actitud auténticamente cristiana es la
adoración humilde y confiada. Como decía Teilhard de Chardin, hablando
de los misterios: cuando no entiendas, ¡adora y confía!
2.- El
Señor habló a Job desde la tormenta. Job creía en Dios, pero no siempre
entendía su comportamiento. El libro de Job es, entre otras cosas, el
libro de las grandes preguntas sobre la bondad de Dios y el problema del
mal en el mundo. Job había sido educado en la teología de la
retribución: Dios nos trata a cada uno según nuestras obras, los buenos
son premiados y los malos castigados. Él se había esforzado siempre en
ser fiel a Dios y Dios le había premiado, ¿por qué ahora le castiga tan
duramente? Job no encuentra motivos que le expliquen el comportamiento
de Dios y por eso se queja amargamente y hace tantas preguntas. Sus
amigos, encima, se burlan de él. Más de alguno de nosotros habremos
tenido experiencias, propias o ajenas, parecidas a las que tuvo Job. Es
el eterno misterio del mal en el mundo, para el que el Papa Francisco le
dijo a la niña que no teníamos respuesta. Con eso nos quedamos nosotros
ahora: la fe no significa tener todas las respuestas. Creer en medio de
las dudas, y a pesar de las dudas, sigue siendo una virtud teologal.
Adoremos el misterio de Dios y confiemos siempre en Dios.
3.-
Lo antiguo ha pasado, lo nuevo ha comenzado. Pablo les dice a los fieles
de Corinto que vivir en Cristo es algo totalmente nuevo, distinto del
antiguo vivir en el mundo y según los criterios del mundo. Vivir en
Cristo y por Cristo es vivir como auténticas criaturas nuevas; el hombre
viejo ha muerto. El problema para cada uno de nosotros es que, mientras
vivimos en este mundo, no podemos dejar de vivir de alguna manera según
la carne. Pablo nos dice que ya no valoremos a nadie según la carne,
porque Cristo con su muerte y resurrección nos ha hecho criaturas
nuevas. También en este caso, como les pasaba a los discípulos y como le
pasaba a Job, es más fácil creerlo que practicarlo. Nuestro espíritu
quiere ser siempre nuevo, pero el cuerpo se resiste y nos resultará
siempre difícil vivir como criaturas nuevas. Pidamos al Señor que nos
infunda siempre su santo Espíritu.
ORACIÓN DE LA COMUNIDAD
CALMA LAS TORMENTAS DE NUESTRAS VIDAS, SEÑOR
Padre, gritamos en nuestra angustia y confiamos en ser escuchados, las
olas se alzan a lo alto, llévanos a tiempo de bonanza. Repetimos:
R.- CALMA LAS TORMENTAS DE NUESTRAS VIDAS, SEÑOR
1. – Por el Papa Francisco, para que sea asistido en todo momento y conduzca la barca de la Iglesia a buen puerto.
OREMOS
2. – Por los gobernantes para que pongan todo su esfuerzo en el bienestar de sus pueblos.
OREMOS
3. – Por las familias y matrimonios cristianos, para que el Señor calme las tempestades que se generan en la vida diaria.
OREMOS
4. – Por todos los niños y jóvenes para que acudan a Dios en sus días de fuertes tormentas.
OREMOS
5. – Por los hombres de la mar, para que el Señor les de prudencia y sabiduría en su trabajo diario.
OREMOS
6. – Por todos nosotros, presentes en la Eucaristía, para que vivamos
una fe llena de confianza en Cristo que nos haga salir de nuestra
cobardía y afrontar cada día los retos que lleva aparejados la
construcción del Reino de Dios.
OREMOS
Padre, tú que calmas las aguas y apaciguas los mares, arráncanos de la tribulación y condúcenos al ansiado puerto.
Por Jesucristo nuestro Señor.
Amen.
No hay comentarios:
Publicar un comentario